ALBA PÉREZ

2022 es el año de las petroleras. Repsol ganó 3.222 millones de euros en los nueve primeros meses del año (un 66% más) por la subida de los precios del petróleo y del gas, que aumentaron los ingresos del área de exploración y producción.

Se trata del mayor beneficio registrado entre enero y septiembre por la empresa. Pese a que todavía no compensa las pérdidas de más de 7.100 millones de los ejercicios 2019 y 2020, el consenso de mercado prevé que al finalizar el año alcance unas ganancias superiores a los 5.000 millones.

Esto supondría superar por primera vez en la historia las cifras de 2010, dos años antes de que Argentina nacionalizase el negocio de la petrolera en el país, YPF.

Tras los buenos resultados, la empresa ha anunciado que volverá a aumentar hasta 0,35 euros brutos por acción la retribución en efectivo que se distribuirá a sus más de 500.000 accionistas el próximo mes de enero, al tiempo que el consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas del próximo año un pago complementario de otros 0,35 euros.

De este modo, la remuneración efectiva en 2023 aumentará un 11% hasta los 0,70 euros brutos por acción, desde los 0,63 euros de este año. Adelantará así el objetivo de retribución previsto por el plan estratégico para el año 2024.

Repsol -que adelanta el cumplimiento de objetivos clave de su hoja de ruta para 2025- anticipará en tres años su objetivo de recompra y amortización de acciones, estando previsto alcanzar a finales de este ejercicio los 200 millones de títulos amortizados establecidos para todo el periodo 2021-2025. Para ello, Repsol pondrá en marcha un nuevo programa de recompra que le permitirá amortizar los 50 millones de acciones que quedan para lograr este objetivo plurianual.

El resultado neto ajustado alcanzó los 4.564 millones hasta septiembre, de los que cerca del 60% provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de exploración y producción (Upstream).

La fuerte generación de caja operativa de Repsol le permitió llevar a cabo una importante reducción de la deuda neta, que cerró septiembre en 2.181 millones de euros. Hablamos de un descenso de 3.581 millones con respecto al inicio del año o una reducción del 62%. Por su parte, la liquidez se incrementó hasta los 12.426 millones de euros, suficiente para cubrir 4,81 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.

Entre enero y septiembre Repsol destinó más de 2.000 millones a incrementar sus inventarios para garantizar el suministro energético este invierno. En el último trimestre la empresa consensuó con los los trabajadores un acuerdo, vigente hasta finales de 2024, en el que se establece aumentos salariales y nuevas fórmulas de teletrabajo. El total de las inversiones en este tiempo fueron de 2.397 millones de euros, un 47% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Con todo, la firma presidida por Antonio Brufau registra provisiones de 2.086 millones por el deterioro en el valor contable de sus refinerías, cuya rentabilidad y competitividad a largo plazo quedarían impactadas en caso de no corregirse aspectos como la inseguridad del entorno de negocio y la presión regulatoria y fiscal en Europa.

UPSTREAM Y QUÍMICA
En el área Upstream, que desarrolla el conjunto de su actividad fuera de España, obtuvo un resultado de 2.431 millones. Los precios de los hidrocarburos, que reflejaron la inestabilidad del entorno, influyeron en esta cifra, con una media que, en el caso del crudo Brent, superó en un 55% a la del mismo periodo del año anterior.

Así, entre enero y septiembre, este crudo se pagó a una media de US$ 105,5 por barril, aunque desde los máximos del mes de marzo acumuló un retroceso en su cotización superior al 30%. El gas Henry Hub alcanzó los US$ 6,8 por MBtu de media, un 112% más de lo registrado hasta septiembre de 2021.

Repsol puso en marcha, antes que cualquier operador y que la bonificación del gobierno, descuentos en la venta de carburantes en sus estaciones de servicio en España. Las cifras de la compañía revelan un que la medida supuso ahorro para sus clientes de unos 300 millones. Esto supuso un descenso hasta los 373 millones en el resultado del área de comercial y renovables.

Por su parte, el negocio de química sufrió las consecuencias de un entorno a la baja, con demanda y márgenes en caída y afectado por la subida de los costes energéticos.

CAÍDA DEL MARGEN DE REFINO
En lo que al negocio industrial logró un resultado de 2.031 millones. Las inversiones de la petrolera en las instalaciones de refino, que rondan una media de 1.000 millones anuales desde 2008, le permitieron aumentar y optimizar su utilización ante la crisis energética.

Además, mejora aspectos como la flexibilidad o la eficiencia de estos activos. De hecho, sus centros industriales han reducido su consumo de gas en un 45%. 

A pesar de que en el segundo trimestre los márgenes del refino registraron fuertes alzas, que lo llevaron hasta los US$ 23,3 por barril, entre julio y septiembre se produjo un nuevo descenso, hasta US$ 12,7, principalmente por el alza de los costes energéticos. Se trata de un periodo de grandes oscilaciones: entre US$ 0 y 20 por barril.

Los márgenes medios de los últimos periodos se sitúan muy por encima de los registrados en ejercicios anteriores, lo que ha contribuido al estado endémico del refino de la Unión Europea, que ha reducido su capacidad en más de un 10% en la última década tas el cierre de 24 instalaciones.