En la cuenca de Vaca Muerta, por ejemplo, las exploraciones apenas abarcan el 8% del territorio neuquino. Si las voluntades público-privadas se concretan, ya que parecen estar al menos alineadas, se triplicarán para el 2030. Y las exploraciones offshore, si tienen éxito, duplicarían las reservas del país.
Como consecuencia, se multiplicará la demanda de una cadena de valor preparada, competitiva y con capacidad de proveer a uno de los sectores más exigentes.
DETECTAR LOS PROBLEMAS A TIEMPO
No van a alcanzar las PYMES actuales para cubrir las necesidades de insumos, servicios y recursos humanos necesarios del Oil & Gas que hoy genera más de 100 mil puestos de trabajo directo en todo el país.
Sin duda es la razón por la que en los últimos años comenzó a tomar velocidad la creación de los clusters de proveedores para esta industria y quedó en evidencia su valor en la reciente exposición AOG Patagonia 2022 organizada por el IAPG.
Por su parte, la minería sustentable del siglo XXI demanda organizar clústeres mineros en un país donde al menos hay 18 minas en producción y una infinidad de proyectos, algunos muy grandes en Catamarca, San Juan, Santa Cruz y Salta, que van a generar una importante cadena de proveedores, la cual necesita tener un ordenamiento para que esa explotación minera sea sustentable y acorde a las exigencias de la Agenda 2030.
Hablamos de un sector que va a dar grandes oportunidades a las PYMES, pero que también les va a exigir estándares internacionales.
Un sector que genera 85 mil puestos de trabajo directos, cifra que apunta a crecer exponencialmente.
Vale recordar que un clúster es una concentración de empresas de igual sector en una zona geográfica determinada o relacionadas para trabajar juntas y fortalecerse, que comparten la voluntad de asociarse para un fin común.
Hoy, además, se trata de una tendencia en línea con el ODS 17 de la Agenda 2030, que propone fortalecer alianzas para combatir la pobreza y lograr un desarrollo a favor de todas las personas, movilizando e intercambiando conocimientos, capacidad técnica, tecnología y recursos financieros para lograrlo en todos los países, en particular en los países en desarrollo.
TRAYECTORIA HISTÓRICA
En 2018, Argentina ya tenía 50 clústeres industriales que reunían a 10.000 empresas, mayoritariamente PYMES, que se beneficiaron al agruparse para aumentar su productividad, y ampliar horizontes.
Algunos ejemplos son el clúster de semilleros en Venado Tuerto, los de maquinaria agrícola en el centro del país, aquellos que agrupan empresas de tecnología, muebleros en provincia de Buenos Aires, los limoneros en Tucumán, entre muchos otros.
Hoy, la transición energética que se viene exige soluciones urgentes que presentan una excelente oportunidad para el despegue de esta clase de agrupamientos empresariales en los que la unión hace a la fuerza.
Encontramos clústeres del Oil & Gas en formación agrupados en un mismo predio preparado para la industria, como son los parques industriales y logísticos que hoy se están desarrollando en Neuquén y Río Negro.
Casos como Río Neuquén Distrito Industrial, donde ya plantó bandera el Grupo Logístico Andreani y el concepto de naves pymes ArBox; Añelo Industrial, el Parque Industrial Neuquén y otros diez desarrollos, así como algunos de los 22 parques rionegrinos, que apuntan a generar ese espacio de sinergia pyme.
En otros casos, surgieron los agrupados como organización sectorial, tales son los casos del Clúster de Petróleo, Gas y Minería de Córdoba; el Clúster de Energía de Mar del Plata; el Grupo Argentino de Proveedores de Petróleo (GAPP) y el Clúster Vaca Muerta, entre otros.
UNA POSIBLE SOLUCIÓN
Volviendo a la minería, los clústeres mineros deberían marcar el rumbo del ordenamiento territorial sustentable que exige dicho sector, el cual cuenta con 87 proyectos mineros en todo el país que presentan distintos grados de avance: 17 en producción, 3 en etapa de construcción o ampliación, y otros 12 que ya anunciaron su factibilidad técnica y económica.
Un ejemplo está en San Juan, que tiene un proyecto en etapa de construcción en Josemaría, de cobre y oro, a partir del cual se está trabajando en el desarrollo de un clúster minero en la zona de Iglesias de unas 300 hectáreas e impulsado por todos los protagonistas público-privados.
Más de cien empresas trabajan para el sector en San Juan, de las cuales el 80% son pequeñas empresas y están participando en la formulación del desarrollo desde el día cero, en el que está trabajando la Cámara de Proveedores Mineros de San Juan y el Andreani Desarrollos Inmobiliarios desde su génesis.
Las soluciones requieren fuertes inversiones, la inversión necesita pymes productivas y competitivas en su cadena de valor, que deben apoyarse en organizaciones sectoriales, como los clústeres, y territoriales, como los parques que las acompañen en ese exigente camino en el que ya estamos todos transitando.
Pero todo este círculo virtuoso debe poner su objetivo central en el desarrollo humano y el cuidado de su casa común.
* Directora en Conexión Parques e integra el Consejo Asesor de Arena Pública Consultores y la Red Mujeres de la Industria Argentina