Si Bolivia, Argentina, Chile, México, Perú y Brasil se integran como una organización que negocie como bloque, la exportación de litio puede dejarles importantes ingresos al año, dice el CELAG
PATRICIA TAPIA CERVANTES
La exportación de litio puede convertirse en una fuente segura de divisas para seis países de América Latina, pues se estima que Bolivia, Argentina, Chile, México, Perú y Brasil podrían ingresar 530 millones de dólares (mdd) al año hacia 2040.
Lo anterior, en línea a la alta demanda mundial de litio, la cual se espera aumente 42 veces para 2040, ya que la emergencia climática está llevando a los países ricos acelerar su transición energética y por ende requieren de nuevos minerales.
“En este escenario, América Latina tiene mucho que ganar si se integra, y mucho que perder si avanza en un proceso de balcanización del litio en el que cada país hace la suya”, señala un análisis del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
Según las estimaciones del organismo, los 530 millones de dólares de exportaciones de litio se distribuirían así entre los seis países:
Bolivia (210.719 mdd), Argentina (193.477 mdd), Chile (96.723 mdd), México (17.071 mdd), Perú (8.837 mdd) y Brasil (4.464 mdd).
“Al año 2022, Bolivia, Argentina y Chile concentran más de la mitad de las reservas mundiales de este mineral (64%). Si a estas sumamos las de Perú, México y Brasil, países con menor potencial, América Latina domina el 68% de las reservas mundiales. Por lo tanto, tendría la llave de un nuevo escenario geoeconómico en materia de transición energética y una fuente segura de divisas para el funcionamiento de sus economías”, refiere el Celag.
LLAMAN A CREAR UNA ORGANIZACIÓN
El centro de investigación destaca que la única forma que tiene la región para aprovechar adecuadamente esta ventaja económica es que negocie como bloque mediante la creación de una Organización Latinoamericana de Países Exportadores de Litio (OLPEL).
Esta organización tendría que estar conformada por un núcleo central, es decir, por los países que encabezan las reservas de litio: Bolivia, Argentina y Chile, y a estos se deben sumarse México, Perú y Brasil “que, si bien hoy no cuentan con reservas probadas tan importantes, serían actores centrales por la transferencia de tecnología y por su peso geopolítico”.
Para el Celag, la integración a nivel supraestatal de estos seis países podría aterrizarse en dos fases:
+ Fase de corto plazo: la suscripción de un convenio/tratado fundacional donde se establezcan las premisas básicas estratégicas, la hoja de ruta, las reglas de funcionamiento, así como los principales puntos de coordinación y articulación.
+ Fase de mediano plazo: suscripción de un convenio/tratado multilateral por el cual se establezca un organismo permanente de articulación y coordinación regional en forma de cartel que tenga como prioridad una política común en materia de precios y producción, y transferencia tecnológica.
“Éste debería registrarse en la Secretaría de la ONU para su reconocimiento como organización internacional. La adopción de este convenio, dados los existentes marcos normativos nacionales, no requeriría modificaciones constitucionales porque no se se necesita ninguna cesión de soberanía al organismo supraestatal”, explica el análisis.