El pleno debatirá y votará 40 puntos, pero en diversos colectivos pronostican que se rechazará la mayoría. Desde el Colectivo Socialista pronostican que aprobarían cerca de un 20%
FRANCISCA GUERRERO/LA TERCERA
Entre lo que logró avanzar, para ser votado en particular este viernes, se cuenta "el derecho de participación vinculante e incidente en la toma de decisiones ambientales", además de normas relativas a información ambiental, crisis climática y derechos de los animales. Se rechazaron, en cambio, los ocho artículos sobre bienes comunes naturales; los cuatro sobre principios ambientales, entre ellos, el que consignaba la imprescriptibilidad de los delitos medioambientales, entre otros.
Tal como se anticipaba, este jueves el pleno de la Convención Constitucional rechazó la mayor parte de la propuesta integrada en el primer informe de la comisión de Medio Ambiente y Modelo Económico. De un total de 40 normas, incluyendo dos transitorias, solo seis consiguieron superar los 103 votos a favor necesarios para ser aprobadas en general.
De esta manera, fueron rechazados, para volver a su comisión con la posibilidad de retornar al pleno tras su revisión, los ocho artículos relativos a bienes comunes naturales; los cuatro sobre principios ambientales, entre ellos, el que consignaba la imprescriptibilidad de los delitos medioambientales; tres sobre gestión de residuos, construcción en armonía con la vida y biodiversidad, y dos transitorios.
Además recibieron la negativa del pleno dos artículos sobre crisis climática, siete sobre derechos de la naturaleza, cuatro sobre democracia ecológica y uno de derechos animales. Pero fue en estos ítems donde se encuentran las seis propuestas que sí consiguieron avanzar para ser votadas este viernes en particular.
Lo que consiguió avanzar
El Artículo 1 fue el primero en conseguir el visto bueno, concitando la mayor cantidad de votos a favor de los que fueron aprobados (110). Consigna en sus incisos que “el Estado reconoce la existencia de la crisis climática y ecológica como consecuencia de la actividad humana”, en función de lo cual debe “desarrollar acciones y adoptar medidas en todos los niveles para la gestión de los riesgos, vulnerabilidades y efectos provocados por la crisis climática y ecológica”. Asimismo, señala que “el Estado promoverá el diálogo, cooperación y solidaridad internacional para adaptarse, mitigar y afrontar la crisis climática y ecológica y proteger la Naturaleza”.
Luego, referido a derechos de la naturaleza y con 108 votos a favor, avanzó el Artículo 5, el cual sostiene que “es deber del Estado garantizar y promover los derechos de la Naturaleza, debiendo realizar todas las medidas necesarias de precaución, reparación, restauración y regeneración cuando exista o haya riesgo de degradación o daño ambiental”. Por otra parte, precisa que “la restauración de la naturaleza comprende adoptar las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las consecuencias ambientales nocivas de la actividad humana”.
En materia de derechos de los animales, lograron la venia del pleno los artículos 23 y 25. El primero consigna que “el Estado protegerá a los animales, reconociendo su sintiencia, individualidad y derecho a vivir una vida libre de maltrato”, mientras que el segundo detalla que “el Estado fomentará una educación basada en la empatía hacia los animales y propenderá, a través de la ley, sus órganos y políticas públicas, al bienestar animal”.
En materia de democracia ecológica también fueron aprobadas dos normas, la 33 y la 37. Así, se votará en particular el “derecho de participación ambiental”, en el cual “se reconoce el derecho de participación vinculante e incidente en la toma de decisiones ambientales”; y el “derecho de acceso a la información ambiental”.
A la luz del resultado, Juan José Martin, coordinador de la comisión en cuestión, aseguró que reciben “de buena manera todas las normas que se devuelvan, con el fin de perfeccionarlas” y recalcó que para ello “hay un muy buen precedente con la comisión de Justicias, donde las normas de vuelta ayer (el miércoles) lograron grandes consensos debido a que lograron perfeccionarse mucho más”.
Por otra parte, el convencional representante del distrito 12 y parte de Independientes No Neutrales, indicó que lo que quieren es “lograr una Constitución ecológica con normas lo más perfeccionadas posible, con normas que logran grandes acuerdos. En ese sentido no nos apuramos, no queremos pasar normas porque sí. Si hay normas que el pleno considera que deben volver a ser trabajadas para llegar a sus mejores versiones, así será, tenemos toda la disposición”.
