GUILLERMO LABORDA
Las internas dentro del propio Gobierno acrecentaron las dudas de los inversores en el mercado local. ¿Cómo puede impactar un posible divorcio entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el precio de los bonos, acciones y dólares? este interrogante gatilló una serie de reuniones en las mesas de dinero de bancos, agentes del mercado y fondos de inversión para intentar anticipar lo que sería una crisis política en el Frente de Todos.
El acuerdo con el FMI había proporcionado cierta estabilidad en lo que al tipo de cambio se refiere.
Incluso el "contado con liquidación" cayó desde los $ 235 a fines de enero cuando se temía un default con el organismo internacional, a los casi $ 190 que alcanzó como mínimo.
Ahora los dólares que se operan en la Bolsa volvieron a operarse arriba de los $ 200. Lo bueno dura poco en la Argentina. El kirchnerismo lejos del Gobierno es bueno para los mercados. Pero no en guerra.
"Por ahora la gran pregunta es cómo se sostendrá los 18 meses que quedan de gobierno con esta situación cada vez más tirante. Se está expectante, contando los días hasta que haya una definición de esta pelea" señaló a El Cronista Juan Napoli, presidente del Banco de Valores.
Agregó que "nadie por lo menos públicamente vislumbra una ruptura que podría darse. En mi opinión, se trata de un tema de tiempos; claramente al mercado y a nadie le gusta esta situación y la cuestión central es cómo se define y cuándo".
Por su parte, Franco Tealdi, Asset Manager y próximo Magister en Finanzas en Udesa, señaló que "sin dudas las tensiones políticas generan incertidumbre, en relación a cuanto va a poder avanzar Alberto Fernández hacia el pragmatismo, es decir, acuerdo con los acreedores, medidas pro empresa, entre otras. Todo depende de qué camino tome el Presidente".
"Si vuelve con medidas radicalizadas para limar asperezas dentro del Frente de Todos puede ser un gran problema; por ahora no está ocurriendo". Tealdi agrega que "nunca es bueno tener un gobierno débil y no debe subestimarse la capacidad de daño del kirchnerismo; una guerra total con el Gobierno sería bastante problemática, especialmente por la capacidad de parálisis que puede generar. Alberto Fernández no siempre va a poder apoyarse en la oposición", agregó.
Rafael Di Giorno de Proficio opina que "no es bueno una ruptura total entre Cristina y Alberto Fernández. El mercado puede preferir un gobierno más libre empresa, pero de corto plazo no toma bien la incertidumbre. A todos los sectores les conviene que Alberto Fernández termine bien su mandato. Un descalabro institucional podría subir la prima de riesgo argentina, deprimir aún más los valores de bonos y ejercer presiones cambiarias".
Concluyó Di Giorno señalando que "no es una situación equiparable a la de 2001. En ese momento, la licuación de poder político le impedía a Fernando De la Rúa tomar medidas cuando tenía que enfrentar grandes vencimientos de bonos en pocos meses".
Por otro lado, Martin Polo, Jefe de Estrategia de Cohen Aliados Financieros, afirmó que "un divorcio entre Alberto y Cristina le dará mayor inestabilidad a un mercado que ya viene golpeado y que le cuesta encontrar un driver. No lo fue las elecciones, ni tampoco lo fue el acuerdo con el FMI".
Además sostuvo que "la inestabilidad política complica aun más este panorama dado que se hará más difícil implementar las políticas para cumplir con las metas del FMI. Este año no esperamos mucho, las reformas que den estabilidad de largo plazo no van a estar. Lo que acá se juega es cuán volátil va a ser la transición".