Voces diversas en la eterna Babel argentina a propósito de las dificultades eléctricas. Mientras unos peronistas sueñan con que vuelvan las empresas estatales, otros maduran negocios con capitales chinos.
Con las concesiones de las distribuidoras Edenor y Edesur en la mira, alguien recordó las tapas de los periódicos en el duro 1989 de la hiperinflación, la crisis que abrió las puertas para la privatización del sistema eléctrico nacional, un proceso en el que participaron incluso grandes contratistas argentinos que habían formado parte del proceso de descontrol y corrupción, con militares o con gobiernos civiles.
30 años después Argentina vuelve a hablar de lo mismo.
Continuará