China confirmó el secuestro de cinco de sus ciudadanos en un ataque contra una mina en el Este de República Democrática del Congo (RDC) y ha pedido a las empresas y los ciudadanos del gigante asiático que aumenten las precauciones tras los últimos raptos en este país y en Nigeria.

La embajada china en Kinshasa publicó en el servicio de mensajes en línea WeChat que los cinco mineros fueron secuestrados el domingo temprano en Kivu del Sur, al límite con Ruanda, Burundi y Tanzania.

Pidió a todos los ciudadanos chinos que abandonaran la ciudad y las provincias vecinas de Kivu del Norte e Ituri, diciendo que la situación de seguridad en la zona era "extremadamente compleja y sombría" y que había pocas posibilidades de proporcionar ayuda en caso de un ataque o secuestro.

No se dieron detalles sobre los secuestrados, para quién trabajaban o quién se sospechaba que se los había llevado.

"Todos los ciudadanos chinos y las empresas con inversión china en el Congo deben prestar mucha atención a las condiciones locales, aumentar su conciencia de seguridad y preparación para emergencias, y evitar viajes al exterior innecesarios", dijo la embajada.

Además, el sábado (20/11), un guardabosques de un parque de conservación congoleño murió cuando 100 hombres fuertemente armados, presuntamente ex miembros del grupo rebelde M23, atacaron un puesto de patrulla cerca de la aldea de Bukima en Kivu del Norte. Otros guardabosques huyeron ilesos.

Varios grupos armados, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, conocidas por sus siglas en francés FDLR, los Mai-Mai y el M23 compiten regularmente por el control de los recursos naturales del este del Congo.

A pesar del peligro, las empresas chinas se han trasladado al Congo y otros estados africanos inestables en busca de minerales raros y otros recursos naturales. Los trabajadores chinos también han sido objeto de secuestros y ataques en Pakistán y otros países con insurgencias activas.