Férreo crítico del informe presentado, Bernardo Fontaine, también parte de la comisión , señaló que “los artículos rechazados deben volver a la Comisión a reescribirse con más sentido común”. Desde su punto de vista esto presenta “una oportunidad para encontrar formas eficaces de proteger el medioambiente, con más acuerdo y técnicamente mejor hechas”.
Vamos por Chile fue el colectivo más crítico y uno de los que enfatizó con especial fuerza el cuestionamiento respecto a señalar como sujetos de derecho a la naturaleza y a los animales. “Es totalmente distinto a lo que jurídicamente entendemos en una adecuada estructura”, indicó Rodrigo Álvarez. Plegándose a las otras críticas, además sostuvo que la propuesta “es un buen ejemplo de lo que hemos visto en esta discusión: un maximalismo absoluto, visiones gigantescas y desmedidas de lo que debe tener un texto constituyente”.
A lo mismo apuntó el ex PPD, Felipe Harboe, quien manifestó que en el informe hay “buenas intenciones”, pero “muy mal logradas”. Desde su punto de vista, además de avanzar a asuntos que son materia de ley, “e incluso reglamentación”, algunas propuestas “carecen de toda evidencia científica y responden más bien a dogmas, consignas, sueños, desahogos legítimas, pero no para imponerlas a la sociedad en una Constitución”.
Aunque adelantando el rechazo a varios de los artículos, Jaime Bassa, convencional del Frente Amplio, intentó ver el vaso medio lleno. “Es una buena noticia, viendo el tipo de diálogo que se genera entre pleno y comisiones, en Justicia, en Cultura y Forma de Estado. Ese es un diálogo que nos hace bien”, indicó ante el resultado. El exvicepresidente de la Convención además destacó que el tema medioambiental “forma parte de la identidad del proceso constituyente”, por lo que asume que hay “un desafío en clave de ecoconstitución que tenemos que ser capaces de satisfacer”.
En un tono similar, Patricio Fernández, del Colectivo Socialista, aseguró que “ningún proceso constituyente atento a la realidad que vivimos hoy podría ignorar esta preocupación y soslayar la obligación de dar un giro”. Dicho esto, indicó que rechazaría muchos de los artículos. Precisando que está “esencialmente de acuerdo” con gran parte de las normas, planteó que “varias de ellas quedarían bien sintetizadas en unos pocos artículos bien escritos, otras debieran ser resueltas en otros espacios constitucionales, otras se adentran en el terreno de la ley”.
En tanto, Benito Baranda, de Independientes No Neutrales, fue uno de los primeros que intervino a favor del informe- “Es esta comisión la de mayor complejidad de esta Convención, en medio de una emergencia climática nunca antes vista por la humanidad y de una visión economicista depredadora que ha avasallado la naturaleza, sin hacer caso a la evidencia científica”.
En ese marco, sostuvo que “es incoherente señalar la importancia de cuidar y proteger el medioambiente y, por otros lado, no aceptar las modificaciones urgentes que son necesarias realizar para efectivamente transformar el cómo estamos las personas ubicadas y relacionadas con la naturaleza”.
Por su parte, Ivanna Olivares, ex Pueblo Constituyente y actual miembro de la Coordinadora Nacional y Popular, uno de los colectivos que aprobó gran parte del informe, indicó que “si rechazan el corazón de este informe no es porque haya problemas de redacción, ni porque se trate de materias legales, sino porque están contra o tienen miedo de hacer el cambio radical que el momento nos exige”.
Desde su punto de vista “tenemos la responsabilidad histórica de dar una señal de que somos capaces de construir un acuerdo democrático que refunde la relación entre personas y la naturaleza. Refundar, sí, porque la única manera de hacernos cargo de la crisis ambiental y ecológica que ya empezó es un cambio radical en nuestra forma de concebir nuestro lugar en el mundo”.
PUBLICADO AYER
"Jueves al rojo" en Chile: La Convención vota normas de Medioambiente
EMOL
"Un jueves al rojo". Así describe un constituyente de centroizquierda el panorama para esta jornada, en que la Convención Constitucional tendrá que debatir y votar en general el primer informe de normas de la Comisión de Medioambiente.
Se trata de 40 artículos en total -dos son transitorios- que establecen desde derechos de la naturaleza, hasta el reconocimiento de los reinos Animalia, Plantae y Fungi en la próxima Constitución.
Sólo los que alcancen al menos 103 votos van a pasar a la votación en particular, que se hará el viernes en la tarde, y los que no, tendrán que regresar a la comisión para un nuevo periodo de debate y redacción.
