Acción Popular, Somos Perú y la mayoría de APP se sumaron al bloque oficialista de izquierda. Castillo no tendrá que acudir al Parlamento. ¿Quién gana y quién pierde?
Las reuniones que salvaron a Pedro Castillo del primer intento de vacancia
ENRIQUE PATRIAU Y DIEGO QUISPE/La República
En el Ejecutivo tienen la convicción de que el peligro de la vacancia contra el presidente Pedro Castillo se neutralizó en buena parte por el llamado a establecer un diálogo con los líderes de los partidos con representación parlamentaria.
En el cálculo inicial, el gobierno sabía que podía convocar –con éxito– a todas las agrupaciones, salvo en los casos de aquellas que buscaban acortar su mandato alegando incapacidad moral (Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País).
Y así ocurrió. Las conversaciones que el jefe del Estado llevó adelante tuvieron un efecto directo en los resultados del martes, cuando la oposición no consiguió siquiera que la moción fuese admitida a debate.
“No se planteó un cogobierno ni nada por el estilo”, señalaron fuentes del Ejecutivo. Esto, de hecho, fue reafirmado ayer por las propias organizaciones políticas que participaron en el diálogo.
El primero que planteó un deslinde de esa naturaleza fue el fundador de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña. En una conferencia de prensa, dijo que APP no había llegado a ningún tipo de acuerdo con el gobierno que pueda ser entendido como una alianza.
“No vamos a negociar con nadie. No estamos empeñados con nadie. Nada de cogobierno. Que se repartan la torta con otros. Podemos Perú, Somos Perú, el Partido Morado se aliaron con el gobierno, ese es su problema”, señaló.
La mención de Acuña a otros partidos obligó a que estos respondan a través de comunicados. José Luna, en representación de PP, dijo que las declaraciones del líder de APP resultaban “desafortunadas” y “carecen de fundamento y solo acrecientan la crisis y la inestabilidad en el país”.
Por su parte, el PM aseguró que “en ningún momento se ha planteado un acuerdo político o participación en el gobierno”. Además, exhortó al presidente Castillo a que “corrija el rumbo”.
En tanto, SP expresó algo similar: que el voto del martes –en contra de admitir al debate la moción de vacancia– responde a la necesidad de “dar tranquilidad al país por el continuo ruido político que se vive”, sin que ello signifique “una alianza ni un cheque en blanco”.
Queda claro que, más allá de la decisión que adoptaron contra la interrupción del mandato presidencial, estas organizaciones prefieren que no se les vincule orgánicamente con el Ejecutivo.
Lo que viene ahora para Castillo es tratar de reconducir su gestión. Los partidos que llegaron hasta Palacio llevaron una serie de inquietudes. Una de ellas, la asamblea constituyente. Al respecto hay que decir que la premier Mirtha Vásquez le dijo hace poco a La República que este tema –si bien importante– no se encuentra dentro del paquete de urgencias.
Tampoco es algo sobre lo que se le haya escuchado insistir a Castillo en las recientes semanas, así que no se prevé que el gobierno mueva demasiado el asunto. Queda pendiente, también, que el mandatario explique con detalle acerca de las reuniones informales en la casa de Breña y su relación con la lobista Karelim López.
La posibilidad de que se impulsen algunos cambios dentro del gabinete también fue un asunto que se discutió.
Cómo se desmoronó
La otra razón es que la derecha y extrema derecha del Parlamento no pudieron encontrar eco en su aventura por derrocar a Castillo. El 2 de diciembre, los vacadores –congresistas de Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular– tenían los 52 votos reglamentarios para que la moción de vacancia presidencial, elaborada por Patricia Chirinos, sea admitida.
Las tres bancadas aliadas contaban con 43 votos, más cuatro de Alianza para el Progreso (APP), tres de Somos Perú, uno de Acción Popular (AP) y uno de Podemos Perú.
En Acción Popular, SP, APP y Perú Libre, la mayoría de legisladores esperaban la publicación del anunciado audio de ‘Cuarto poder’ sobre las reuniones clandestinas en la casa de Breña para tomar una decisión.
Pero, como sabemos, la grabación no comprometió al presidente Pedro Castillo, sino al dueño del domicilio de Breña, Alejandro Sánchez Sánchez. A partir de ahí, el intento por destituirlo comenzó a desplomarse.
