ELDINA JAHIC

El CEO de Wintershall Dea, Mario Mehren, pidió una mayor inversión en la expansión de la producción mundial de gas y petróleo, ya que los combustibles fósiles seguirán siendo necesarios a largo plazo.

“Los importadores deben poder volver a celebrar contratos de suministro a largo plazo. Esto estabilizaría los mercados y alentaría la inversión”, explicó Mario Mehren.

Al mismo tiempo, según Mehren, debe haber un fuerte compromiso con el desarrollo de infraestructura de captura y almacenamiento de carbono e hidrógeno.

Wintershall Dea reportó un sólido desempeño financiero en el tercer trimestre, impulsado por operaciones estables y vientos favorables macroeconómicos. Al mismo tiempo, la empresa informó un deterioro no monetario en su participación accionaria de Nord Stream AG, por un monto de más de US$ 175 millones.

“El tercer trimestre fue un trimestre ajetreado y hemos progresado en muchas áreas”, dijo Mehren. Días atrás, Wintershall Dea adquirió una participación del 37% en el bloque Hokchi en México, como socio de Hokchi Energy. 

“Estamos cumpliendo con nuestros planes de crecimiento para México. Este activo de producción en etapa inicial contribuirá con barriles valiosos durante muchos años por venir”, comentó. 

“Junto con nuestros socios, hemos tomado la decisión final de inversión para el proyecto de gas costa afuera Fénix en Argentina. Con un inicio planificado en 2025 y una producción máxima esperada de alrededor de 65.000 boe por día, Fenix ​​impulsará significativamente el suministro de gas argentino y reducirá aún más la dependencia del país de las importaciones de GNL”, afirmó Mehren.

En julio, Wintershall Dea inició operaciones en su campo Nova en Noruega, que está aumentando la producción de petróleo en el momento en que más se necesita. Se espera que dos proyectos importantes estén en funcionamiento en Noruega en los próximos meses: Njord y Dvalin. Los tres campos eventualmente aumentarán su producción a alrededor de 150.000 boe por día de energía.

“El 75% de nuestras inversiones totales desde nuestra fusión de 2019 se han realizado en Noruega: 3.100 millones de euros. Y seguimos aumentando estratégicamente nuestras actividades”, dice Mehren.

DESCARBONIZACIÓN
Después de la diversificación, la segunda prioridad estratégica de Wintershall Dea es la descarbonización. La empresa está construyendo una cartera de proyectos de CCS e hidrógeno que juntos podrían reducir de 20 a 30 millones de toneladas de CO2 por año para 2040.

“Junto con Equinor, planeamos buscar el desarrollo de una cadena de valor e infraestructura de CCS que conecte la industria alemana con el almacenamiento de CO2 noruego”, dice Mehren. La cooperación prevé un oleoducto germano-noruego capaz de transportar hasta 40 millones de toneladas de CO2 al año para su almacenamiento seguro bajo el Mar del Norte de Noruega. Eso equivale a alrededor del 20% de todas las emisiones de CO2 industriales alemanas.

Por otra parte, Wintershall Dea ha obtenido su primera licencia de almacenamiento de CO2 en Noruega. La licencia Luna tiene una capacidad estimada de inyección de CO2 de hasta 5 millones de toneladas al año.

“Nuestra estrategia es construir una cartera de proyectos de CCS e hidrógeno, y lo estamos cumpliendo. Luna y nuestra cooperación con Equinor son hitos importantes en este camino”, explicó el CEO de la empresa. 

El director ejecutivo reiteró que la injustificable guerra rusa contra Ucrania fue un punto de inflexión. Al comienzo del conflicto, la empresa tomó una posición clara, diciendo un claro 'no' a nuevos proyectos y cancelando su financiación Nord Stream 2. La guerra de Rusia y sus consecuencias están destruyendo los cimientos de las relaciones económicas, ya que Rusia se ha vuelto impredecible en todos los aspectos.

“En las últimas décadas, hemos invertido en nuestro negocio en Rusia y hemos acumulado activos allí. Ahora estamos analizando si el negocio internacional de Wintershall Dea podría separarse legalmente de nuestro negocio ruso”, completó Mario Mehren, CEO de Wintershall Dea.