FEDERICO GAY
La producción de oro de las mineras creció casi un 2% interanual durante el primer semestre de 2022, lo que supone un regreso a los niveles de producción anteriores a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, el aumento de los costos de producción está afectando a sus resultados financieros.
La producción global de oro procedente de la minería aumentó un 2% en el primer semestre de 2022 con respecto a las cifras del mismo periodo del año anterior. Los mayores aumentos se registraron en América y Asia, lo que compensó los descensos en Europa Occidental y África.
En términos trimestrales, donde más creció la producción fue en Sudáfrica, cuya industria minera se vio muy afectada por las restricciones impuestas por el gobierno desde el comienzo de la pandemia, lo que supuso que las empresas suspendieran sus operaciones o funcionaran con una plantilla reducida durante mucho tiempo.
Por lo que respecta a las coberturas, el artículo revela que la cartera total aumentó un 60% con respecto al año anterior, alcanzando los 7,8 millones de onzas, la mayor parte de las cuales eran contratos a plazo.
Debido a la volatilidad del dólar australiano durante los últimos años, varias empresas que operan en este país han recurrido a estos instrumentos financieros, con el fin de asegurar los gastos de explotación y los fondos para la construcción de nuevos proyectos en el futuro inmediato.
Aunque los resultados de explotación de este periodo han sido en general positivos, los resultados financieros han sido algo dispares, ya que el cóctel de alta inflación, subida de los tipos de interés y fortalecimiento del dólar ha tenido un impacto directo en la evolución del precio del oro, lo que ha perjudicado la cotización de la mayoría de las empresas mineras.
Así, el índice Dow Jones de minas de oro ha caído un 44% desde su máximo en abril, mientras que el precio del oro retrocedió alrededor de un 9% en el mismo periodo de tiempo.
La actividad de fusiones y adquisiciones, que durante el primer semestre de 2022 alcanzó más de US$ 11.400 millones en operaciones anunciadas, el mayor valor en 10 años, sugiere que la renta variable de la minería del oro está actualmente infravalorada, favoreciendo a las empresas que mantienen el efectivo y adquieren reservas preciosas para su cartera.
Algunas empresas grandes empresas mineras están ampliando su presencia en otros metales para compensar esta caída.
La canadiense Barrick Gold, por ejemplo, está invirtiendo en el negocio del cobre a través de su asociación con el gobierno de Pakistán en la mina Reco Dik, y la sudafricana Sibanye-Stillwater está entrando en el mercado del litio.