Mientras que un 23,26% se usarán para proyectos de exploración y desarrollo
De los Bs 70.527 millones que recibirán las estatales del presupuesto 2022, un 45,32% irá a manos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que destinará la mayor parte de esos recursos en la compra de combustibles.
Pese al cuestionamiento histórico que se hace a las empresas estatales, la administración de Luis Arce Catacora apuesta a este sector como la punta de lanza para reactivar a la economía, que en su primer año sigue languideciendo.
Si bien el 2021 termina con cifras macroeconómicas alentadoras, una encuesta realizada por el Banco Mundial sostiene que el 60% de las familias bolivianas no muestra signos de recuperación.
Así, en este contexto delicado para el 2022, el PGE asignó un 30% de los recursos para reforzar a las empresas públicas una apuesta en el segundo año del mandatario, como lo llaman sus seguidores ‘el hermano Lucho’.
Una de las características del PGE es que un 57,4% se usará para cubrir los gastos corrientes, que se incrementarán en 4%. Los ítems se refieren al pago de sueldo al personal, la compra de bienes y servicios que son esenciales para llevar adelante las funciones administrativas del Estado. Además, en esta partida entran el pago de compromisos adquiridos con agentes externos e internos.
YPFB, la más beneficiada
Según datos del PGE 2022 -que fue presentado por el Ministerio de Economía- del total de los recursos asignados a las empresas estatales, Bs 70.527 millones, Bs 31.967 millones fueron asignados a la estatal YPFB, esto representa un 45,32% del dinero canalizado para las compañías estatales.
El presupuesto otorgado a la estatal es superior a la que se concedió al sector Salud, que recibirá una asignación de Bs 23.590 millones, mientras que educación tiene un techo de Bs 25.370 millones.
Incluso si se suman ambos presupuestos la cifra llega a Bs 48.960 millones, un monto inferior a lo que reciben todas las empresas estatales. No obstante, el gobierno sostuvo que dentro del presupuesto consolidado para 2022 las asignaciones a estos sectores representan un 20,8% (10,8% Salud y 10% Educación).
En una entrevista realizada por Bolivia TV, el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Zenón Mamani, explicó que los recursos asignados a la compañía estatal representan un 55% de los recursos que el gobierno asignó para la adquisición de bienes y servicios del Estado.
Para esta partida, el Estado estableció un techo presupuestario de Bs 58.347 millones. De esa cantidad, según la explicación de la autoridad, Bs 31.967 millones se destinaron para Yacimientos.
“Ustedes saben que YPFB es la única empresa que puede garantizar la compra de combustibles; por lo tanto, Yacimientos destina estos recursos para sus gastos de operación. En este caso estamos hablando de mayoreo, que es la compra de combustibles, y se tienen que garantizar estos recursos”, señaló la autoridad al medio de comunicación estatal.
De los recursos manejados por Yacimientos, Bs 21.145 millones (el 66,14% de su presupuesto) se destinará para la compra de combustibles. Mientras que otros Bs 7.437 millones, (un 23,26%) se usarán para proyectos de exploración y desarrollo. Y otros Bs 3.385 millones fueron asignados para otros gastos que no fueron detallados por el gobierno.
Mamani insistió en que los recursos, en especial de las compras de combustibles, son necesarios y lamentó que “algunos analistas tratan de confundir” cuando cuestionan los recursos del gasto corriente que tiene el PGE previsto para el siguiente año.
Incluso la autoridad afirmó que dentro de esa partida está contemplado el pago de los salarios de los médicos, maestros, policías y militares. Por eso, dijo que estos gastos “están justificados”.
En la presentación del presupuesto, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró que la asignación de estos recursos a Yacimientos es necesaria para garantizar la provisión de combustibles y los proyectos exploratorios que se tienen en el sector hidrocarburífero.
Es más, la autoridad destacó que en su conjunto las empresas estatales aportan con Bs 74.250 millones al PGE, que representa un 31% de los ingresos programados para el 2022. De esta cantidad, según los datos presentados por la autoridad, solo YPFB genera Bs 43.028 millones.
Los otros ingresos serán generados por las compañías mineras del Estado, que aportarán Bs 4.018 millones. Además, el gobierno prevé que la línea aérea Boliviana de Aviación (BoA) reporte ingresos económicos que superen los Bs 1.775 millones y se prevé que las otras firmas generen Bs 5.395 millones.