El pronóstico que hacen desde la centroizquierda es complejo: los más optimistas hablan de que podrían aprobar "entre 10 y 15 artículos", pero los más cautos dicen que, en sus respectivos colectivos, votarían "entre 3 y 7" a favor. La centroderecha, en tanto, se prepara para rechazar masivamente.
"No estoy conforme porque es una versión maximalista una vez más de la Constitución, crea categorías jurídicas nuevas, como los derechos de la naturaleza y los animales, describe mal temas tan complejos como los bienes naturales comunes; profundiza los derechos especiales y superiores para pueblos originarios y tiene una mala construcción de muchas normas que creo que van a ser más difíciles de aplicar, que adecuadas", argumenta Rodrigo Álvarez (UDI), uno de los cuatro convencionales de Vamos por Chile que participa de la comisión.
"Creo que más o menos se van a aprobar, calculando grosso modo, un 20%, y es un estímulo también para avanzar y mejorar. No nos podemos poner una venda en los ojos y aprobar algo que es perfectible. Ese rechazo lo veo como una evaluación o posibilidad de mejora y creo que es mejor a que quede algo que no corresponde, porque esto no es cualquier cosa", explica Trinidad Castillo (Colectivo Socialista), integrante de Medioambiente.
Otras voces del Colectivo Socialista confirman que van a rechazar "la mayoría" de las normas, mismo escenario en el que se ponen en el Frente Amplio y en Independientes No Neutrales, desde donde dicen que aprobarían "entre tres y cinco".
LO QUE SUCEDIÓ EN LA COMISIÓN
¿Por qué se llegó a aquello? Castillo afirma que "faltó diálogo" debido a los cortos tiempos de debate; pero también se explica porque la mayoría de los convencionales de Medioambiente que aprobaron las normas en esa instancia son ecoconstituyentes y comparten visiones similares sobre los puntos que debería contemplar la nueva Constitución.
Los acuerdos transversales entre izquierda y centroizquierda recién se alcanzaron en una etapa final de la discusión del primer informe, y, a juicio de quienes participaron de esas conversaciones, faltó tiempo para mejorar las propuestas.
Pero la instancia tampoco tenía presencia de todas las fuerzas: no hay nadie de Colectivo del Apruebo -antes estaba Bessy Gallardo, que se sumó a ChileDigno- y el Frente Amplio tampoco inscribió a ninguno de los suyos para representarlos ahí.
"Diez o 15 normas creemos que son las trascendentales. Hay otras que tienen dificultades en el sentido de que se cruzan las competencias y no las vamos a aprobar porque corresponden a otras comisiones; otras son redundantes, o tienes 4 artículos para hablar de una materia, y queremos que eso se pueda condensar. Vamos a hacer ese guiño político para luego poder conversar cómo se construye este informe de reemplazo y cómo se abordan las materias particulares", explica Yarela Gómez (FA), parte de los ecoconstituyentes.
Entre los puntos "trascendentales" estarían: el reconocimiento de que existe una crisis climática, que está en el artículo 1°, algunos puntos sobre bienes comunes naturales y los derechos de la naturaleza.
Sin embargo, quienes tienen las visiones más críticas dentro del Frente Amplio advierten que podrían aprobar entre 3 y 7 normas. Según explican en ese colectivo, a partir de la votación de este informe los frenteamplistas buscarán involucrarse más en la discusión de esa comisión, enviando directamente a alguno de sus representantes a intervenir en los debates sobre las normas que deban ser modificadas.
En tanto, desde Movimientos Sociales Constituyentes esperan que se puedan aprobar "la mayoría", de acuerdo con lo que comenta Gloria Alvarado (MSC), integrante de la comisión. No obstante, reconoce que "hay varias cosas que nos gustaría que hubiesen quedado mejor redactadas, sin embargo hay un tema de tiempo que ha primado en el trabajo de la Convención".
"Están los bienes comunes naturales, los principios, los derechos de la naturaleza, el tema de los animales, democracia ambiental. No los podemos perder de ninguna manera, son intransables nuestros y estamos conversando con los diferentes espacios de manera que nos entiendan. En la Comisión de Medioambiente siempre nos han visto como revolucionarios, que queremos cambiar todo. Sí van a haber cambios, porque para eso estamos acá, si no no se habría originado el 18 de octubre", comenta Alvarado, una de las ecoconstituyentes.
