Varios de los principales referentes del empresariado argentino viene manteniendo encuentro con el presidente Alberto Fernández, pero ahora deberán hablar ya conocido el resultado de los comicios
Dólar y mercados: qué esperan los analistas para el día después de las elecciones
JUAN PABLO ALVAREZ
Una vez finalizado el gran evento político de 2021, el mercado empieza a sacar conclusiones de cara a 2022.
En materia de activos, los analistas creen que si el gobierno da señales positivas y "no se radicaliza" habrá un mejor ánimo a partir del equilibro en el Congreso. Sin embargo, absolutamente nadie espera que se repita un rally como el de 2013.
Por otro parte, luce improbable que el gobierno sostenga el ritmo de depreciación nominal actual del peso, ya que con la inflación de los últimos meses aquello genera una apreciación en términos reales, difícil de sostener con las magras reservas netas con las que cuenta el Banco Central (US$ 4650 millones, según estima la consultora Equilibria).
"Es probable que tengamos algún deslizamiento más rápido del tipo de cambio oficial, pero la brecha solo se achica por las buenas, es decir, en el marco de un acuerdo con el Fondo, con un programa sólido en lo fiscal y monetario", señaló Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica.
Y advirtió que si se se acelera el crawling peg, "la tasa le tiene que ganar a la expectativa de depreciación del tipo de cambio oficial para que no se resienta la liquidación de la cosecha".
En tanto, el economista jefe de Facimex Valores, Adrián Yarde Buller agregó que, en lo inmediato, esperan que "la prioridad pase por el abordaje de las presiones en el frente cambiario, con el BCRA acelerando la tasa de devaluación, apuntando a estabilizar las reservas y a reducir gradualmente la brecha cambiaria".
En línea con esta visión, un informe reciente de Econviews destacó que "los desbalances tarifarios, cambiarios y fiscales no pueden mantenerse en el tiempo y deben corregirse".
Quien fue escéptico respecto de la posibilidad de que haya cambios profundos en los próximos dos meses fue el portfolio manager de Consultatio, Francisco Mattig, que expresó: "Estimo que noviembre y diciembre van a ser una especie de puente de tiempo, en el cual no va a pasar demasiado hasta que se reordene un poco la parte política y sigan las negociaciones con el Fondo".
En el frente financiero, los analistas coinciden en que un Congreso más equilibrado mejorará el clima un poco, pero que de ninguna manera se espera un rally de activos al estilo 2013, año en el que Sergio Massa derrotó al espacio de Cristina Kirchner en provincia de Buenos Aires.
"El mercado va a tomar de manera favorable el resultado, tanto en acciones como en bonos, pero no espero una reacción tan eufórica como la de 2013, ya que en 2013 el descalabro monetario no era tan grande como ahora", sostuvo Juan Ignacio Abuchdid, presidente de Invertir en Bolsa.
"El Banco Central tenía reservas en 2013 y el déficit fiscal era mucho más chico. Había posibilidad de tomar más deuda, porque el nivel de endeudamiento era menor. Veníamos de una década bastante buena para emergentes y quedaban stock por consumirse", detalló Abuchdid.
En tanto, en lo que refiere al frente cambiario, el presidente de Invertir en Bolsa explicó que "se puede ver como reacción inmediata alguna oferta en el mercado de dólares", pero consideró que "para que eso se mantenga" el Gobierno deberá "ir resolviendo el descalabro monetario".
Por su parte, Mattig añadió que la posibilidad de un rally al estilo 2013 está "limitada" por una macro mucho más "delicada". En ese sentido, señaló que la brecha cambiaria actual es el doble que en aquel entonces, las reservas son un tercio y la inflación es casi el doble.
Furiase mencionó que, para el mercado, el dato positivo de las elecciones de ayer es que "no hay espacio para una radicalización", dado que "no hay stocks ni mercado". Pero, aclaró: "Los tiempos de la política pueden no coinciden con los del mercado y si la señal política del Gobierno no llega en tiempo y forma la presión cambiaria podría agravarse".
El día después: Preocupaciones y miedos de los empresarios
MATÍAS BONELLI
Llamado al diálogo, gobernabilidad y cambios en el Gabinete son las aristas del triángulo que conforman las principales preocupaciones de los empresarios, de cara a lo que muchos entienden que será una suerte de "segunda etapa" del gobierno.
Lejos de verse sorprendido por los resultados de las legislativas, el mundo empresario ya daba por descontado que al oficialismo le sería muy complicado dar vuelta los números de las PASO.
Así, el escenario que queda planteado ahora no hace más que reafirmar la serie de planteos que ya se vienen poniendo sobre la mesa desde hace un tiempo.
"Todo debe partir del diálogo; pensarlo de otro modo es errado. Sin dudas ese es el punto más alto de cualquier listado que se pueda hacer", sostuvo a El Cronista Mario Ginman, titular de la Cámara Argentina de Comercio.
La idea de la convocatoria al diálogo circula ya desde hace varios días y, si bien es recibida por los empresarios, también es cierto que tienen sus dudas respecto de la efectividad que pueda tener esta iniciativa.
En parte, en la previa de las elecciones generales, el propio presidente Alberto Fernández se anticipó y mantuvo en las últimas semanas algunos encuentros con empresarios, por lo que poco de los planteos que pueda escuchar le serán novedosos
Y en aquellas reuniones lo que quedó sobrevolando es otra de las preocupaciones que seguirá vigente tras estas elecciones, que tiene que ver con el grado de gobernabilidad que tendrá la gestión Fernández.
Uno de los empresarios que estuvo presente en alguno de esos encuentros sostuvo hoy a El Cronista que el presidente siempre se preocupó por mostrarse fuerte en ese sentido, aunque reconoció que no logró eliminar las dudas de todos los hombres de negocios.
"Será muy importante dar señales claras en este sentido. Y aquí tenemos que tener en cuenta algo que no es menor. Hoy ya todos, en la Argentina y en el exterior, estamos mirando esto, por lo que cualquier gesto hacia un lado o el otro será importante", afirmó el empresario.
Este punto está estrictamente ligado a otro. La posibilidad de que una derrota vuelva a generar cambios en el Gabinete siempre estuvo latente, y por allí también pasan algunas de las inquietudes empresarias.
Sobre todo, esto tiene que ver con que dos de los nombres que más sonaron tras las PASO como candidatos a dejar sus cargos: Martín Guzmán, ministro de Economía, y Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo.
Sobre el primero pesa el hecho de que sea el encargado de negociar el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un factor clave para la economía de los próximos años, por lo que se entiende que un movimiento en este sentido podría perjudicar cualquier avance.
Del otro lado, Kulfas también es considerado una figura clave para los empresarios, ya que encontraron allí un interlocutor válido a la hora de plantear problemas, más allá de que hoy tal vez se vea opacado por la aparición del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.