Nuevas formas de almacenamiento y la posibilidad de utilizar el Gasoducto Sur son alternativas que analiza la UE para paliar el impacto en precios y desabastecimiento que provocará el conflicto con Rusia
Los altos precios del gas natural y el conflicto con Rusia obligan a la Unión Europea a tomar medidas. La Unión Europea asegura que se están estudiando diferentes vías para garantizar la seguridad energética de los países miembros, los depósitos se encuentran al 31%. Italia propone apostar al Gasoducto Sur para reemplazar el gas ruso.
Durante su visita oficial a España, la comisaria de Energía de la Unión Europea, Kadri Simson, aseguró que el organismo europeo está planteando soluciones para controlar la subida de precios del gas natural, así como para garantizar la seguridad energética ante el conflicto con Rusia. “La situación exige intensificar nuestra respuesta”.
Entre las propuestas, la Unión Europea baraja la posibilidad de obligar a los países miembros a llenar los depósitos de gas. Sin embargo, el gabinete de prensa de la Comisión de Energía explicó a Newtral.es que todavía hay que esperar a que se publique el nuevo documento sobre los precios de la electricidad. “Debería estar preparado antes de que se reúna el Consejo Europeo”, una reunión que tendrá lugar el 24 y 25 de marzo, según el calendario del Consejo.
El almacenamiento medio de gas en la Unión Europea –con datos del 20 de febrero, los últimos publicados– se encontraba al 31,06% de su capacidad, según la organización Gas Infrastructure Europe (GIE). España alcanza un 58,06% de almacenamiento, el tercer país de los miembros europeos, por detrás de Portugal y Suecia.
Los precios récord del gas que ha alcanzado Europa ha obligado a Bruselas a tomar medidas con el fin de prevenir futuras crisis de suministro o subidas de precios. Como explicó la comisaria de Energía en su visita a España, la legislación actual depende de cada país. “Tenemos que analizar si este tipo de legislación a nivel de la Unión Europea es necesaria” y “estar preparados para la próxima temporada de calefacción”, dijo Simson.
En los últimos meses, los precios de la energía se han disparado en todo el continente europeo. Como recoge el informe de la Comisión Europea sobre los precios de la electricidad, “la recuperación económica tras la pandemia ha alterado considerablemente las cadenas de suministro mundiales”. Añade, además, que “el aumento sostenido de esta materia prima está impulsando máximos históricos de los precios de la electricidad”.
Además de los elevados precios, la Unión Europea tiene que hacer frente a uno de los problemas dentro del conflicto entre Rusia y Ucrania: la dependencia del continente del suministro del gas ruso. Según el informe anual de BP (pág. 47), en 2020 el gas ruso representó más de un tercio de las importaciones de gas natural de la Unión Europea (37%). El gas natural representó el 25% de toda la energía consumida en los países miembros de la Unión Europea, según recoge el comunicado de la Comisión Europea en octubre de 2021.
A través del gasoducto Nord Stream 2 –que conecta el mercado ruso con el interior de la UE sin pasar por Ucrania– pueden circular 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año. Con este se pretendía dar una solución al problema de los precios. Sin embargo, un día después del anuncio del presidente ruso, Vladímir Putin, en el que reconoce las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, Alemania decidió paralizar la aprobación de este gasoducto el 22 de febrero.
En este contexto de precios elevados y conflictos internacionales, la Unión Europea se plantea tomar medidas que no ha hecho públicas todavía. El borrador al que ha tenido acceso la agencia de noticias Reuters muestra que Bruselas está estudiando imponer requisitos mínimos de almacenamiento de gas. Se obligaría a los Estados miembros a garantizar un mínimo antes del 30 de septiembre de cada año con el fin de garantizar el suministro de cara al otoño e invierno.
El almacenamiento de gas natural de la Unión Europea ha disminuido un 18,8% con respecto al año pasado. Los depósitos de gas natural de la Unión Europea se encontraban al 31,06% de su almacenamiento a día 20 de febrero de 2022 –últimos datos disponibles–, según la asociación Gas Infrastructure Europe (GIE). El mismo día de 2021, representaba un 38,27% mientras que, en 2020, el porcentaje era de 63,73%, registrando el máximo desde 2011, primer año del que GIE tiene registros. Entre los países miembros hay diferencias, pero en la mayoría de ellos, el almacenamiento ha disminuido.
ITALIA PROPONE APOSTAR POR EL CORREDOR SUR COMO ALTERNATIVA AL GAS RUSO
El ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, propuso hoy a su Gobierno y a la Unión Europea (UE) apostar por el suministro de gas a través del Corredor del Sur, que va desde eñ Mar Caspio a Europa, para reducir la fuerte dependencia con Rusia, ante las tensiones en Ucrania.
"Dado que el gas es inevitable como combustible de transición (hasta lograr un desarrollo mayor de las renovables), habrá que explorar todas las oportunidades para una diversificación en los países proveedores, incluido el fortalecimiento del Corredor Sur", dijo el ministro en una comparecencia parlamentaria.
El Corredor del Sur es una ruta de suministro de gas natural desde las regiones del Caspio y Medio Oriente a Europa. Cingolani opinó que Italia debe incrementar su producción a nivel nacional, pues importa más del 90 % de sus suministros de gas, alrededor de la mitad de Rusia.
La empresa de hidrocarburos italiana ENI ya ha avisado al Ejecutivo de Mario Draghi que tiene reservas de gas natural preparadas para aumentar su producción si fuera necesario. El encarecimiento del gas y su impacto en las facturas energéticas que pagan hogares y empresas también preocupa al titular de Exteriores, Luigi Di Maio, quien recordó que "el escenario de crisis actual se enmarca en un contexto de fuerte dependencia energética", pues "la UE y Reino Unido importan el 40 % de su gas de Rusia". Sin embargo, añadió, si bien un frenazo en las exportaciones de Rusia hacia Europa penalizará a los países dependientes, también castigará a Moscú, que dejará de vender este gas a "su mejor cliente".
La crisis en Ucrania está teniendo en los últimos días un impacto a las acciones de los bancos italianos en Milán, por su exposición en Rusia. El mayor banco de Italia por activos y capitalización bursátil, Intesa Sanpaolo, tiene en Rusia casi 1.000 empleados, 28 sucursales y activos por valor de unos 1.000 millones de euros, y el lunes bajó un 0,52 % en la plaza milanesa. Peor comportamiento tuvo la segunda entidad, UniCredit (-2,13 %), que también opera en el país desde 2005 y actualmente tiene alrededor de 4.000 empleados, 2 millones de clientes minoristas y una red de 72 sucursales. Los consejeros delegados de las dos financieras rechazaron recientemente una salida de Rusia, porque su apuesta es a largo plazo, pero los riesgos geopolíticos sí desalentaron a UniCredit a comprar el banco ruso Otkritie este año, según reconoció el CEO, Andrea Orcel, el pasado enero.