Con el objetivo principal de establecer la mayor y más sostenible planta integrada de conversión de litio de Europa, El JV (Joint Venture) desarrollará una planta que tendrá una capacidad de producción anual inicial de hasta 35.000 toneladas de hidróxido de litio de grado de batería - un material crítico requerido por la industria de fabricación de baterías de iones de litio, que se espera que crezca más de diez veces para el final de la década.

La planta utilizará un proceso de conversión de eficacia probada, aprovechando las recientes mejoras y tecnologías del proceso para aumentar la sostenibilidad y la eficiencia.

Además, la JV pretende permitir el uso de energía verde para alimentar el proceso de conversión, minimizando y eventualmente evitando la dependencia del gas natural, como es el enfoque convencional.

La empresa conjunta está realizando actualmente estudios técnicos y económicos y estudiando varias ubicaciones posibles. Todavía no se ha tomado una decisión definitiva sobre la inversión, pero la empresa conjunta prevé que la planta comience a funcionar a finales de 2025 y que las operaciones comerciales se inicien en 2026.

Basándose en proyectos similares, la planta podría representar una inversión estimada en unos 700 millones de euros y crear hasta 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos. La JV también está explorando las opciones de financiación de la transición energética adecuadas para reforzar el desarrollo del proyecto.

Se espera que la probada trayectoria de Galp y Northvolt, así como su experiencia y conocimientos complementarios, se vean reforzados con el establecimiento de asociaciones clave a lo largo de la cadena de valor, en concreto para garantizar el suministro de concentrado de espodumeno de alta calidad de proveedores clave.

La planta podrá suministrar hidróxido de litio suficiente para producir 50 GWh de baterías al año (suficiente para unos 700.000 vehículos eléctricos).

Como parte del acuerdo, Northvolt se asegurará la adquisición de hasta el 50% de la capacidad de la planta para su uso en la fabricación de baterías.

Los socios de la JV no cejan en su empeño de impulsar los más altos estándares de sostenibilidad, especialmente en la extracción y concentración de espodumeno, el procesamiento del hidróxido de litio, así como en todos los procesos relacionados.

Los socios confían en que Iberia alberga recursos que pueden recuperarse con una baja huella de emisión de gases de efecto invernadero, utilizando los más altos estándares de protección del medio ambiente y de los derechos humanos, en cumplimiento de las mejores prácticas de la industria y de las políticas medioambientales, asegurando un valor sostenible a largo plazo para todas las partes interesadas.

La participación de Galp en esta JV responde a la estrategia de la compañía de desarrollar nuevos negocios alineados con la transición energética, aprovechando sus competencias industriales y su presencia regional como actor energético integrado, y uno de los mayores actores de generación de energía solar en Iberia.

Los proyectos deberían encajar en la trayectoria de descarbonización de Galp, así como en sus directrices de asignación de capital, según lo anunciado en el último Capital Markets Day de la empresa.

"El desarrollo de una industria europea de fabricación de baterías ofrece una enorme oportunidad económica y social para la región. La ampliación de la nueva cadena de valor europea en sentido ascendente para incluir las materias primas es de vital importancia", comentó Paolo Cerruti, cofundador y director de operaciones de Northvolt.

"Esta empresa conjunta representa una gran inversión en este ámbito, y situará a Europa no sólo con una vía de suministro nacional de los materiales clave necesarios para la fabricación de baterías, sino con la oportunidad de establecer un nuevo estándar de sostenibilidad en el abastecimiento de materias primas. Esta iniciativa viene a complementar una estrategia de abastecimiento global basada en altos estándares de sostenibilidad, fuentes diversificadas y una menor exposición a los riesgos geopolíticos", agregó Cerruti. 

"Se trata de una oportunidad única para reposicionar a Europa como líder en un sector que será vital para reducir las emisiones globales de CO2, en línea con las prioridades europeas y portuguesas en materia de cambio climático", afirmó Andy Brown, director general de Galp.

"Para tener éxito en este impulso, debemos trabajar todos juntos, la industria y los responsables de la toma de decisiones, con un sentido de urgencia, porque si no reclamamos este papel hoy, otros lo harán", finalizó Brown.