Advierten que, si nueva refinería Talara no arranca en diciembre, a fin de año se volvería a enfrentar desabastecimiento de derivados
ELÍAS GARCÍA OLANO Y MARCO ALVA PINO
A pesar de que el gobierno lanzó a Petroperú un salvavidas de US$2,250 millones, para muchos expertos se trata ya de un barco a la deriva que no se puede mantener a flote, y cuya situación se puede agravar, ahora que se quedó sin su capitán, Humberto Campodónico.
Si bien gran parte de ese monto ha estado destinado principalmente a asegurar que la petrolera estatal pueda reanudar la compra de combustibles, para los especialistas el riesgo de desabastecimiento se puede repetir a fin de año, por diversos factores no resueltos en esa empresa.
¿EMPRESA EN QUIEBRA?
Para Alvaro Ríos, consultor internacional en hidrocarburos, Petroperú es básicamente una empresa en una quiebra técnica y económico-financiera, pues a los problemas de sobrecostos y endeudamiento por la nueva refinería Talara, se suma el hecho que no puede operar el Oleoducto Nor Peruano.
Esta última situación, que además ha llevado a paralizar el transporte de petróleo de la selva a la costa, también le genera pérdidas a la empresa, al igual que la concesión de la distribución del gas en Arequipa, Moquegua y Tacna, que le encargó el Ministerio de Energía y Minas (MINEM).
A ello se suma el Lote 64 que se le entregó a la empresa (y aún sigue paralizado) , y se añadirá próximamente el Lote 192 (con conflictos por resolver), puntualizó Ríos.
Cabe señalar que el hoy ex presidente de Petroperú, Humberto Campodónico, atribuyó a la administración anterior de esa empresa los problemas de reducción en su calificación crediticia, que luego derivaron en la contracción de sus líneas de crédito.
En tal sentido, el especialista, socio director de GELA, recomendó que el nombramiento del próximo presidente de Petroperú debe será el resultado de un riguroso proceso de selección que realice un directorio independiente y que no sea removido el cargo obedeciendo al poder político de turno.
ABASTECIMIENTO PARA UN MES
Por su parte, el ex presidente de Petroperú, César Gutiérrez, advirtió que la garantía para una línea de crédito con el Banco de la Nación por US$500 millones servirá para cartas de crédito para importaciones por un periodo de sólo 30 días, considerando que Petroperú tiene una participación de 35% en el mercado de combustibles.
“El aumento de capital (por US$1,000 millones) podría cubrir el déficit de capital de trabajo que, a junio de este año, era de US$1,040 millones. Lo más probable es que esa cifra haya crecido entre junio y septiembre, y habría que saber cuánto es la cuantía del déficit a septiembre”, anotó.
En tal sentido, el experto estimó que lo más probable es que dicho aporte de capital se use para pagar deuda con proveedores, tal y como ocurrió con los US$750 millones prestados en abril pasado.
Sin embargo, consideró que, aún con el aumento de capital y la garantía otorgada, no se garantiza que la petrolera del Estado tenga los recursos para pagar a los contratistas encargados de construir la nueva refinería de Talara. Así, calculó que, para culminar la puesta en operación de dicha planta, se necesitarán unos US$500 millones adicionales para este fin.
REORGANIZACIÓN DE LA EMPRESA
En tanto, para Erick García Portugal, ex director de hidrocarburos del MINEM se tiene que cumplir con el DU que aprobó el aporte de capital y la línea de crédito y que establece que se debe realizar una reorganización de Petroperú.
“Eso es lo más importante porque si no podríamos volver a tener un problema similar (de iliquidez, insolvencia y desabastecimiento de combustibles) en el mediano o largo plazo”, observó el especialista.
Sobre todo, añadió, se debe cumplir lineamientos de gobierno corporativo para asegurarnos que los profesionales que integran el directorio y los puestos directivos de la empresa y también del sector, sean los más idóneos para que tomen las decisiones más adecuadas, o evitar que dejen de tomar decisiones porque eso también es perjudicial.
Paralelamente, remarcó, se tiene que implementar acciones para incrementar la producción nacional de hidrocarburos, y para lo cual la refinería necesita 95,000 barriles diarios de petróleo, cuando en el país no llegamos a producir ni 40,000 barriles en promedio diario.
Vale recordar que la expectativa de Humberto Campodónico era que el crudo que procese la nueva refinería provenga de los lotes de la cuenca Talara, y para que esperaba se le asignaran algunos de los lotes en la zona, cuyos contratos están próximos a vencer.
PRÓXIMA LICITACIÓN DE LOTES EN EL NOROESTE
En esa línea, el gerente general de Perupetro, Daniel Hokama, informó que en la licitación de los lotes petroleros de la cuenca Talara que alista a esa agencia estatal, y esperan convocar antes de fin de año, podrá también participar en Petroperú pero como un postor más.
“Petroperú por supuesto siempre puede ser un postor más y nosotros consideramos que esa empresa es un socio estratégico y de cierta manera estamos considerando su participación en este proceso (de subasta)”, anotó.
En todo caso descartó que la decisión sobre ese tema recaiga en el Ministerio de Energía y Minas o otra entidad, en vista que, subrayó Perupetro es autónomo en sus decisiones pues así lo establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos.
LAS CUENTAS EN ROJO DETRÁS DE SUS ‘RESULTADOS EN AZUL’
¿Qué nos revelan las cifras de Petroperú? Su utilidad neta alcanzó los US$ 114.2 millones al cierre de junio del 2022, según los datos más recientes de sus estados financieros. Dicho monto representa un incremento de 61.1% respecto a igual periodo del año pasado.
