Destinará US$ 30 millones para adquirir acciones en los mercados bursátiles y así minimizar el impacto de la inestabilidad financiera en sus negocios
ANDRÉS SANGUINETTI
Tal como lo hizo ya en el 2018 y en el 2020, Pampa Energía termina el 2021 sosteniendo una estrategia orientada a minimizar en el 2022 el impacto de la inestable situación económica y financiera del país en su holding.
El conglomerado empresario que administra sociedades vinculadas al sector energético y de hidrocarburos con cotización en el mercado bursátil local y en Wall Street insistirá el año próximo en limitar la distorsión que creó la crisis cambiaria entre el valor económico de sus empresas y el precio de las cotizaciones de las acciones en el mercado bursátil.
Su objetivo es resguardar el posible daño que el inestable escenario actual le puede causar al precio de los títulos de Pampa Energía y de varias de las empresas que conforman el grupo o donde participa como principal accionista como Transener o Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Para lograrlo, en el 2018 y como consecuencia del inicio de la crisis cambiaria en la que cayó el gobierno que por entonces presidía Mauricio Macri, el ex dueño de Edenor buscó blindarse de las consecuencias negativas de ese proceso aprovechando cierta capacidad de liquidez para mostrar una señal de fortaleza recomprando parte de sus acciones en el mercado bursátil, más que nada para defender el valor de sus papeles.
Ese año, destinó US$ 245 millones para llevar a cabo el blindaje, preocupado por la distorsión que creó el entorno macro negativo entre el valor económico de sus empresas y el precio de las cotizaciones actuales en el mercado.
Así fue que dio la orden de salir a recomprar acciones tanto de Pampa Energía como de Edenor y TGS argumentando que la valuación de sus compañías, medida por sus actuales negocios y los proyectos de inversión a futuro no se reflejaban en las cotizaciones de las sociedades.
El esquema lo reflotó en abril del año pasado, a comienzos de la pandemia del Covid-19, cuando volvió a aprobar un plan para la adquisición de acciones propias, teniendo en cuenta que todavía continúa la existencia de una diferencia entre el valor del holding y el precio de cotización de sus acciones.
Destinó otros US$ 50 millones para recomprar hasta el 10% de las acciones de Pampa Energía con el objetivo de "contribuir al fortalecimiento del holding en el mercado, aplicando la fuerte liquidez que tiene de forma eficiente" y por entender que los efectos nocivos de las medidas sanitarias continuarán provocando inestabilidad en los mercados y mantendrán los daños sobre las acciones de las compañías.
"Las diferencias existentes entre el valor de los activos de la sociedad y el precio de cotización de las acciones en el mercado, no refleja el valor ni la realidad económica que tienen los mismos en la actualidad ni su potencial futuro, resultando ello en desmedro de los intereses de los accionistas de la sociedad", señalaba en ese momento un comunicado de Pampa Energía enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Ahora volvió a refrescar el proceso, informando que destinará otros US$ 30 millones para seguir con la recompra mediante la cual desde el 2018 ya lleva rescatado el 33% de Pampa Energía.
El nuevo programa estará habilitado hasta principios de marzo del 2022 con la finalidad de "contribuir a la disminución de la diferencia existente entre el valor de la sociedad en base al valor de los activos, y el valor de la misma en base al precio de cotización de sus acciones", tal como señala el grupo en el comunicado enviado hace unos días a la CNV.
La intención del proceso es la misma que en los años anteriores. Es decir, la de contribuir a su fortalecimiento en el mercado, aplicando la liquidez del grupo "de forma eficiente y/o al otorgamiento de las acciones a los Beneficiarios del Plan de Compensación en Acciones aprobado el 8 de febrero de 2017 y ratificado por Asamblea de fecha 7 de abril de 2017".
Los US$ 30 millones serán aplicados a comprar hasta otro 10% del capital social de Pampa Energía, con un límite diario para operaciones en el mercado argentino que no podrá ser superior al 25% del volumen promedio de transacción que hayan experimentado las acciones durante los 90 días hábiles anteriores.
