Si en el plebiscito del 4 de septiembre ganara la opción del rechazo, se mantendrá la actual Carta Magna escrita a puerta cerrada durante la dictadura de Pinochet
Tras casi 12 meses desde su fundación, la Convención Constitucional finalizó la redacción y la votación del borrador de la nueva Constitución de Chile.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, recibirá el lunes en una ceremonia la propuesta de Nueva Constitución, un texto que si bien incluye derechos sociales reclamados en las calles, también sumó polémicas en un proceso que no ha logrado subsanar la fragmentación social.
En la sede del Congreso en Santiago, Boric recibirá el texto y quedará disuelta la Convención Constitucional compuesta por 154 miembros, paritaria y con escaños indígenas reservados, que comenzó su trabajo el 4 de julio de 2021 de redactar una nueva Carta Magna que reemplace a la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Boric debe después convocar al plebiscito con voto obligatorio para el 4 de septiembre. Si ganara la opción del rechazo, se mantendrá la actual Carta Magna escrita a puerta cerrada durante la dictadura de Pinochet y reformada en algunos puntos durante los 30 años de democracia.
Restan dos meses para la cita del plebiscito pero los sondeos de opinión arrojan el fracaso del proyecto. La medición del Centro de Análisis de Datos de Estudios de Mercados (CADEM) ubica en 51 % el voto en contra del documento redactado por la Convención Constitucional —cinco puntos más que la semana previa— frente a un 33 % que lo aprobaría.
El resultado es similar al de la encuesta de Pulso Ciudadano que arroja 44,4 % de rechazo al borrador de la nueva constitución y 25 % de apoyo. La empresa precisa que el 80,2 % rechaza la normativa por inseguridad, otro 77 % manifiesta incertidumbre y 45,2 % alega miedo.
Boric insiste en sacudirse “la ansiedad” que generan las encuestas. Incluso, exhorta a evitar “equipararla” con la aprobación de su gestión porque «la constitución va a ser para los próximos 40 años, y los gobiernos pasan cada cuatro años».
Es una forma de esquivar los resultados adversos que pesan sobre él. Pulso Ciudadano arroja que su aprobación ronda el 24,3 % —la más baja de su mandato— mientras su desaprobación duplica la cifra al ubicarse en 54,6 %. Quienes respondieron la encuesta también critican a su gabinete: 65,1 % desaprueba el trabajo de sus ministros.
En Cadem su aprobación ronda el 34 % y su desaprobación llega al 59 %. Con estos números, el senador del Partido Socialista, Juan Luis Castro, advierte que si Boric «apuesta todo» a la aprobación de la nueva constitución en el plebiscito de septiembre y finalmente gana la opción del rechazo, su gobierno «se desmorona».
Tensiones y cicatrices
"No fue lo sencillo y amistoso que muchos hubiéramos querido y soñado. No, porque las tensiones eran más fuertes", relató el escritor y convencional independiente Patricio Fernández.
"Las sanaciones son más largas que la simple voluntad", agregó Fernández, sobre las peleas entre convencionales que marcaron el año de trabajo, junto a una activa campaña de desinformación en torno al borrador de las normas.
La composición política inédita de la Convención -con una derecha en minoría- le otorgó a los independientes un papel fundamental, con un total de 104 representantes, mayoritariamente ligados a la izquierda.
"El pueblo unido, avanza sin partidos", gritó un grupo de convencionales, al finalizar el martes la última votación, despertando rabia y reproches por parte de analistas, intelectuales e historiadores, que vieron en ese cántico un tono divisorio y revanchista de la izquierda más radical.
"Hasta el último día intentamos levantar puentes de diálogo, pero no se escucharon, no se recogieron", lamentó el derechista Monckeberg.
Pero los dos tercios necesarios para aprobar las normas terminó por imponer la moderación y construir un texto que, de aprobarse, pondrá a Chile a la vanguardia en varios temas, como por ejemplo, el derecho al aborto.
Constitución de vanguardia
"Esta Constitución es de otra era. Estoy totalmente convencido de que si gana el Apruebo cuando se mire a distancia este proceso (...) se va a ver con mucho más afecto y admiración de lo que vemos hoy día", dice Fernández.
"Buena parte de las excentricidades, las rabietas y altisonancias no se van a ver y lo que se va a ver es el esfuerzo de iniciar un proceso democrático como no se había visto nunca", agregó el escritor.
La Convención innovó también al ser paritaria. Setenta y siete hombres e igual número de mujeres redactaron el texto, que incluyó también por primera vez 17 escaños indígenas, para saldar una vieja deuda con los pueblos originarios, especialmente el mapuche.
"Es el espacio más democrático que hemos conocido a lo largo de este país", destaca la abogada y convencional mapuche Natividad Llanquileo.
El texto reconoce el concepto de plurinacionalidad y le otorga a los indígenas ciertas autonomías, especialmente en justicia.
De cara al plebiscito de septiembre, la mayoría de las encuestas le dan ventaja al "Rechazo", pero en momentos en que todavía no se difunde el texto final en su totalidad y la ciudadanía reconoce sentir confusión.
"En esta propuesta no es todo maravilloso pero tampoco está todo malo", reconoce Fuad Chaín.