PABLO SACCONE*
Allá por 2008, de la mano de Osvaldo E. González, quien fuera mi profesor de geología económica, tuve la oportunidad de tramitar mi pasantía profesional en la Compañía Minera Aguilar.
Tucumano de cuna, orgulloso de nuestro completísimo laboratorio geológico-minero que es el NOA, jamás imaginé que el sello apasionante que tengo por la minería se daría a través de mi breve estadía en El Aguilar. Dejando sentimentalismos de lado, este yacimiento tiene relevancia histórica notable, ya que se trata de la única mina que trabajó de manera ininterrumpida por más de 85 años, algo excepcional en nuestro país.
Otro detalle bastante curioso fue el desarrollo poblacional y todos los aspectos socioculturales que conllevan la vida del minero, que en este caso, sin lugar a dudas, siempre tuvo la impronta de la vieja minería andina.
Situada en el departamento jujeño de Humahuaca, distante a unos 47 kilómetros de la localidad de Tres Cruces, en la sierra homónima, la naturaleza caprichosa de la geología generó este tipo de depósito mineral conocido como Sedex (Sedimentario Exhalativo). La mineralización primaria consiste principalmente en galena, galena argentífera (sulfuro de plomo y de plomo-plata) y esfalerita ferrífera “marmatita” (sulfuro de zinc) lo que lo convierte en un yacimiento de plata, plomo y zinc.
Las características de la mineralización, su emplazamiento en la roca de caja y estructuras geológicas presentes han hecho de su explotación una combinación de modelos tanto a cielo abierto como subterránea, para este último caso alcanzando profundidades superiores a los 700 metros hacia el ocaso de la mina. Hasta su cierre en 2020, Compañía Minera Aguilar procesaba sus concentrados en la planta de Palpalá.
La emblemática mina pasó por muchas manos; las primeras evidencias se remontan al imperio inca. Ya durante la época colonial los jesuitas establecidos en Yavi intentaron recuperar plata de estos yacimientos. Los primeros registros con padrón minero concesionado en 1891, como Mina Tapada, estaban a favor de. Pinto.
Para 1923, geólogos de Saint Joseph Lead negociaron la propiedad a favor de esta empresa. En 1925 se consolida con la denominación de Compañía Minera Aguilar S.A. (CMASA); luego vendría Río Tinto Zinc Company, entre otras. En sus últimos días quedó en manos de la multinacional Glencore (poseedora de diversos yacimientos en Latinoamérica). El proceso de cierre de El Aguilar estaba previsto para el año 2021, las razones sanitarias inducidas por la pandemia adelantaron el triste e inevitable paso.
(Tomado de Sureda 1999)
*Geólogo