La situación presiona sobre los costos de las empresas energéticas y tendrá impacto en el gasto estatal en subsidios
El precio del gas natural se disparó casi 170% en las últimas dos semanas, como consecuencia de la guerra desatada entre Rusia y Ucrania.
La referencia del mercado europeo, el TTF holandés, llegó a alcanzar este viernes un nuevo récord de 213,895 euros por megavatio-hora (MWh), para luego retroceder hasta los 204,145.
Esto equivale a un precio de US$ 65 por millón de BTU, lo cual tiene impacto para un país como Argentina, que es importador neto de gas natural licuado. Vale recordar que el año pasado el país importó a US$ 8,33, una octava parte del valor actual del hidrocarburo.
El salto se dio por el temor a las perturbaciones en las exportaciones de Rusia, que suministra el 40% de las importaciones de gas en Europa.
Por el momento, las sanciones económicas occidentales han preservado al sector energético ruso, pero los compradores se han ido distanciando pese a todo por temor a nuevas medidas.
La situación presiona sobre los costos de las empresas energéticas que operan en Argentina. A su vez, esto tendrá impacto en el gasto estatal en subsidios. En ese sentido, el gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional que los aumentos de tarifas serán mayores a los previstos con anterioridad, aunque no podrán superar a los aumentos de salarios, salvo en el caso de la población de mayores ingresos.
En este contexto, el presidente ejecutivo de YPF dijo esta jornada que ve difícil que el sector pueda ajustar los precios locales a los crecientes niveles internacionales, teniendo en cuenta la complicada realidad de la economía argentina.
"Esperamos continuar ajustando los precios en los surtidores de manera sostenible para contrarrestar los efectos de la depreciación de la moneda y al mismo tiempo apuntar a reducir, al menos parcialmente, la propagación a los precios internacionales", sostuvo.
YPF, que encabeza las operaciones en Vaca Muerta, la cuarta reserva mundial de petróleo de esquisto y la segunda de gas no convencional, informó el jueves que sus ganancias disminuyeron un 54,2% interanual en el cuarto trimestre, a US$ 247 millones.
Para este año, se espera que el precio promedio del gas de producción local sea de USD 3,53 por MMBTU. Mientras que el costo del gas importado de Bolivia —derivado del contrato entre Ieasa y la empresa YPFB de Bolivia— se estima en USD 7,46 por MMBTU.
En los últimos años, la producción de gas en Bolivia comenzó a decaer y también cayeron las importaciones hacia la Argentina.
Según datos de Ieasa, está entregando un 25% o un 30% menos y la empresa se encuentran en un proceso de negociación para la provisión durante el invierno que culmina el próximo 31 de marzo.