El lunes 6 fue un día clave del gobierno para debilitar la moción de Chirinos.
En la mañana, el presidente de APP, César Acuña, en vista de que los audios de ‘Cuarto poder’ no generaron ninguna turbulencia política, anunció que su bancada no apoyaría el pedido de vacancia.
En este grupo, los legisladores Lady Camones y Alejandro Soto, que evaluaban votar a favor, se adhirieron a la orden de Acuña. Solo se mantuvieron en su postura Gladys Echaíz y Roberto Chiabra, quienes no son militantes, sino invitados.
Por la tarde, el mandatario recibió al secretario de Perú Libre, Vladimir Cerrón, y a los portavoces de Acción Popular. Para Castillo tener a la bancada oficialista unida fue determinante para cerrar filas al intento de destitución.
Para esa noche, la moción iba perdiendo fuerza. La cúpula cerronista de Perú Libre había cerrado filas contra Chirinos y sus aliados.
Mientras que 11 congresistas de Acción Popular se reunieron a las 7.30 de la noche para definir su decisión. Ocho dijeron no a la vacancia y tres que sí. La bancada aceptó la votación mayoritaria como su posición en bloque.
Horas después hizo lo mismo Somos Perú, la mayoría se opuso. La presidenta del partido, Patricia Li, había invocado a respaldar la gobernabilidad.
Podemos Perú, en tanto, por orden de José Luna Gálvez, el dueño del partido, acordó que tampoco iban a marcar verde. Solo Carlos Anderson iba a votar a favor.
Esto explica por qué casi a la medianoche, en los exteriores de Palacio, los líderes del Partido Morado, Rodolfo Pérez; Somos Perú, Patricia Li; Perú Libre, Vladimir Cerrón; Podemos Perú, José Luna Gálvez; y el no reconocido secretario de Avanza País, Edwin de la Cruz, salieron en conferencia de prensa a anunciar su respaldo a la continuidad de Castillo.
Para el martes 7, fecha en que el pleno debatió la admisión del pedido de vacancia, la moción solo contaba con 46 votos a favor. Bancadas como Acción Popular habían cerrado sus puertas para cualquier intento de convencimiento de parte de los vacadores. Así lo contó su portavoz Raúl Doroteo.
Era inminente el fracaso de Chirinos y sus aliados. Su derrota se concretó en la noche cuando la votación del hemiciclo solo arrojó que los 46 congresistas previstos votaron a favor: los 43 de la derecha fujimorista y extrema, y los tres invitados de APP (Echaíz y Chiabra) y Podemos (Anderson).
Ofrece cambios en el gabinete
Las bancadas que enfrentaron a los vacadores demandan que el presidente Castillo cumpla con lo que planteó en las reuniones de Palacio con las fuerzas políticas.
Waldemar Cerrón, vocero de Perú Libre, aguarda que haya modificaciones en el gabinete. Wilmar Elera, vocero alterno de Somos Perú, contó a La República que en la reunión que hubo entre Castillo y Patricia Li, el mandatario le aseguró que hará cambios ministeriales.
El portavoz alterno de Acción Popular, Raúl Doroteo, recalcó que el jefe del Estado también se comprometió a rendir cuentas por las visitas al inmueble de Breña. Esas aclaraciones, añadió, las tendrá que dar el mandatario ante la Comisión de Fiscalización del Congreso.
Recordemos que APP pidió que esta comisión, dirigida por el fujimorista Alejandro Aguinaga, tenga facultades para investigar las reuniones de Castillo. Ahí se verá si el profesor cajamarquino honra su palabra.
Castillo invoca al Congreso a “hablar un solo lenguaje”
Luego de salir airoso del primer intento de vacancia, el presidente Pedro Castillo participó ayer, junto al ministro de Turismo, Roberto Sánchez, en la clausura del XV Congreso Nacional de Turismo y aprovechó en hacer una invocación al Congreso para trabajar en conjunto.
“El sector turismo nos inspira y nos da pautas para trabajar unidos, separando diferencias, no es necesario, ya lo hemos vivido, hay que unir estas diferencias, no podemos estar separados, por eso a través del Congreso tenemos que hablar un solo lenguaje”, dijo.
