Según el nuevo informe de la consultora NCS Multistage, en marzo hubo 873 etapas de fractura en Vaca Muerta, con un leve incremento en los niveles de actividad respecto de febrero.
Nueve es el número de fracturas de marzo que superó a las cifras de febrero, parece que la incertidumbre por la crisis de precios global y el abastecimiento energético de Argentina se hizo notar.
YPF mantiene la cima del ranking de operadoras que más fracturas realizaron en los pozos no convencionales, realizó 405 durante el último mes.
Seguida por PAE, con 160 y Shell, con 118. El ranking de la Cuenca Neuquina lo completan Tecpetrol con 54 y Pluspetrol con otras 44.
En la suma total, fueron 9 fracturas más que en febrero, cuando se registraron unas 864 de acuerdo al mismo relevamiento.
La cifra muestra una suerte de estabilidad en los niveles de fractura en el arranque del año, aunque por debajo del récord histórico del fracking en Argentina, establecido en noviembre del 2021 con 1122 punciones en total.
Según las cifras de la Secretaría de Energía de la Nación, en los primeros días de febrero las áreas de Vaca Muerta marcaron un hito al producir 200 millones de barriles de petróleo, el 10%, es decir 20 millones de barriles, se extrajeron en tan solo los últimos cuatro meses.
En 2011 apenas se obtuvo un promedio diario de 30 barriles por día, en enero ese rendimiento se disparó hasta los 217.800 barriles diarios, haciendo de las áreas de Vaca Muerta la zona más productiva del país, al punto de que si fuera una provincia, sería la principal productora de petróleo de Argentina.
El actual momento de la producción de Vaca Muerta está caracterizado por un incremento de la producción de shale oil, que busca abrirse camino en el mundo (11% de la producción de Neuquén fue exportada en el 2021), que sin embargo necesita de obras de infraestructura de transporte para poder seguir creciendo.
Otro tanto ocurre con la auge del gas no convencional, que está a la espera de la concreción del gasoducto troncal Néstor Kirchner para poder saltear el actual cuello de botella y lograr la colocación de más gas hacia la provincia de Buenos Aires y en una segunda escala hacia el norte del país.