Los ministros de Energía y de Medioambiente de los países de la UE se reunirán hoy y mañana (27 y 28) en Luxemburgo para analizar el impacto energético de la invasión de Rusia sobre Ucrania y para intentar avanzar en la gran reforma climática para descarbonizar la UE a mitad de siglo.
Los consejos ministeriales europeos, rutinarios y programados hace más de medio año, arrancarán un día después de la cumbre del G7 en Alemania este domingo, dominada también por la guerra en Ucrania, la crisis energética y las políticas climáticas, y terminarán justo antes de que arranque la cumbre de la OTAN en Madrid, asimismo marcada por el contexto bélico.
Hoy será el turno de los ministros de Energía de los Veintisiete, que debatirán -a puerta cerrada- sobre la situación energética de la UE en el contexto de la guerra de Ucrania, según informó EFE.
El intercambio abarcará en parte el plan "Repower EU" diseñado por la Comisión Europea para reducir en dos tercios la dependencia comunitaria del gas ruso en el plazo de un año, principalmente a través de la diversificación energética, el despliegue de renovables, la eficiencia y la reducción del consumo de gas.
Se abordarán también otras derivadas del convulso escenario energético como el alza de los precios, la futura reforma del mercado eléctrico de la UE, los avances de la plataforma de compras conjuntas de gas o las medidas de preparación en caso de que Moscú ordene una ruptura total de los envíos de gas a la Unión Europea.
Rusia ha cortado ya parte o todo el suministro a varios países de la UE -como Polonia, Alemania, Finlandia, Italia o Bulgaria- y los jefes de Estado y de gobierno de la UE, convocados en un Consejo Europeo en Bruselas, acordaron el pasado viernes actuar de forma coordinada por si abruptamente deja de fluir ese hidrocarburo ruso.
Acordaron que, a partir de información sobre planes de contingencia elaborados por los Veintisiete, la Comisión Europea presente en las próximas semanas un plan de emergencia para coordinar un eventual racionamiento industrial del gas, de forma que el impacto sea lo más leve posible para el mercado único comunitario.
"Hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor", dijo el viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al término de ese Consejo Europeo.
Todos esos intercambios se celebrarán a puerta cerrada, pero los ministros sí abordarán en sesión pública el debate sobre algunos aspectos del plan "Fit for 55" para reducir las emisiones comunitarias un 55% en 2030 respecto a 1990, como senda para que la UE alcance la neutralidad climática en 2050.
En concreto, los países intentarán fijar posición común sobre la Directiva de Eficiencia Energética y Renovables, para poder iniciar más adelante las negociaciones finales con el Parlamento Europeo.
La Comisión propone elevar del 32 al 40% el consumo mínimo de energía renovable en 2030, y una reducción del consumo energético de un 9% de lo previsto en el mismo horizonte.
En principio, los objetivos no están en entredicho y se discuten subobjetivos y metodologías, según fuentes diplomáticas.
MEDIOAMBIENTE
Mañana, en un consejo denso que podría alargarse hasta el miércoles (29/06), los Estados miembros intentarán fijar posición sobre buena parte de los catorce textos legales del paquete "Fit for 55", con el objetivo de iniciar en otoño las negociaciones definitivas con el Parlamento Europeo parte de las leyes de la mayor transición ecológica de la historia de la UE.
Abordarán la reformad del mercado de comercio de emisiones de CO2, el llamado sistema ETS, y su posible ampliación al transporte rodado y los edificios (ETS 2), un fondo social nutrido de estos para acompañar a los más vulnerables en la transición energética, los objetivos de reducción de dióxido de carbono por país y la legislación sobre la gestión del suelo y la silvicultura.
Los ministros de Medioambiente también intentarán acordar su posición conjunta respecto a los nuevos límites de CO2 previstos para coches y furgonetas, así como la fecha en la que en la UE sólo podrán venderse vehículos de "cero emisiones", horizonte que la Comisión Europea y Eurocámara quieren fijar en 2035.
En paralelo, se espera también que los países fijen postura común en una futura ley concebida por la Comisión Europea para impedir que la importación en la UE de madera, café, carne, soja, cacao y aceite de palma y sus derivados genere deforestación en sus lugares de origen, desde Argentina y Brasil hasta Indonesia, Vietnam o Ghana.