“Creemos que superando estas diferencias y acortando las brechas sociales vamos a tener un país con sus pueblos desarrollados”, agregó el mandatario.
Reacciones
“El presidente hizo un mea culpa y nosotros le hemos sugerido que convoque a todas las fuerzas políticas. No necesariamente para un gabinete, puede ser una mesa de concertación”, Raúl Doroteo, Acción Popular
“Hemos votado en bloque con la idea de apoyar al Perú, no a Pedro Castillo. (El presidente) se ha comprometido a nombrar un nuevo gabinete. No dijo fecha, pero sí que habrá recomposición”, Wilmar Elera, Somos Perú
“Hay que cambiar (el gabinete ministerial), más adelante, con personas idóneas. Si ve los ministerios, casi la mayoría son de Juntos por el Perú y Nuevo Perú, y hay que proponer un cambio”, Waldemar Cerrón, Perú Libre.
Pedro Castillo y la rechazada moción de vacancia: el impacto político en el gobierno y el Congreso
RENÉ ZUBIETA PACCO/El Comercio
El rechazo a que se debata la moción de vacancia contra el presidente Pedro Castillo por permanente incapacidad moral implica que el mandatario no acuda al pleno del Congreso para responder por los serios cuestionamientos contra su gobierno. Para que ello ocurriese, se requerían 52 votos, pero la iniciativa alcanzó finalmente 46 adhesiones, 75 posturas en contra y 4 abstenciones.
Fueron claves las posiciones adoptadas por bancadas como Alianza para el Progreso (APP), donde la mayoría —salvo Roberto Chiabra y Gladys Echaíz— votó en contra; así como las de Acción Popular y Somos Perú, que votaron en bloque oponiéndose a la medida. En el caso de Podemos Perú, solo Carlos Anderson se expresó a favor, mientras que los otros cuatro miembros de dicha agrupación se abstuvieron.
La sesión contó también con el voto en contra de dos congresistas que son ministros: Betssy Chávez (Perú Libre), titular de Trabajo; y Roberto Sánchez Palomino (Juntos por el Perú), cabeza del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
La oposición solo alcanzó cohesión en el bloque de derecha conformado por Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. Entre los cuestionamientos estaban las presuntas presiones del Ejecutivo para ascensos en las Fuerzas Armadas y las reuniones que el mandatario tuvo en una vivienda de Breña y no transparentó, aunque este último tema no estuvo incluido en el texto de la moción.
Pasado el trance de la votación y todo lo que implicó, los politólogos Gonzalo Banda y Gabriela Vega, así como el analista político Jeffrey Radzinsky, analizan el impacto del resultado. ¿Quién gana, quién pierde?
1. ¿Cuán debilitado o fortalecido queda el presidente y su gobierno con el resultado de la votación?
Banda: Siempre, una moción de vacancia termina por debilitar al gobierno a largo plazo. Lo vimos en el caso de Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra. En un sentido, se acostumbra a la opinión pública a tener una posición sobre ese tema. Pasa a estar en una futura agenda, se establece como una posibilidad real y ya no tanto como una amenaza, lo cual podría facilitar algún futuro intento de vacancia. Pero las condiciones en las que se dio este proceso de vacancia son especiales, Castillo estaba alejándose de su núcleo partidario, tenía cada vez más enemigos, problemas en varios frentes, nombramientos polémicos.
Ahora aparece rodeado de sus partidarios y a ello se agregan algunos otros operadores políticos en Alianza para el Progreso y Acción Popular. Entonces, un panorama que era complejo se revierte en términos de circunstancias, porque las circunstancias han hecho que la opinión pública llegara a procesar que este proceso de vacancia no iba a ser bien recibido e iba a tener muchos costos políticos. Ha terminado fortaleciendo por ahora al presidente, aunque en el largo plazo pueda debilitarlo.
Vega: En definitiva es una derrota para la oposición y, sin embargo, para hablar de una victoria del gobierno sí creo que es necesario poner sobre la mesa lo precaria que es. Sí, la oposición no logró ampliarse más allá del núcleo duro (Avanza País, Renovación Popular, Fuerza Popular y 3 parlamentarios disidentes), pero no hay nada que impida que un nuevo intento de vacancia se repita. Los votos y la vocación para presentarla están (y solo faltan 6 para poder admitirla a debate). Pero además, el gobierno sigue perdiendo popularidad y continúa dando razones para, aún no respaldando el reciente intento de vacancia, mantener a la ciudadanía crítica sobre su desempeño, decisiones y entorno cercano.
