La empresa estatal rusa de gas Gazprom informó que los precios del gas en Europa podrían subir un 60% a más de US$ 4.000 por 1.000 metros cúbicos este invierno, mientras la exportación y la producción de la propia compañía siguen cayendo en un contexto marcado por las sanciones occidentales.
Los flujos de gas procedentes de Rusia, el principal proveedor de Europa, están funcionando a niveles reducidos este año, después de que una ruta se cerrara cuando Moscú envió tropas a Ucrania en febrero y después de que las sanciones desencadenaran una disputa sobre el equipamiento del gasoducto Nord Stream 1. Los precios del gas se han disparado en consecuencia.
"Los precios europeos del gas al contado han alcanzado los 2.500 dólares (por 1.000 metros cúbicos). Según estimaciones conservadoras, si esta tendencia persiste, los precios superarán los 4.000 dólares por 1.000 metros cúbicos este invierno", dijo Gazprom, según informó Reuters.
Los precios neerlandeses del gas al por mayor alcanzaron un máximo histórico de casi 335 euros por megavatio hora (MWh) en primavera. Desde entonces, han bajado a unos 226 euros por MWh el martes, pero siguen siendo muy superiores a los de hace un año, cuando eran de unos 46 euros por MWh.
Kiev ha cerrado una de las rutas de Gazprom para las exportaciones a Europa, mientras que Gazprom ha reducido los suministros a solo el 20% de la capacidad del gasoducto Nord Stream 1 a Alemania en plena disputa por los equipos.
En general, las exportaciones de gas de Gazprom cayeron un 36,2%, a 78.500 millones de metros cúbicos, entre el 1 de enero y el 15 de agosto, y la producción se redujo un 13,2%, a 274.800 millones de metros cúbicos, en comparación con el año anterior, según un comunicado.
La producción de Gazprom se redujo un 32,2% en lo que va de agosto, frente a una caída del 35,8% en julio en términos anuales, dijo Evgeniy Suvorov, economista de CreditBank, en su canal de Telegram MMI, añadiendo que la exportación se redujo un 59%, frente a un 58,4% del mes pasado.
PRECIO BATE RÉCORD Y COMPLICA LA SITUACIÓN ENERGÉTICA
Los precios de la energía continúan al alza y parecen no tocar techo, lo que dificulta aun más la crisis energética que vive Europa. En el caso del gas, la escalada ha sido imparable desde que comenzó la guerra de Ucrania y su precio ha batido un nuevo récord al sobrepasar los 230 euros por MW/hora en el mercado holandés, de referencia en Europa.
La previsión es que en septiembre todavía sea más caro y que, incluso, pueda superar los máximos que experimentaron al inicio del conflicto bélico, cuando se llegaron a alcanzar los 335 euros.
Los países del Viejo Continente están elaborando planes para hacer frente a una posible escasez de energía durante este invierno, y algunos, incluso, están empezando a considerar racionar los suministros a ciertas industrias para garantizar que se pueda satisfacer la demanda esencial.
En verano, por lo general, la energía suele ser más barata, pero este año no está siendo el caso, ya que las preocupaciones ante un posible corte del suministro y la fuerte demanda forman una combinación que ha llevado a impulsar los precios al alza.
Al mismo tiempo, las sequías y el calor extremo que se ha vivido en toda Europa ha llevado a ríos y embalses, cruciales para el suministro de energía hidroeléctrica en algunos países, a estar por debajo de su nivel fluvial, privando al continente de otra alternativa a los combustibles fósiles.
La generación eólica también ha estado por debajo de las normas estacionales, lo que ha influido para se eleven los costes de la energía a corto plazo.
En este escenario de precios elevados hay que tener presente el factor Rusia, que cada vez envía menos gas a Europa en un contexto marcado por las sanciones occidentales.
Los flujos de gas procedentes de Rusia, el principal proveedor de Europa, están funcionando a niveles muy reducidos este año y, como consecuencia, los precios del gas se han disparado.