ANCAP resolvió adjudicar tres bloques para la exploración de petróleo y gas en el mar uruguayo, luego de una década sin recibir propuestas de este tipo.

Para la empresa pública, la llegada de empresas de estas características se convierte en una posibilidad para comenzar a acercarse a otra cancha: la de producción de hidrógeno verde.  

El presidente de la empresa pública, Alejandro Stipanicic fue quien informó sobre la adjudicación de dos áreas petroleras offshore a Shell y una tercera a APA. Esta última dio un paso adicional, más allá de mostrar el interés para comenzar con trabajos preliminares.

Se comprometió a la perforación de un pozo exploratorio en un período inicial de cuatro años. Stipanicic indicó que el porcentaje de éxito para el hallazgo de hidrocarburos es del 20%. Pero aclaró que así es el negocio del petróleo.

En el caso de Shell, el compromiso fue el de efectuar un programa exploratorio en los dos bloques, además de invertir en modelado 3D.

Las dos empresas deberán destinar US$ 200 millones en una serie de servicios que brindan empresas internacionales para alcanzar así los compromisos propuestos.

Ahora, ANCAP debe elevar al Poder Ejecutivo la adjudicación resuelta para luego proceder con la firma de los contratos para que comiencen las inversiones.

Para el presidente de ANCAP, la llegada de estas multinacionales colocan a Uruguay en el “mapa petrolero mundial” y ofrece  además una oportunidad con mirada a mediano y largo plazo. La empresa tiene previsto lanzar a futuro rondas para interesados en la producción de hidrógeno verde para la exportación. Y estar en ese mapa mencionado por Stipanicic genera buenos antecedentes.

“Cuando se entra a un campeonato como el de la energía, más vale entrar con credenciales”, dijo en conferencia de prensa. “Uruguay es un país perdido, pero está llamado a ser un actor relevante en el hidrógeno verde”, señaló. Expuso que el país tiene las condiciones necesarias de sol y viento para una buena utilización de electrolizadores de hidrógeno verde. “Pero con eso no alcanza”, agregó.  

Indicó que las empresas internacionales interesadas en la producción de hidrógeno verde provienen mayoritariamente del sector del petróleo y gas. “Las empresas de petróleo se crearon hace 100 años. Las de energías renovables no tienen más de 10. Y esas empresas de energías renovables están llenas de directivos que vienen del petróleo y el gas”, expresó.

El jerarca informó que ya hubo contactos con más de 40 empresas que mostraron su interés en la producción de hidrógeno verde.

COEXISTENCIA ENTRE COMBUSTIBLES FÓSILES Y NO FÓSILES
Stipanicic comentó que más allá de avanzar hacia una mayor generación de energías renovables, todavía debe darse una coexistencia entre los combustibles fósiles y no fósiles. Recordó que en la última Expo Sostenible que se desarrolló semanas atrás alguien se le acercó y le transmitió que tenía una propuesta para abandonar los combustibles fósiles.

“De manera instantánea le dije: yo lo firmo. Dejemos de proveer combustibles fósiles mañana mismo”, recordó. Pero frente a esa posibilidad replicó: “¿Y quién se encarga de mover el país? ¿Qué se hace con la sustitución de vehículos eléctricos, que siguen siendo de alta gama, bastante difíciles de cargar y de revender? ¿Qué pasa con los camiones? ¿Y los ómnibus?”.

Por eso, debe producirse en los próximos años esa coexistencia de ambos tipos de combustible como parte de una transición responsable.

El presidente de ANCAP comentó que llegó recientemente en Europa y allí observó cómo algunos países, pese a tener grupos ambientalistas muy fuertes, debieron prender usinas a carbón al quedarse sin el gas natural que proveía Rusia y que ya no lo hace como consecuencia de la guerra con Ucrania.

Por eso insistió en la oportunidad que genera la llegada de empresas petroleras al país para la exploración offshore. “Lo que se quiere es que esas empresas que también tienen inversiones en no renovables, puedan buscar en Uruguay los dos energéticos: los fósiles y los no fósiles”, concluyó.