Radzinsky: El debilitado presidente Castillo se ha fortalecido. Era un liderazgo endeble, que venía en caída no solo por una mayor desaprobación ciudadana medida en distintos estudios de opinión, sino también por falta de cohesión en el oficialismo, cambios reiterados de ministros, dos Gabinetes en cuatro meses. Este fue un incipiente proceso de vacancia, fue poco atendido por la mayoría ciudadana. Ha sido una votación que apostaría a que fue poco interesante o atendida por millones de peruanos.
Sigue claro que si bien puede haber una discusión muy grande entre las decisiones del gobierno o la relación con el Congreso, la mayoría ciudadana está en otra. El presidente tiene una nueva oportunidad —y las oportunidades se van acabando— de replantear. Esta mayor cercanía con Acción Popular y APP, que respaldaron la confianza a los dos Gabinetes, le dan una posibilidad más centrista, que es un espacio en el que puede ganar más que pegado a Perú Libre, porque le permite más líneas de acción. Perú Libre demostró que en cualquier momento lo puede dejar de respaldar, se fracturó la bancada en el voto de confianza para Mirtha Vásquez.
2. ¿Debería el presidente hacer cambios en su actitud y gestión?
Banda: Una interpretación inadecuada sería que el presidente crea que esta bala que ha esquivado lo deja fortalecido en el largo plazo. Tal vez en el corto plazo, sí, porque revela el carácter de una oposición —mediática fundamentalmente— bien torpe, estéril. Pero en el largo plazo, sabe que tener una bancada dividida e intentos de vacancia anteriores hacen que el juego para los diferentes actores políticos ya no sea tan costoso.
El presidente tiene que cambiar sus formas, estilos de comunicación, porque está dejando todo un vacío, que es aprovechado por sus opositores. También es cierto que tiene que cambiar su estilo de aproximación a la gestión pública. Las acusaciones al presidente Castillo son formalmente bastante sustanciosas en algunos casos y significaría que tiene que enmendar un poco. La gente no lo está castigando por la radicalidad de sus propuestas o ser de izquierda, sino fundamentalmente porque revela un entorno de denuncias, corrupción y eso es algo que tiene que enmendar en el corto plazo.
Vega: Sin duda, el presidente Pedro Castillo debería tomar acciones para revertir no solo su posición en este juego de poder, sino su respuesta a la ciudadanía y enmienda de decisiones y nombramientos.
Faltas de ética, responsabilidad, transparencia y comunicación, pero también acciones que minan reformas sobre las que descansan derechos fundamentales, como educación, transporte y otros. Estos cambios son necesarios para sostener su gobierno, para recuperar o mantener el respaldo de la población, pero sobre todo para el destino del país que está en manos suyas y de su equipo.
Radzinsky: Uno de los puntos más criticados son las pésimas designaciones de funcionarios. La gente no sabe exactamente quién es el ministro o en qué sector fue el último escándalo, pero lo que sí percibe es que hay muchas designaciones mal formuladas, con gente sin la mínima capacidad para el cargo, que hay escándalos de corrupción, lo del MTC es lo más escandaloso. El presidente debería hacer unos cambios que incluyan al Gabinete, pero que trasciendan a él. Lo de Essalud es un escándalo también, respecto de designaciones.
Tiene que tener una bandera gubernamental, en más de cuatro meses no ha podido centrar un eje prioritario. Trató de hacerlo con la renegociación de Camisea, pero no hay nada concreto; con la segunda reforma agraria, tampoco; con la bandera de lucha contra la corrupción, pero rápidamente hubo escándalos, incluyendo el del exsecretario general de Palacio y reuniones clandestinas. Tiene que haber por lo menos una bandera, y no la hay.
Hay una desaprobación, pero eso no implica que esa mayoría pretenda la vacancia. Pero a medida que la desaprobación aumenta hay más espacio para no objetar esa vacancia presidencial. Pero la mayoría ciudadana no la tiene como prioridad, sí lo es la mejora en el empleo y los ingresos, la educación presencial con un mejor nivel.
