Las lluvias, o la falta de ellas, también complicaron el panorama. Se registraron muy pocos eventos de precipitaciones y, al finalizar el año, el acumulado no supera los 200 mm. Y aunque este valor no es muy inferior a lo que suele registrarse en la meseta, sí lo es para la zona de cordillera, que suele acumular alrededor de 500 mm o más cada año.
En los mapas se puede advertir como el déficit de las precipitaciones es muy marcado en la zona cordillera de Neuquén y Río Negro, lo que se evidencia en las falta agua en los principales embalses ubicados en la cuenca del Limay.
A pesar de los escasos eventos de lluvias de este año, hay que destacar algunos eventos de lluvias diarias extremas, que lograron acumular varios milímetros en menos de 24 horas. Las ciudades que mayores lluvias diarias tuvieron son:
Dolores 276 mm (5/1), Marcos Juarez 225 mm (8/4), Sauce Viejo 161 mm (9/4), Oberá 140 mm (26/1), Paraná 132 mm (9/4), Formosa 129 mm (26/3).
A nivel nacional, este año no se ubica como uno de los más cálidos, pero no es motivo de festejo, ya que no estuvo muy lejos. Es muy posible que finalice en el 5° o 6° puesto de los años más calurosos (+0.5°C) en Argentina desde 1961 y mantiene la tendencia, por 11° año consecutivo, de anomalías positivas de temperatura.
El resto de los meses fueron cálidos y es necesario remarcar las anomalías extremadamente cálidas que se registraron en abril y septiembre
Se reafirma la tendencia a registrar años cálidos. Hasta ahora es 100% probable que el 2021 finalice como un año extremadamente cálido.
Analizando la probabilidad en la posición en el "top 10" de años cálidos, hay una probabilidad muy baja (28%) de que quede dentro de los 4 primeros lugares, pero una probabilidad muy alta (93%) de que se mantenga dentro de los 10 años de mayor temperatura en el país.