CHRISTOPH STEITZ
Alemania dio nuevos pasos para reducir su dependencia del suministro energético ruso al desvelar los planes de una terminal para importar gas natural licuado (GNL), la última señal de un cambio de política tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
La entidad crediticia estatal alemana KfW firmó un memorando de entendimiento con el principal productor de energía del país, RWE, y con el operador de red holandés Gasunie para construir la terminal en la ciudad portuaria de Brunsbuettel, indicó el Ministerio de Economía.
La medida se produce una semana después de que Alemania anunciara un giro en su política energética para reducir la dependencia de las importaciones de energía rusa, afirmando que el GNL, el carbón e incluso la energía nuclear podrían utilizarse para cubrir el vacío.
Alemania, que depende en gran medida de Rusia para el gas y el petróleo, no tiene hasta ahora ninguna terminal de importación de GNL.
No se ha facilitado ninguna cifra de inversión, pero las estimaciones anteriores eran de 450 millones de euros (US$ 492 millones) para poner en marcha una terminal de GNL en Brunsbuettel.
El Ministerio de Economía dijo que la terminal tendrá una capacidad anual de 8.000 millones de metros cúbicos y se construirá lo antes posible.
El ministro de Economía, Robert Habeck, declaró que, aunque el objetivo de Alemania es crear energía de forma neutral para el clima, el gas es necesario como combustible para gestionar la transición.
"Es necesario reducir nuestra dependencia de las importaciones rusas lo antes posible", dijo el político de los Verdes en un comunicado. "La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania lo hace absolutamente necesario. Con una terminal de GNL en Brunsbuettel estamos ampliando las oportunidades de importación".