3. ¿Qué imagen deja el Congreso tras los bloques vistos en la votación?
Banda: Los costos políticos de ir por la vacancia hace una semana eran bastante bajos, había muchos estímulos. Este Congreso de la República, en términos prácticos, ha hecho sus cálculos y se dio cuenta de que no le era rentable políticamente ir por una vacancia en la mayoría de los casos. Deja en bastante descolocación al ala de oposición más radical que tiene el presidente Castillo, en una posición bastante incómoda.
Pero todo eso es muy a corto plazo, porque a mediano y largo plazo las condiciones sociales del Perú son inestables. Muchos sostienen la teoría de que los políticos del Congreso sin inexpertos, a mí me parece que Acción Popular y Alianza para el Progreso son bastante experimentados. Saben bien que hay situaciones en las que pueden volver a ser ese voto determinante en situaciones de riesgo.
Vega: Creo que es la foto que ya teníamos sobre la oposición: tres agrupaciones que se mantienen firmes opuestas al gobierno no solo por su desempeño, sino por su mera existencia: el rechazo a Pedro Castillo en la presidencia y a un gobierno de izquierda en el Ejecutivo independientemente de su performance. Por otro lado, un Perú Libre y Juntos por el Perú, que ante la emergencia, definen su postura de entero respaldo frente a la vacancia. Y por último, el resto de partidos considerando —cada vez, de acuerdo a cómo se van desarrollando los movimientos y nueva información disponible— su rechazo a la moción pero criticismo sobre la gestión.
Creo que es importante recalcar que la constante en nuestro sistema fragmentado y sin representatividad es la variabilidad. Esta es una foto, no es adecuado proyectar lo visto el martes como respaldos invariables y sostenidos en el mediano plazo. Para lograr la admisión, eran necesarios solo 6 votos más de los alcanzados, con lo cual decir que era imposible de alcanzar sería bastante atrevido. Lo cierto es que el movimiento de expectativas alrededor de la potencial vinculación directa del presidente a actos de corrupción y su posterior frustración al no encontrarse pruebas que sustenten tales afirmaciones levantaron el costo de sumarse a la moción de vacancia.
Radzinsky: El Congreso tiene una desaprobación y desprestigio grande. Hay mucho rechazo al presidente, pero los encargados de zanjar ese rechazo son igual o más rechazados de cara a la ciudadanía. APP está a la derecha, y entre Perú Libre y APP hay un espectro enorme. Siguen siendo bloques poco predecibles, porque son poco institucionales, ni si quiera las bancadas tienen prioridades de acción, hay que fijarse en los proyectos que presentan, en lo que pasó con el ministro de Transportes, a la interpelación faltaron un montón.
Hablan de que quieren ser duros con el gobierno, ¿y por qué no han censurado a ministros? Al final, mucho ruido, mucho discurso airado, pero parece más un objetivo de sacar al presidente que fiscalizar una gestión gubernamental. La falta de liderazgo opositor debilitó esa votación, que quedó estrecha. ¿Quién es el líder opositor en el Parlamento? Fuera del Parlamento tampoco queda claro. Algunos están tratando de posicionarse, pero no pueden ni cohesionar a sus bancadas.
4. Perú Libre votó en bloque, ¿puede ser una coincidencia pasajera?
Banda: El costo político de que vacaran al presidente Pedro Castillo, para Vladimir Cerrón, era muy grueso. Entre salir del poder y quedarse con el poder en el corto plazo, le convenía quedarse con el poder por ahora. ¿Pero a cambio de qué? Hay que entender que en toda conversación política —y el presidente Castillo lo ha demostrado—, tiende a recompensar políticamente a sus aliados. Castillo entiende la política de esa manera: cuotas de poder, participación en algún ministerio.
Cerrón seguramente ha visto sus cálculos, ha visto las elecciones 2022 a la vuelta de la esquina y se ha dado cuenta de que era muy costoso para ellos de cara a las elecciones regionales, porque los iba a dejar debilitados. Es mejor tener a un presidente de la República y correr a una elección que ir sin esa marca presidencial. Es un ejercicio de poder. También funciona para congresistas de otras bancadas. Alianza para el Progreso y Acción Popular, que tienen importantes cuotas de poder regionales, también seguramente han pensando en esos cálculos políticos de cara a las elecciones regionales del 2022.