"Que va a molestar a algunas personas, sí, pero creo que tiene que haber comprensión. Estos cambios tampoco son abruptos, vienen con toda la gradualidad del mundo porque después viene la bajada de las leyes", suma.
LOS PUNTOS EN CONFLICTO: NATURALEZA Y BIENES COMUNES
Uno de los puntos que genera más dudas entre los convencionales es el que consagra los derechos de la naturaleza. El artículo 4° establece que "la naturaleza (...) tiene derecho a que se respete y proteja integralmente su existencia, restauración, mantenimiento y regeneración de sus ciclos naturales, estructura, funciones, equilibrio ecosistémico y diversidad biológica".
"En el Artículo 6°, cualquiera representa la naturaleza: ¿podría tener la naturaleza distintas voces, distintos titulares, con peticiones contradictorias? Seguro los ecoconstituyentes se imaginan que sólo intervendrán activistas ecológicos en esos juicios y pasan por alto que, si defiende las liebres, habrá otros que defenderán su exterminio como plaga que perjudica otras especies. Esta Convención, si aprueba, creará otra confusión aquí", afirma Bernardo Fontaine de Vamos Por Chile.
Además, en el texto se establecen los deberes del Estado con respecto a esos derechos, y el artículo 10° dice que tendrá que promover una "revisión histórica histórica que busque identificar los procesos evolutivos de la Naturaleza y reconocer las intervenciones humanas sobre ella, y establecer la verdad histórica en la vulneración de sus derechos, a fin de lograr procesos de justicia y reparación integral de la Naturaleza".
Otro de los temas es la definición de los "bienes comunes naturales", que son "aquellos elementos o componentes de la Naturaleza que son comunes a todos los seres vivos y pueblos y naciones de Chile", no apropiables y según el artículo 15°, el Estado podrá autorizar el uso por parte de particulares de estos bienes.
La propuesta define que se consideran al menos: "las aguas en todas sus formas e interfaces, incluyendo glaciares y criósfera; el mar territorial, la altamar y el fondo marino; las playas, dunas y el borde costero; el subsuelo; los humedales; el aire, viento y atmósfera; la radiación solar; los campos geotérmicos; la alta montaña; el cielo y el espacio; y aquellos que declare la constitución y las leyes".
Otro artículo, en cambio, dice que "son bienes naturales comunes, a lo menos, aquellos que declara la Constitución y las Leyes".
Asimismo, se establece que el Estado no podrá asignar autorizaciones de uso sobre bienes comunes naturales existentes en tierras y territorios indígenas para personas naturales o jurídicas no indígenas, o indígenas pertenecientes a otro pueblo, "sin el consentimiento previo libre e informado de cada pueblo respectivo".
ANIMALES Y DERECHOS AMBIENTALES
En otra parte del informe, se consagra que el Estado tendrá como deber asegurar que "que las frecuencias electromagnéticas que somete a la Naturaleza no provocan alteraciones graves a la salud de las personas, animales y ecosistemas, para ello se basará en la evidencia científica pertinente".
En cuanto a los derechos de los animales, una norma reconoce expresamente que deben ser protegidos por el Estado, "reconociendo su sintiencia, individualidad y derecho a vivir una vida libre de maltrato".
Se consideran asimismo ciertos principios, como el de no regresión, progresividad, precautorio, justicia ambiental y ecológica, solidad intra e intergeneracional, transparencia, entre otros; y en el artículo 29° se establece que una vulneración "gravísima" de los derechos de la naturaleza es, por ejemplo, la extinción de una especie o población de esta.
Los delitos, según lo que plantea el informe, serán "imprescriptibles".
Hay todo un apartado denominado "De la democracia ecológica y plurinacional", que, entre otras cosas, consagra el derecho de participación vinculante e incidente en la toma de decisiones ambientales; y establece que los pueblos originarios tienen la facultad de aceptar o rechazar proyectos públicos o privados que tengan impacto "en sus territorios y en los bienes comuns naturales".
Finalmente, se consagra el derecho a la información ambiental y a la justicia en materia ambiental; además de un artículo transitorio que crea un "Servicio para la Crisis Climática y Ecológica" y otro que obliga al Estado a realizar un catastro de vertederos, basurales y microbasurales dentro del territorio nacional.
La última frase de las normas aprobadas dice que "todo aquello que contravenga con lo estipulado en los artículos precedentes, quedará derogado en el plazo de 2 años contados desde la publicación del presente instrumento".