Tanto tienes tanto vales. Dos muestras del doble racero del mundo frente a la pandemia y las vacunas
Citi advierte a empleados de EE.UU. que serán despedidos si no se vacunan
THOMAS BARRABI/New York Post
Citigroup informó a los empleados que serán despedidos si no cumplen con un requisito de vacunas para toda la empresa antes del 14 de enero, estableciendo la política de vacunación más estricta hasta la fecha para una importante empresa financiera.
El banco recordó a los trabajadores en un memorando que deben presentar un comprobante de vacunación para fines de la próxima semana, reiterando una fecha límite establecida por primera vez en octubre. Pero el memo advirtió que los empleados que ignoren el requisito serán puestos en licencia sin goce de sueldo y terminados el 31 de enero.
Citigroup adoptó su postura de línea dura sobre el requisito de la vacuna en medio de un aumento récord en los casos diarios de COVID-19 impulsados por la variante Omicron. Varios bancos importantes, incluido Citigroup, han dicho a los empleados que trabajen desde casa para comenzar el nuevo año debido al repunte.
Más del 90 por ciento de los empleados de Citigroup ya han cumplido con el requisito de vacunación, y las cifras están aumentando drásticamente a partir de ahí, según una fuente familiar. El banco dijo anteriormente que consideraría exenciones por motivos religiosos o médicos y otras adaptaciones caso por caso.
Los empleados que eluden el requisito de la vacuna pueden ser elegibles para las bonificaciones de fin de año, pero solo si aceptan no emprender acciones legales para obtener el dinero, agrega el memo.
Citigroup anunció por primera vez su requerimiento de vacunas en octubre, aunque el banco no dijo inicialmente que los trabajadores que no cumplieran serían despedidos. La política siguió la directiva de la administración de Biden que requiere que los contratistas federales se aseguren de que sus empleados estén completamente vacunados. En ese momento, Citi señaló que el gobierno federal era un cliente "grande e importante".
Otros bancos importantes han adoptado un enfoque más suave con respecto a las vacunas.
El mes pasado, JPMorgan les dijo a los empleados no vacunados que "trabajaran desde casa temporalmente hasta que se consideren soluciones alternativas". Al mismo tiempo, el banco relajó los requisitos de máscaras para el personal vacunado.
En octubre, JPMorgan les dijo a los empleados que ya no contrataría a personas no vacunadas para puestos de cara al cliente.
Morgan Stanley ha adoptado una postura similar. En julio, el banco comenzó a revocar el acceso al edificio para los empleados no vacunados .
Goldman Sachs comenzó a exigir a los empleados que revelen su estado de vacunación el verano pasado. En agosto, el banco les dijo a los empleados que cualquier persona que ingrese a sus oficinas de EE.UU. debe estar completamente vacunada.
Las políticas de vacunación han complicado los esfuerzos de los grandes bancos para volver a las operaciones normales en medio de una recuperación económica desigual de la pandemia. Varios altos ejecutivos bancarios insisten en que el retorno a la cultura de la oficina es fundamental para su negocio.
Durante una conferencia telefónica en noviembre, un director de Morgan Staney dijo a los empleados jóvenes que estaban "locos por no estar en la oficina todo el tiempo", informó The Post.
El recién instalado alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ya está presionando a los bancos para que regresen a sus oficinas lo más rápido posible. A principios de esta semana, argumentó que los bancos y las empresas "tienen que abrirse" para respaldar una recuperación completa en toda la ciudad.
Novak Djokovic ganó su caso ante la Justicia y podrá jugar el Abierto de Australia
Gaceta Mercantil
El juez australiano Anthony Kelly consideró que la decisión de cancelar la visa al tenista serbio Novak Djokovic fue "irrazonable" y ordenó a las autoridades migratorias que sea liberado de inmediato.
El magistrado también dio la orden de que se le devuelva el pasaporte y todos los demás efectos personales que se le retuvieron cuando fue alojado en un hotel para refugiados de Melbourne.
El representante del gobierno dijo que el Ejecutivo cumpliría con las órdenes del juez pero anticipó que se estaba considerando la posibilidad de cancelarle la visa basándose en el ordenamiento legal.
