Es la provincia con mayor cantidad de yacimientos en etapas avanzadas del país. Hay en construcción tres minas literas que entrarán en producción entre 2024 y 2025
PABLO FERRER
Desde la Secretaría de Minería de la Nación actualizaron la situación de la cartera de proyectos de litio más avanzados en la que Salta tiene preponderancia con 17 yacimientos de los 38 relevados en total.
De esas inversiones nueve están más adelantadas: tres están en etapa de construcción, cinco en estado de factibilidad (la fase previa a la construcción) y uno en evaluación económica preliminar.
Además, en la provincia hay cerca de 800 catastros mineros con descubrimientos declarados de litio, de los cuales unos 400 están ligados a 15 proyectos de exploración avanzada. Es la mayor reserva de litio del país, con la que Salta puede convertirse en una potencia mundial en la explotación de ese mineral, clave para la transformación energética a la que se dirige el planeta. El crecimiento laboral y económico local depende en gran medida del aprovechamiento de este recurso.
Hay dos yacimientos de litio en producción en Argentina: el proyecto jujeño Salar de Olaroz (a cargo de la empresa australiana Orocobre) y Mina Fénix, operado en Catamarca por Livent (subsidiaria de la estadounidense FMC). Hacia fin de año o principio de 2023 entrará en producción otro proyecto de Jujuy, el del salar Cauchari Olaroz. Solo con esas tres minas, el año próximo la producción nacional de carbonato de litio se ubicará en 80.000 toneladas anuales y pasará a ser el tercer productor mundial, por detrás de Australia y Chile; superando a China en ese puesto.
EN MARCHA
La exponencial suba del precio del carbonato de litio, inflado por las consecuencias logísticas y económicas de la guerra en Ucrania, hicieron que se aceleren todas las inversiones en el rubro. En esa línea, en los últimos meses, hubo varios anuncios por parte de empresas extranjeras para apurar sus proyectos en la Puna salteña.
La primera planta de litio que empezaría a producir en Salta sería la del salar Centenario Ratones en 2024. Está a cargo de la compañía francesa Eramet y el grupo chino Tsingshan, que se unieron en noviembre del año pasado para finalizar la construcción del proyecto ubicado a 60 kilómetros de Santa Rosa de los Pastos Grandes, que arrancó en 2010 sólo con la firma gala a través de su subsidiaria Eramine Sudamericana. Tiene un presupuesto de US$ 400 millones que se suman a los US$200 millones ya invertidos inicialmente.
La previsión es que se generarán más de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos con esa mina. La planta tendrá una capacidad de producción anual estimada en 24.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE).
También, entre 2024 y 2025 está prevista la puesta en producción de los otros dos proyectos que están en construcción en los salares de esta provincia: Mariana, a cargo de la empresa china Ganfeng Lithium, y Sal de Oro, de la surcoreana Posco.
La construcción de la planta del yacimiento Mariana arrancó a fines de mayo pasado en el Salar de Llullaillaco, con un presupuesto de US$ 600 millones. La etapa de obra de la mina genera 1.300 puestos de trabajos directos y se contratarán otros 455 para cuando empiece su producción. Está estipulada, además, la edificación de una planta de procesamiento de carbonato de litio en el Parque Industrial de General Güemes y un parque fotovoltaico en la Puna salteña para abastecer con electricidad limpia las operaciones del emprendimiento minero.
La etapa de producción del proyecto está prevista para dentro de dos o tres años. De acuerdo con los estudios de factibilidad, se estima una producción anual de 20.000 toneladas de cloruro de litio (LiCl).
La inversión de la minera surcoreana se realiza en el Salar del Hombre Muerto, límite (difuso) entre Salta y Catamarca. La construcción de la planta de ese proyecto inició en marzo pasado, con una inversión de US$ 830 millones.
La planta de extracción de litio estará ubicada en la zona norte del salar y también se construirá otra planta de producción de carbonato e hidróxido de litio en el Parque Industrial de General Güemes. La edificación requiere 1.500 puestos de trabajo y para la etapa de operación, unos 400 empleos.