Este crecimiento se explica por el aumento de sus ingresos, debido al mayor volumen de ventas y al alza de los precios de sus productos. A eso se sumaron las ganancias por tipo de cambio.
Sin embargo, las mayores utilidades no significaron una mejora en el margen bruto de Petroperú, sino más bien se redujeron desde 15% en junio de 2021 a 9.87% en junio de este año, señaló Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School.
Es decir, pese a los resultados en azul, el análisis de los estados financieros de la petrolera enciende las alarmas sobre su solidez y sobre el acceso a la necesaria liquidez para seguir operando su negocio.
El hecho de tener ganancias y ser rentable a nivel contable no garantiza la salud financiera de una empresa, sostuvo Carrillo. “Hay empresas que pueden tener una utilidad enorme, pero no tener caja (liquidez) para cumplir con sus obligaciones”, explicó. La contabilidad registra un ingreso de dinero apenas se entrega un bien o se brinda un servicio, no cuándo se cobra por ellos, precisó.
El nuevo salvavidas lanzado por el Gobierno a Petroperú respondía a una agudización de sus problemas financieros en los últimos meses, que según Campodónico significaban la peor crisis de iliquidez de su historia.
GRAVE PROBLEMA DE LIQUIDEZ
El grave problema de liquidez que presenta la estatal se refleja en el valor negativo de su capital de trabajo, que se amplió desde US$ 804 millones a diciembre del 2021 hasta US$ 1,039.7 millones a junio del 2022, refirió Carrillo.
El capital de trabajo se calcula haciendo la diferencia entre los activos corrientes (la caja y las cuentas por cobrar principalmente) y los pasivos corrientes (las obligaciones y deuda de corto plazo). “Existe, entonces, un hueco por cubrir de unos US$ 1,000 millones. Y eso ha debido de seguir creciendo en los últimos meses, pues las obligaciones han seguido venciendo”, dijo Carrillo.
Por su parte, Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB, destacó que la posición de la caja de Petroperú se redujo 86.6%, desde US$ 239.6 millones a diciembre del 2021 a US$ 32.2 millones a junio del 2022. “Ese monto es muy poco para cumplir con las obligaciones”, apuntó.
Durante la gestión previa, de Hugo Chávez, los escándalos de presunta corrupción y la negativa de PwC a auditar a la empresa, junto con la rebaja de su calificación de riesgo, llevaron a una restricción de las líneas de crédito bancario que terminó afectando la liquidez de petrolera, sostuvo Carlos Paredes, expresidente de Petroperú.
SOBREENDEUDAMIENTO
Pero no solo preocupa la liquidez, sino también la solvencia de la petrolera, coincidieron los expertos. Su nivel de endeudamiento o apalancamiento es demasiado elevado, advirtieron.
A junio registró pasivos totales por US$ 7,434 millones, de los cuales US$ 3,035 millones corresponden a deuda de corto plazo y US$ 4,399 millones a la de largo plazo, detalló Arispe. La deuda neta de Petroperú aumentó en los seis primeros meses del año en 23% hasta US$ 5,942.4 millones.
El ratio de deuda capital, que mide el nivel de apalancamiento de una empresa, subió a 0.74 en junio de este año.
Tal ratio en la mayoría de empresas en Perú que cotizan en la bolsa es de alrededor de 1, que significa que están financiando el negocio con 50% de deuda y 50% de capital propio, refirió Carrillo. En Petroperú, en cambio, el 74% ha sido con deuda y apenas el 26% con aportes de los dueños, es decir del Estado, añadió.
“Sin duda, el sobreendeudamiento de Petroperú se explica por la refinería de Talara”, sostuvo Paredes. Recordó que más del 90% del costo del proyecto se ha financiado con deuda.
Los problemas de iliquidez y de elevado endeudamiento hacían necesaria una capitalización por parte del Estado como la que se ha dado, opinó.
Suponiendo que Petroperú genere un Ebitda (utilidad antes de intereses, impuestos y depreciación) anual de US$ 500 millones y luego de descontar el pago de intereses (considerando un interés promedio de 4% y que la deuda neta es la registrada en junio último de S/ 5,900 millones), la amortización total de la refinería de Talara tardaría alrededor de 18 años, estimó Paredes.
Campodónico dijo esperar que recién en 10 años Petroperú empezará a tener una estabilidad financiera mucho más grande.
Arispe sostuvo que de acuerdo con sus fundamentos financieros hoy el valor de la petrolera tiende a cero y que está “quebrada”. Consideró que el Estado va a tener que seguir inyectándole capital, pues la refinería no le va a dar la rentabilidad adecuada para pagar los intereses.
El plan de alivio financiero del Gobierno no ha sido acompañado de candados (como el regreso de Petroperú al ámbito del Fonafe) para evitar que las situaciones de alta iliquidez y de mala gestión se vuelvan a repetir, advirtió Paredes.
“El Estado va a estar rescatando a Petroperú hasta dónde pueda con dinero que es de todos los peruanos”, dijo Carrillo.
Los expertos ven poco probable que inversionistas privados se interesen en esta coyuntura financiera y política por adquirir acciones de la empresa estatal si esta abre su capital como ha sido planteado por el Ejecutivo.
Paredes opinó que la salida de Campodónico de Petroperú es una mala noticia y es vista por el mercado como señal de inestabilidad.