La empresa Nucleoeléctrica Argentina firmó el Acuerdo Marco de Licenciamiento en la sede de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) para la operación a largo plazo de la Central Nuclear Atucha I, lo que le permitirá a la planta contar con “20 años más de generación de energía eficiente y segura”.
Según informó la empresa que opera las centrales nucleares argentinas, la firma abarca los requisitos de la ARN y los compromisos asumidos por la empresa para el cumplimiento de las tareas y temas regulatorios lo que le permitirá a la central “la ampliación de la vida útil”.
José Luis Antúnez, presidente de Nucleoeléctrica, señaló que “es un premio para una central que se ha portado a las mil maravillas durante 48 años”.
“Si alguien tiene alguna duda sobre la vida útil de las centrales nucleares, la extensión de vida de Atucha I es un ejemplo”, agregó.
En el 2024 finalizará la licencia de operación para Atucha I emitida por la ARN, lo que marcará la finalización del primer ciclo de vida de la planta, informó Ámbito.
El reacondicionamiento tendrá un plazo de dos años a realizarse entre 2024 y 2026 con una inversión de US$ 463 millones.
Además, la readecuación generará 2.000 puestos de trabajo y tendrá un impacto positivo en el medioambiente, ya que permitirá evitar anualmente la emisión de un millón de toneladas de CO2 (dióxido de carbono), destacó Nucleoeléctrica.
A 48 AÑOS DE LA EMISIÓN DE LA PRIMERA LICENCIA DE OPERACIÓN
La Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) conmemoró la emisión de la Licencia de Operación de la Central Nuclear Atucha I “Presidente Juan Domingo Perón” (CNA I), hito regulatorio que autorizó el inicio de su producción comercial el 24 de junio de 1974. Se trata de la primera central nuclear de América Latina.
Unos meses antes, el 19 de marzo de 1974, la CNA I había realizado la primera sincronización del turbo grupo con la red, suministrando energía eléctrica al Gran Buenos Aires. Finalizado con éxito este periodo de puesta en marcha, se otorgó la licencia para dar inicio a la operación comercial de la central, según informó el sitio web oficial de Argentina.
La emisión de la Licencia de Operación estuvo a cargo de la rama regulatoria de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que en aquel entonces ejercía las funciones ejecutivas de coordinar y estimular las investigaciones atómicas, así como también de controlar las actividades atómicas que se desarrollaran en la República Argentina.
Luego, en 1997, la Ley Nacional de la Actividad Nuclear Nº 24804 y su Decreto Reglamentario Nº 1390/98 establecieron las competencias, funciones y regímenes jurídicos de la CNEA y de la ARN, constituyendo los principales antecedentes del marco legal regulatorio para el uso y desarrollo de la tecnología nuclear y de las aplicaciones de la energía nuclear con fines pacíficos que se llevan a cabo en el país.
En 2014, la ARN renovó la licencia de operación de la CNA I, autorizando así su operación hasta el final de su vida útil establecida originalmente por el diseñador, la cual fue alcanzada a principios de 2018.
La continuidad de la operación de la CNA I, más allá de su vida por diseño, fue declarada de “interés nacional” por la Ley Nacional N° 26.566 de 2009, Artículo 15, sancionada por el Honorable Congreso de la Nación Argentina.
En función de esta decisión del Estado Nacional, la ARN elaboró un conjunto de requerimientos regulatorios, armonizados con los requisitos de seguridad establecidos por la normativa internacional y capitalizando la experiencia nacional, cuyo cumplimiento le permitiría a la planta superar el límite de vida útil por diseño y continuar en operación.
En 2018, luego de haber verificado a satisfacción el cumplimiento de los requerimientos regulatorios, la ARN emitió la Enmienda a la Licencia de Operación, autorizando así el inicio de la primera etapa de la operación a largo plazo de la central.
Cabe destacar que, en la actualidad, la ARN trabaja en el seguimiento de las actividades vinculadas con el proyecto de Operación a Largo Plazo de la central, incluyendo el control de las tareas realizadas por la entidad responsable, Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA).
Durante este proceso, la ARN verifica que dichos trabajos se desarrollan de acuerdo con los estándares de seguridad del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La CNA I es una central nuclear de diseño con reactor de recipiente de presión, que utiliza uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante. Fue construida en seis años y la industria nacional tuvo la mayor participación posible en el proyecto, especialmente en la fabricación de los elementos combustibles.