En la primera etapa, la empresa estima producir 25.000 toneladas de hidróxido de litio por año, elevándose en la segunda y tercera fases previstas a 100.000 toneladas.
DESARROLLO SALTEÑO
A una escala mucho menor de las tres minas de litio mencionadas, avanza el proyecto Puna Mining en el Salar del Rincón, que es desarrollado por el ingeniero salteño Pablo Alurralde, con capitales australianos a través de la compañía Argosy Minerals.
En el noroeste del departamento de Los Andes construye una planta piloto para fabricar carbonato de litio que ya tiene un 90% de avance y hacia fin de año empezará a producir con una capacidad de 2.000 toneladas de carbonato de litio anuales.
En rigor, a fines de 2020, Puna Mining fue la primera empresa que exportó carbonato de litio ciento por ciento salteño, con la producción de las instalaciones de prueba que tiene la firma en Campo Quijano. La empresa cuenta en la actualidad con 50 empleados directos y cuando esté en marcha la etapa dos del proyecto, a fin de este año, serán alrededor de 150 trabajadores.
GRANDES EXPECTATIVAS
Los otros proyectos salteños que se mencionan en el relevamiento de Nación sobre el litio son Pastos Grandes, a cargo de la canadiense Lithium American, que adquirió los derechos sobre el yacimiento en diciembre del año pasado; Sal de los Ángeles, que administra la minera china Tibet Summit; Pozuelos PPG, cuya propietaria Pluspetrol anunció un acuerdo de venta, por US$962 millones, a la empresa china Ganfeng Lithium; y Rincón, adquirido en marzo pasado por la compañía angloaustraliana Río Tinto, una de las mineras más grandes del mundo. Todos esos yacimientos están etapa de factibilidad, para determinar los métodos de extracción del mineral y las reservas productivas de la mina.
En una fase previa, de evaluación económica preliminar se encuentra el proyecto Salar del Hombre Muerto Norte, que la británica NRG Metal tiene a cargo en ese sitio del límite salteño con Catamarca.
En tanto, se encuentra en etapa de exploración avanzada los proyectos ubicados en la zona puneña Arizaro, Gallego, Mina Sísifo-Patilla, Pular (Salta Lithium), Río grande, Sal de la Puna, Salar de Arizaro 1 y 2 y Salar Tolillar.
CONDICIONES DE TRABAJO
Las tres empresas de litio que iniciaron la construcción de sus proyectos este año en Salta ocuparán a unos 2.200 trabajadores en total para la edificación y se irán incorporando a medida que avancen las obras.
Están regidos bajo convenios que hicieron las mineras con la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de Argentina). Esos acuerdos tienen como puntos destacados la prioridad de contratación de mano de obra local y con salarios entre un 20 a 25 por ciento superiores a los establecidos en construcciones de ciudad.
Los convenios son condiciones laborales y económicas para todos los trabajadores que operan en las minas y para las dos plantas que se construirán en General Güemes.
El régimen que se estableció para los obreros de la construcción de las minas es de 21 días de trabajo por 7 de descanso y las jornadas laborales no pueden exceder las 8 horas diarias (en un promedio de los ciclos de tres semanas, con un límite de 11 horas en una jornada como máximo), con las correspondientes pausas para descanso y alimentación y el pago de horas extras, si es necesario.
En los yacimientos, los trabajadores cuentan con alojamiento, cuatro comidas diarias, vestimenta y transporte, todo provisto por las empresas.
En los momentos de máxima ocupación en la construcción, cada minera requerirá entre 700 a 800 trabajadores para la edificación de sus plantas.
Todos los trabajadores ingresan por una bolsa de empleo que conformó la UOCRA. Así está establecido en los convenios y se da prioridad primero a las comunidades de la Puna cercanas a los proyectos; segundo a trabajadores de Salta capital y alrededores del Valle de Lerma y en tercer orden al resto de la provincia.