DAVID MOTTURA
Vaca Muerta está pasando por un proceso de aumento de la producción de petróleo y gas, siendo una industria que puede atraer rápidamente dólares y reactivando la economía en Neuquén. Este escenario puede continuar siempre que las compañías y la política tengan en cuenta temas clave como el precio del recurso, la infraestructura de transporte o la situación macroeconómica, que está a la espera de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
+e consultó a tres consultores en temas de economía y energía para que repasen cuáles son las variables que atraviesan a Vaca Muerta a las que habrá que prestarles especial atención en este 2022.
En las coincidencias está la necesidad de acelerar obras como el gasoducto Tratayén-Salliqueló, sostener las exportaciones de hidrocarburos y poner la alerta en las importaciones, principalmente de GNL, para este verano. También, las tarifas y la posibilidad de implementar la segmentación de subsidios estarán presentes en la agenda.
“Espero que este sea el año de la expansión de la infraestructura para Vaca Muerta, porque estamos a tope de la producción. Asociado, tiene que seguir avanzándose con la exportación de gas y de petróleo”, apuntó Ernesto Díaz, vicepresidente para América Latina de Rystad Energy.
“A nivel internacional, el precio del petróleo en el corto plazo puede tener una corrección hacia arriba, pero después más en la segunda parte del año nuestra proyección en Rystad es de 65 dólares por barril”, dijo a +e. El valor del Brent es importante para la rentabilidad de las operadoras que están exportando y también para determinar el precio interno del crudo.