Observaciones
El economista y exdirector de la Fundación Milenio, Napoleón Pacheco, dijo que seguir asignando recursos a las empresas estatales “es continuar con el despilfarro que ha hecho el MAS en los 14 años de gobiernos anteriores”.
Observó que cuando el presidente Luis Arce tomó las riendas del país asignó a las empresas estatales recursos importantes provenientes del Banco Central de Bolivia (BCB).
“Lamentablemente las empresas estatales no generan utilidades y menos beneficios; por lo tanto, no podrán amortizar el capital que han recibido para poder crearlas”, explicó el especialista.
Sostuvo que el gobierno continuará apostando por darle una mayor asignación de recursos, porque si se realiza un recorte en los presupuestos sería reconocer que se cometió un error garrafal.
“Entonces no lo van a hacer. Continuarán con esa política de invertir en empresas estatales, que funcionan en base a los recursos que les llega del Tesoro General de la Nación (TGN) y que son agencias de empleo. Es imposible que recapaciten o establezcan metas de rendimiento”, afirmó el especialista.
Sobre la asignación de recursos de Yacimientos, sostuvo que durante los 14 años de administración del gobierno de Evo Morales no se descubrieron mayores reservas de gas natural.
“Hay un nuevo boom en el precio de las materias primas, como los hidrocarburos, pero no nos podemos beneficiar por la falta de volumen de gas”, agregó.
Dijo que mientras los precios de las materias primas sigan altos, el gobierno de Arce tendrá un leve oxígeno de recursos por las exportaciones que realizará YPFB.
Por este contexto, agregó que la administración tendrá que recurrir al financiamiento externo.
Poca inversión social
El especialista en finanzas Jaime Dunn señaló que el presupuesto refleja una clara disminución de la renta petrolera debido a una reducción en el volumen de las exportaciones de gas.
Alertó que si no se hace algo al respecto, dentro de poco el país podría comenzar a importar incluso el propio gas natural.
Pero lo que más observó es la reducción de la inversión social, que dentro de la inversión pública representa solo un 17,2%.
“Están apostando por un incremento del 10% de operación de las empresas públicas, que ya han demostrado poca capacidad de generación de ingresos”.
Según la inversión pública programada para el próximo año, el gobierno estableció un techo de US$ 5.015 millones.
De esa cantidad de recursos un 42,5% serán destinado al área productiva y en sectores como energía que recibirá US$ 316 millones, agropecuaria que tiene una asignación de US$ 274 millones. Mientras que el sector minero tendrá la mayor porción de recursos con un techo de US$ 810 millones, y los hidrocarburos tendrán una inyección de capitales por US$ 359 millones; a esto se suma el sector industrial, que recibirá US$ 368 millones, y el turismo, solo un millón de dólares.
En tanto que la inversión en Salud para el próximo año es de US$ 377 millones y educación recibirá un techo de US$ 97 millones. A esta se suman los US$ 126 millones para Saneamiento Básico y los US$ 213 millones destinados para la Construcción de Viviendas. Por otro lado, la inversión en Deportes es de solo US$ 38 millones y para Cultura, US$ 7 millones.
Sin embargo, el ministro Montenegro dijo que el gobierno está “aumentando el presupuesto, y la tasa de crecimiento de la economía”. Además, sostuvo que la administración del presidente “está reduciendo el déficit fiscal”.
“Se está aumentando la inversión pública y se ha diversificado en varios proyectos, fundamentalmente productivos”, resaltó.
La autoridad estatal pidió valorar el “esfuerzo que se hará en la gestión 2022, para incrementar la capacidad productiva de la economía”, destacó.
No obstante, desde la Fundación Milenio observaron que el PGE plantea una serie de dudas sobre su razonabilidad y prudencia, lo cual, desde ya, advierte de eventuales dificultades para la salida de la crisis económica que actualmente vive el país, golpeada también por la pandemia.
Bonos
Deuda externa. Según el PGE presentado por el gobierno, la previsión del financiamiento externo será de Bs 36.649 millones (US$ 5.342 millones), de los cuales casi Bs 14.000 millones serían obtenidos con la emisión de bonos soberanos.
Desde la Fundación Milenio indicaron que, si esta meta se cumple, se alcanzarían los límites recomendados de endeudamiento sobre el PIB (40%), lo cual dejaría a Bolivia sin márgenes suficientes para una expansión económica de mediano y largo plazo.
Milenio también señaló que llama la atención la falta de explicaciones de las razones por las que, hasta el día de hoy, no se ha concretado la anunciada colocación de bonos soberanos para este año, de 3.000 millones de dólares.