La planta, que se construye en la localidad de Llipi, en pleno salar de Uyuni de la región de Potosí, podrá producir 15.000 tn al año
La construcción de la Planta Industrial de Carbonato de Litio registró un avance físico del 66% hasta enero del presente año y se prevé que para fines de esta gestión se inaugure la nueva factoría, según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías.
De acuerdo con el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, la construcción de esta factoría, en la localidad de Llipi, en pleno salar de Uyuni de la región de Potosí, demanda una inversión de $us 115 millones y tendrá una capacidad de producción de 15.000 toneladas (t) al año.
La producción de ese volumen de carbonato de litio permitirá generar importantes ingresos económicos para el país, tomando en cuenta que la tonelada está en alrededor de $us 30.000, señaló en declaraciones pasadas la autoridad.
Su principal aplicación se da en las baterías de ion litio (acumuladores de energía más usados en el mundo), además de la fabricación de cerámicas (esmaltes para porcelana), soldadura autógena, para latón, en la producción de tritio, carburantes, electrodos de baterías, vidrios especiales y otros.
Bolivia comenzó el procesamiento del litio a escala industrial, con la puesta en operación de la Planta de Cloruro de Potasio, al sur del salar de Uyuni.
EXPORTACIONES A ESCALA PILOTO
Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) tiene en operación la Planta Piloto de Carbonato de Litio ubicada en la localidad de Llipi, en Potosí, informó la estatal Ahora el Pueblo.
Rusia, China y Estados Unidos (EEUU) fueron los principales mercados de exportación del carbonato de litio boliviano en el primer semestre del año pasado, producido a escala piloto en el salar de Uyuni, Potosí.
Ocho empresas de Estados Unidos, China, Rusia y Argentina llevan adelante pruebas de pilotaje con salmueras entregadas en los salares de Uyuni, Pastos Grandes y Coipasa.
Se trata de las firmas CATL BRUNP & CMOC, Fusion Enertech, Energy X, Tecpetrol, Lilac Solutions, CITIC GUOAN/GRIG, TBEA Group y Uranium One Group. Las compañías extranjeras realizan las pruebas para demostrar la efectividad de sus patentes de esa herramienta tecnológica.
El objetivo es que cada empresa muestre como mínimo un 80% de eficiencia en la separación del litio de los otros componentes en las salmueras y que un rendimiento menor a ese porcentaje quedará descalificado.
«Si presentan un porcentaje mayor serán considerados y está claro que la que tenga un mejor resultado a menor costo y el impacto ambiental también sea menor, será considerada para establecer negociaciones», afirmó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
El gobierno boliviano apunta a posicionarse en el mercado de la industria del litio y sus derivados en combinación con la Extracción Directa de Litio (EDL) antes de 2025.
Bolivia tiene 21 millones de toneladas de litio certificadas en el Salar de Uyuni por el Servicio Geológico de Estados Unidos, sin considerar el potencial de los salares Pastos Grandes (Potosí) y Coipasa (Oruro) que no están cuantificadas.
RESERVAS DE BOLIVIA
Bolivia cuenta con aproximadamente 21 millones de toneladas de litio en el Salar de Uyuni, Potosí, cuantificadas por el Servicio Geológico de Estados Unidos. Estos recursos son una garantía para las empresas que quieran invertir en proyectos de industrialización de ese mineral.
“Nuestro litio es una garantía porque las empresas que quieran invertir en el país tienen la certidumbre de que el recurso está ahí listo para ser industrializado”, afirmó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, citado en la separata “Más energías para salir adelante” publicada por esa cartera de Estado.
De acuerdo con ese informe, Bolivia posee una de las riquezas naturales más grandes del mundo de este mineral, sin mencionar las que tiene en los salares de Pastos Grandes, en Potosí, y Coipasa, en Oruro, que no han sido cuantificadas.
En esa línea, Molina señaló que una de las prioridades del gobierno del presidente Luis Arce es consolidar la industrialización de los recursos evaporíticos y llegar al bicentenario de Bolivia como un país competidor en la comercialización de hidróxido de litio y cátodos de baterías, productos cuya demanda incrementará al igual que sus precios ante la incursión de los vehículos eléctricos en el mundo.
“Por ello, es que, como Gobierno, queremos apresurar la industrialización en nuestros salares, por eso apostamos a la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL)”, aseguró el ministro de Hidrocarburos y Energías.
La EDL permite disminuir el tiempo en el que se realiza la separación de litio y otros metales que se encuentran en las salmueras, tiene un menor costo y reduce el impacto ambiental, explica ese documento.