Un nuevo informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) (ver documento anexo) mostró el impacto de la minería en los proveedores locales concluyendo que en 2019, el 50,8% de la facturación de las empresas mineras fue a proveedores locales.
Las cifras se construyen a partir del análisis de datos de ventas y compras de las subramas mineras desagregado por rama proveedora (AFIP); datos de Aduana (para importaciones) y SIPA para empleo formal, todos de 2019.
En 2019, las ventas de las empresas mineras fueron de 210.180 millones de pesos (0,65% del total de las ventas de las empresas de la economía argentina).
Las compras a empresas locales totalizaron los $115.787 millones, equivalente al 0,37% de las compras de la economía y al 55% de la facturación de las empresas mineras
La industria (24%), la construcción (17,6%) y el comercio (15,3%) explican más de la mitad de las compras mineras a proveedores locales.
La industria metalmecánica, la química y la de reparaciones son los principales proveedores industriales de las empresas mineras.
La propia minería, la construcción y hoteles y restaurantes son las ramas en las que la minería gana especial protagonismo como cliente.
El ratio entre importaciones y ventas es similar al de la economía (7,2% vs 7,6%). Es más alto en la metalífera que en la no metalífera.
Dentro de las importaciones directas mineras, más de la mitad son de la metalmecánica (sobre todo bienes de capital), seguida de químicos (soda ash, oxicianuros de sodio) y plásticos (geomembranas, tubos).
Las importaciones indirectas de la minería equivalen al 58% de las importaciones directas. En total, las importaciones directas e indirectas equivalen al 18,5% de las compras mineras.
La minería creó 24.535 puestos de trabajo asalariados formales directos. De ellos, el 8,7% fueron femeninos y el 91,3% masculinos. El empleo indirecto (considerando sólo los efectos de primera ronda) estimado es de 25.268 puestos de trabajo asalariados formales adicionales. De ellos, el 19,5% fueron mujeres y el 80,5% varones. “Ello da un efecto multiplicador promedio de 2,03 (sólo tomando los efectos de primera ronda, de modo que debe considerarse como un piso)”, apuntó el CEP XXI.
“En 2019, los salarios de los empleados directos de la minería fueron en promedio 97% más elevados que la media nacional. El salario en los proveedores fue estimado en 2,4% por encima de la media de la economía”, mencionaron.
Estimamos 25.268 empleos formales indirectos generados por la minería (efectos de primera ronda). La minería metalífera y de litio explica el 88%. En promedio, el multiplicador (de primera ronda) de la minería en empleo es de 2,03 (2,32 en la metalífera y litio y 1,40 en la no metalífera)
La construcción, la industria y los servicios profesionales y empresariales explican más del 60% del empleo indirecto generado por la minería.
Entre empleo directo e indirecto (de primera ronda), la minería generó casi 50.000 puestos de trabajo asalariados formales en 2019.
La participación de las mujeres en el empleo total minero es reducida, aunque mayor en el indirecto que en el directo. El sector de alojamiento y catering es el más relevante en la contribución el empleo femenino inducido por la minería.
Los salarios directos de la minería son 97% más altos que la media de la economía (136% más altos en la metalífera y litio). Los salarios de los proveedores son 2,4% más altos que la media de las empresas del país.
En las 6 ramas más relevantes, los salarios de los proveedores mineros tienden a ser más altos que los del sector. Si en el promedio los salarios de proveedores mineros dan similar a la media es por el elevado peso relativo de construcción y hoteles y restaurantes, de bajos salarios relativos.
El multiplicador del empleo indirecto de la minería fue de 2,03 (tomando en cuenta solo efectos de primera ronda). En la minería metalífera y de litio llegó a 2,32. Con desarrollo de proveedores, ese multiplicador puede ser aún mayor. En 2019, hubo aproximadamente 50 mil puestos de trabajo formales ligados a la minería, con alrededor de la mitad explicados por el empleo indirecto (destacando aquellos de construcción, industria, comercio, servicios profesionales, hoteles y restaurantes y transporte).
El salario directo de la minería es de los más altos de la economía. El salario indirecto es algo mayor a la media de la economía, pero ceteris paribusel sector, hay evidencias claras de que ser proveedor de la minería redunda en mayores salarios, particularmente en ramas de bajos salarios como construcción y servicios de alojamiento y catering.
Un informe anterior, destacó que, en las primeras dos décadas del Siglo XXI, la minería se convirtió en un sector relevante dentro de la estructura productiva argentina. De acuerdo al Indec, el sector pasó de explicar el 0,72% del valor agregado bruto a precios corrientes en 2004 al 0,91% en 2019, con un pico del 1,29% en el año 2006.
Dicha creciente relevancia también se plasmó en el plano del empleo formal privado, que más que se duplicó entre 2001 y 2019, al haber pasado de 10.200 puestos de trabajo formales privados directos a 24.500 puestos.
El sector estuvo particularmente traccionado por la minería metalífera y -más recientemente, litio-, a partir de grandes proyectos de cobre, oro, plata y litio en provincias como Catamarca, Salta, Jujuy y, particularmente, San Juan y Santa Cruz.
Asimismo, estos proyectos tuvieron una contribución significativa a las ventas externas de bienes y servicios: en 1997, Argentina exportaba US$ 177 millones de minería (el 0,6% de las exportaciones totales de bienes y servicios). Para 2011-2012, dicha cifra había superado los US$ 4.900 millones (equivalentes a más de 5% de las exportaciones argentinas). Luego de la caída de precios internacionales, en 2019 las exportaciones mineras alcanzaron los US$ 3.272 millones (4,1% del total exportado), “un monto de todos modos muy relevante”, consideró el CEP XXI.
DESAFÍOS PENDIENTES
+ Minería “a media máquina” (comparada con Chile): mucho margen para mucha más minería
+ Hay margen para creciente desarrollo de proveedores en distintos sectores
+ Feminización de la actividad y sus proveedores
+ Generación de información para el debate público y la transparencia
+Crear crecientes consensos sobre la importancia estratégica de la actividad, evacuando todas las comprensibles inquietudes existentes al respecto en una parte relevante de la ciudadanía