Vega: Coincidencia no es. Es un acuerdo y una decisión consciente de sus líderes y miembros. Acuerdo permanente, tampoco. La constante en nuestro sistema fragmentado y sin representatividad, es la variabilidad. Esta es una foto, no es adecuado proyectar lo visto ayer como respaldos invariables y sostenidos en el mediano plazo.
Como en otras bancadas, en Perú Libre conviven distintos liderazgos y su trabajo como bloque no debe ser asumido como constante. En tanto cambien las circunstancias, agendas, costos y beneficios, cada actor evaluará su posición. El comportamiento de cada una de las facciones no puede predecirse, el tablero cambia constantemente.
Radzinsky: Perú Libre está fraccionado desde su propia composición. Y se plasmó eso en la votación de confianza a Mirtha Vásquez. Tiene un bloque alineado con Vladimir Cerrón, un segundo con los maestros y Pedro Castillo y un tercer bloque pequeño, y se juntan para algunas cuestiones. Pero es una falta de cohesión evidente.
Perú Libre votó en bloque porque no les conviene la vacancia, pero programáticamente tampoco pueden coordinar y tener una agenda. El solo hecho de cuestionarnos si la bancada oficialista va a votar a favor o no del presidente, ya demuéstralo endeble que es. Eso, en cualquier democracia desarrollada, se presume.
5. El presidente dijo que seguirá dialogando con los partidos, ¿es garantía para que pare la polarización?
Banda: Creo que es algo positivo para él y para el país en la medida de que de esas negociaciones no surja nada irregular. En el radar de todos los partidos está la elección nacional de acá a un tiempo. Que el presidente empiece a dialogar también significa que al sistema que está pensado para activar bombas cada cinco segundos se le baje un cambio, y haya algún tipo de diálogo y gobernabilidad en el Perú.
Ya se ha generado el consenso —tanto en el Parlamento como en algunos actores económicos— de que vacar a Castillo podría ser más costoso para el país. El presidente tiene una oportunidad, no es tan grande, su condición sigue siendo muy precaria, pero se abre una ventana para que él pueda tener otra vez un espacio de diálogo. Él ya tenía esas ventanas y las ha desaprovechado en otras ocasiones. Como entiende la política, diría que no va a ser muy fácil para él cambiar ese hábito político, pero tiene que hacerlo.
Vega: Si bien la fragmentación y polarización no cambia con reuniones en Palacio de Gobierno, una actitud correcta del presidente —una mezcla de firmeza con humildad— es fundamental para que las otras agrupaciones y liderazgos encuentren vías distintas de vinculación a su gobierno, además del choque o boicot.
Este movimiento debe tomarse como una señal de alerta y de que el gobernar a puerta cerrada, sin hablar a la prensa ni a otros actores políticos, debe dejar de ser una opción. Si estos encuentros se convierten en espacios fértiles para alianzas es otra historia. E incluso en ese caso habrá que estar atentos no solo a que finalmente se logren por la gobernabilidad, sino a que estos se hagan en términos que favorezcan a la ciudadanía y bien común, y no a agendas particulares.
Radzinsky: No es garantía para que pare la polarización. Cierta polarización va a seguir en la medida de que no haya liderazgos centristas y que el tablero de protagonistas políticos y de debate público, de ejes programáticos, no cambie. En ese sentido, algo que podría mover el tablero y recomponer la discusión es el devenir de las próximas elecciones municipales y regionales.
¿La nueva organización política que están promoviendo los maestros va a participar, competirá con Perú Libre, qué fricción habrá ahí? ¿Cómo se recomponerá el mapa de gobiernos regionales? El presidente Castillo ganó en toda la sierra, ¿seguirá con ese peso o lo perderá? El presidente busca cercanía con alcaldes y gobernadores, porque tiene endeble el respaldo en el Congreso y se necesitan alianzas políticas para gobernar. Bajar la polarización es cambiar el eje de discusión: ya no hablo de vacancia sí o no, si constituyente sí o no, sino de cómo será la reforma del sistema de salud, un nuevo plan de seguridad ciudadana, por ejemplo.