El juez Kelly le anticipó entonces que una decisión de ese tipo sería "anulada" porque Djokovic no podría regresar al país oceánico por tres años, y exigió que si el gobierno decide en ese sentido, el tribunal tenía derecho a ser informado de inmediato.
La audiencia entre la Corte Federal y de Familia de Australia y los abogados de Djokovic se inició después de una demora por problemas técnicos en la transmisión con el fin de determinar si el tenista podía permanecer en el país.
“Un profesor y un médico altamente calificado han presentado una exención médica. Además, esa exención médica y la base sobre la que se ha otorgado fueron determinadas por un panel independiente [...] establecido por el gobierno del Estado de Victoria. Ese documento estaba en manos del delegado [del Ministerio de Interior]. ¿Qué más podría haber hecho este hombre?”, se preguntó el juez en relación a Djokovic antes de la interrupción de la vista por los problemas técnicos.
La pregunta del magistrado anticipó cuál sería su posición, expresada con claridad posteriormente. De inmediato, Kelly ordenó al gobierno que sacara al deportista del hotel donde estaba para que pudiera observar la audiencia, que entró en un cuarto intermedio por almuerzo.
La orden fue cumplida y Djokovic salió del establecimiento provisionalmente.
CRONOLOGÍA DEL CASO
La polémica comenzó el pasado martes cuando se conoció que la Federación Australiana de Tenis (TAF) le había concedido un permiso especial a Djokovic para competir en el primer certamen de Grand Slam del año a pesar de no estar vacunado, requisito para el ingreso de todo extranjero al país oceánico.
El caso fue particularmente controvertido en comparación con los de otros tenistas como la checa Natalia Vikhlyantseva, que no pudo ingresar al país dado que la vacuna rusa Sputnik V no está habilitada por las autoridades australianas, y Aman Dahiya, que no pudo inocularse debido a que en India no se ha vacunado aún a los menores de 18 años.
Sin embargo, en el marco de diversas críticas de las autoridades políticas australianas por la decisión de la TAF, el serbio y su delegación fueron detenidos al llegar a Melbourne por el gobierno del estado de Victoria debido a irregularidades en su visado, específicamente, respecto a la exención para competir en el Abierto.
Como consecuencia, el número 1 del ranking pasó los cuatro días siguientes en una habitación del Park Hotel de Carlton, un barrio de Melbourne, dispuesto para la detención de inmigrantes, mientras que sus abogados obtuvieron una cautelar para demorar la decisión de deportarlo a su país.
Durante este período, la situación de Djokovic ocupó la agenda del tenis mundial. Figuras como Rafael Nadal y Rod Laver, como también el doblista Jamie Murray, cuestionaron al serbio por no haberse vacunado antes de arribar a Oceanía, mientras que Feliciano López y el no vacunado Tennys Sandgren criticaron a las autoridades australianas.
Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, acusó a las autoridades de “maltrato” al tenista por las condiciones del hotel donde estaba residiendo, y la familia Djokovic fue aún allá: Srdjan, su padre, afirmó que Australia ”pisotea al pueblo serbio” y comparó el hecho con la crucifixión a Jesucristo.
Renata Voracova, doblista checa que tampoco se había vacunado, pudo entrar al país por una exención de la federación, e incluso llegó a jugar un partido junto a la polaca Katarzyna Piter, por el Gippsland Trophy.
No obstante, dos días después de su derrota, fue detenida y alojada en el mismo hotel que Djokovic, y luego regresó por voluntad propia y renunció a su participación en el Abierto de Australia.
Mientras tanto, el equipo legal de Djokovic argumentó que la exención para su cliente se basa en el hecho de que contrajo Covid-19 en diciembre, y que eso lo habilitaba a ingresar a Australia. Sin embargo, el gobierno del país oceánico refutó esa justificación, indicando que la exención se aplica sólo en caso de enfermedad grave, que el serbio tendría que haber comenzado su plan de vacunación una vez recuperado y que el contagio previo no reemplaza la necesidad de inmunización.