En cuanto al precio a pagar por las acciones se estableció en hasta un máximo de US$ 19 por ADR en el New York Stock Exchange y hasta $167 en Bolsas y Mercados Argentinos S.A.
Según explica el informe de Pampa Energía, la operación se realizará con ganancias realizadas y líquidas y/o con reservas facultativas, según surge de los estados financieros Individuales de los últimos nueve meses de este año cuando reportó ganancias mayores a los $56.800 millones.
"Se deja constancia que la Sociedad cuenta con la liquidez necesaria para realizar las mencionadas adquisiciones sin que se afecte la solvencia de la misma", aclara la nota del holding, en la cual se agrega que el plazo en el que las adquisiciones se llevarán a cabo será de 120 días corridos.
Como salvedad, la comunicación advierte que directores, síndicos y gerentes de primera línea no podrán vender sus acciones durante el plazo correspondiente.
Proceso continuo
En el 2018, a partir de la continuidad del plan, Mindlin terminó destinando algo más de US$ 1 millón para recomprar 27.000 American Depositary Receipt (ADR) de Pampa Energía que cotizaban en la Bolsa de Nueva York. Cada uno de esos títulos representaba 25 acciones ordinarias del holding.
Con respecto a Edenor, que por entonces todavía formaba parte del holding, utilizó otros US$ 28,7 millones para adquirir títulos y ADRs equivalentes a algo más de 12,9 millones de acciones ordinarias Clase B.
En cuanto a TGS, considerada al mayor transportadora de gas de la Argentina, Mindlin destinó otros US$ 194,4 millones para recomprar 13.448 ADRs propios (cada uno representativo de 5 acciones ordinarias de la sociedad).
En esta empresa, el empresario es su principal accionista al controlar el 50% del capital de Compañía de Inversiones de Energía (CIESA), a su vez dueña del 51% de TGS, empresa licenciataria del transporte de gas natural, con 9.231 km de gasoductos en el centro, oeste y sur de Argentina, y dedicada adicionalmente al procesamiento y comercialización de líquidos de gas natural a través del Complejo Cerri, ubicado en Bahía Blanca.
El grupo administra empresas vinculadas al sector energético y de hidrocarburos con cotización en el mercado bursátil local y en Wall Street.
En el segmento de generación, Pampa Energía, de manera directa y a través de sus subsidiarias y negocios conjuntos, opera una capacidad instalada de 4.970 MW, que equivale a aproximadamente el 12% de la capacidad instalada en Argentina, siendo considerada como una de las cuatro generadoras independientes más grandes del país. Adicionalmente, se encuentra en proceso de expansión por 280 MW.
En el segmento de petróleo y gas, desarrolla su actividad en exploración y producción de gas y petróleo en 13 áreas productivas y en cinco zonas exploratorias, alcanzando un nivel de producción de 7,7 millones de m3/d de gas natural y 4,5 mil boe/d de petróleo. Los principales bloques productores de gas natural están ubicados en las provincias de Neuquén y Río Negro.
En el segmento petroquímico, opera tres plantas de alta complejidad que producen estireno, caucho sintético y poliestireno, con una participación de mercado local entre el 92% y 99%.
Adicionalmente, a través del segmento Holding y otros negocios, participa en transmisión de energía y transporte de gas. En el primer caso es accionista de Citelec, sociedad controladora de Transener, empresa dedicada a la operación y mantenimiento de la red de transmisión en alta tensión de 21.104 kilómetros, con una participación de mercado del 85% de la electricidad transportada.
Por otro lado, posee una participación directa del 28,5% en Refinor, que cuenta con una refinería con capacidad instalada de 25,8 kb de petróleo por día y 93 estaciones de servicio. Adicionalmente el segmento incluye servicios de asesoramiento brindados a sociedades relacionadas.