Mientras la economía mundial se recupera, Washington se siente frustrado porque la OPEP + han rechazado pedidos para acelerar el suministro
TIMOTHY GARDNER Y MUYU XU
Los gobiernos de algunas de las mayores economías mundiales están estudiando la liberación de sus reservas estratégicas de crudo, tras un inusual pedido de Washington de un movimiento coordinado para enfriar los precios de la energía antes de una reunión de los principales productores de petróleo.
El gobierno de Joe Biden ha pedido a un amplio abanico de países, entre los que se encuentra China, por primera vez, que consideren la posibilidad de liberar reservas de crudo. Otros grandes demandantes de crudo como India, Japón y Corea del Sur también participaron en las conversaciones.
Panorama
Mientras la economía mundial se recupera de la pandemia, Washington se siente frustrado porque la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados como Rusia) han rechazado sus pedidos para acelerar el suministro de petróleo adicional.
Las naciones de la OPEP, por su parte, han dicho que las economías mundiales siguen demasiado frágiles para justificar un rápido aumento de la oferta.
El mercado se desplomó el viernes, después de que Austria anunció que volvería a imponer un confinamiento total por el aumento de casos de coronavirus y Alemania -la economía más grande de Europa- podría seguir su ejemplo pronto.
Con el aumento de los precios de los combustibles y otros costos, el presidente demócrata Joe Biden se enfrenta también a la presión política de cara a las elecciones legislativas de mitad de mandato del próximo año. Una encuesta de Reuters realizada en octubre mostró que el 67% de los adultos estadounidenses está de acuerdo en que la inflación es una preocupación muy grande.
“Los miembros del equipo de seguridad nacional de Biden discutieron la necesidad de satisfacer la demanda de combustible”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. “Esa es una conversación en curso y que estamos teniendo con una serie de socios”, señaló.
La OPEP+ tiene previsto reunirse el 2 de diciembre. El grupo ha estado aumentando la producción en 400.000 barriles por día (bpd) mensuales, deshaciendo de forma gradual los recortes récord de producción realizados en 2020 cuando la pandemia disipó la demanda de combustible.
“No se trata de que no haya suministros disponibles”, dijo Hardeep Singh Puri, ministro del Petróleo de India, en una conferencia en Dubái. “Hay 5 millones de barriles diarios de suministros disponibles que no se han liberado por cualquier motivo”.
Aunque la OPEP+ ha estado aumentando el bombeo en 400.000 bpd mensuales desde julio, todavía tiene unos 3,8 millones de bpd en recortes de suministro que aún no ha devuelto al mercado. Algunos miembros del grupo no han podido cumplir con los objetivos de producción debido a años de subinversión.
“La mitad de los miembros no pueden cumplir con sus cuotas debido a su propia subinversión”, dijeron analistas de Goldman Sachs.
La oficina estatal de reservas de China dijo a Reuters que está trabajando en la liberación de reservas, pero no comentó la solicitud estadounidense. Sería la primera vez que China -el segundo consumidor mundial de crudo y el mayor importador- participa de una liberación coordinada con Estados Unidos.
Pekín celebró su primera subasta pública de reservas de petróleo en septiembre. La consultora Energy Aspects dijo en una nota a sus clientes que se espera que Pekín libere otros 10 a 15 millones de barriles de crudo de sus reservas en el este de Zhoushan en su próxima ronda de subastas.
“Cualquier petróleo liberado de la SPR (Reserva Estratégica de Petróleo, por sus siglas en inglés) china tiene que ser rellenado en un plazo de 90 días”, indicó. “El mercado debería centrarse en dónde encontrarán estos países el crudo para rellenar estos depósitos dado lo bajas que son las reservas”.
Estados Unidos tiene la mayor reserva estratégica, con más de 600 millones de barriles. Su SPR fue creada en los años 70, tras el embargo de petróleo árabe, para garantizar que el país tuviera un suministro adecuado para enfrentar una emergencia.
En los últimos años, el auge del petróleo de esquisto ha hecho que la producción estadounidense rivalice con la de Arabia Saudita y Rusia. Esto ha permitido a Estados Unidos ser menos dependiente de las importaciones de energía de otras naciones, sobre todo de los miembros de la OPEP.