El índice líder de BYMA ascendió un 0,8%, tras haber caído un 1,7% en la víspera. Sucedió en un contexto expectante al resultado de las elecciones legislativas que se desarrollarán el domingo
S&P Merval subió casi 1% con la mirada de los inversores puesta en las elecciones
Ámbito
La bolsa porteña terminó en alza en un contexto expectante al resultado de las elecciones legislativas que se desarrollarán el domingo. El índice líder S&P Merval de BYMA avanzó un 0,8%, a 95.130,59 unidades, tras de registrar una baja del 1,7% en la víspera luego de marcar un nivel máximo histórico intradiario de 97.024,42 puntos.
Las principales subas fueron registradas por los títulos de Ternium (3,5%), Banco Macro (2,6%) y Telecom (2,4%), mientras que las bajas más importantes fueron anotadas por Transportadora de Gas del Norte y Edenor (3%) y Cresud (2,8%).
En tanto, las acciones en Wall Street registran alzas de hasta un 3,1% (Corporación América) y bajas de hasta un 7,2% (Mercado Libre) y Tenaris (6,6%)
Los comicios son considerados clave para la coalición gobernante ya que de repetirse el resultado de las primarias realizadas en septiembre podría perder el control del Congreso.
El mercado argentino se mantuvo a contramano de su referente Bolsa de Nueva York, ya que -luego de ocho ruedas consecutivas al alza- los principales índices estadounidenses retrocedieron desde sus máximos. Esto se dio luego de conocerse los datos de precios al productor (PPI) de octubre publicado por el Departamento de Trabajo, los cuales indicaron un aumento respecto de septiembre; y en antesala al índice de precios al consumidor (IPC).
En esta línea, el S&P 500 cayó, impulsado por la caída de las acciones de consumo discrecional liderada por Tesla, ya que los inversores anticipan que el CEO Elon Musk se deshará del 10% de su participación.
El economista Gustavo Ber puntualizó que "más allá de los vaivenes externos, que son monitoreados de reojo, los activos domésticos siguen principalmente dominados por el 14-N, con los ADRs aún activando apuestas tácticas hacia otro 'trade electoral' a pesar de transitarse un clima de mayor volatilidad, mientras que en cambio los bonos siguen esperando señales post comicios".
Para Ber, "ocurre que del otro lado de la muralla de las elecciones legislativas llegará el momento de claves definiciones políticas, a partir de los resultados y las reacciones del oficialismo y la oposición, y así la posibilidad de llegar a consensos sobre un programa económico".
El analista dijo que "ello resulta crucial a fin de poder avanzar hacia un acuerdo con el FMI, y en especial para encarar los crecientes desequilibrios económicos acumulados que se fueron postergando, toda vez que restan aún dos largos años por delante del actual mandato".
Riesgo País y Bonos
Con relación a la renta fija, los bonos soberanos en dólares, tanto la legislación local como la extranjera finalizaron la jornada de manera mixta. En particular, los bonos con vencimiento a 2035 sufrieron las mayores bajas con cifras que superaron el 1%. De esta forma, el riesgo país subió 0,9% hacia los 1.731 puntos.
Por otra parte, los bonos que ajustan por CER cerraron la rueda con bajas generalizadas.
En este contexto, el Riesgo País elaborado por el banco JP Morgan subió 0,8% a 1.744 puntos básicos, cerca de un tope histórico de 1.747 unidades alcanzados la semana pasada.
Las condiciones financieras de Argentina se deterioraron fuerte en octubre
MIRTA FERNÁNDEZ/Perfil
Las condiciones financieras locales se deterioraron fuertemente en octubre en un contexto de incertidumbre electoral y la ampliación de la brecha cambiaria rozando casi el 100% ante la escalada del dólar blue y las divisas paralelas libres, con lo cual “la economía argentina ya lleva 37 meses operando en zona de stress financiero”.
Así lo reflejó el informe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) que precisó que el Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó en octubre 6,4 puntos contra septiembre, hasta alcanzar un nivel de -41,3 puntos, “su peor registro desde marzo de este año”.
La entidad destacó que el derrumbe fue todo “made in Argentina”, es decir que responde principalmente al empeoramiento del componente de las condiciones financieras locales que bajó en octubre 9,6 puntos contra septiembre al descender el índice a un nivel de 75.9, el peor desde enero de este año.
En cambio, el componente que mide las condiciones financieras internacionales tuvo en octubre un repunte de 3,2%, y fue el mejor guarismo desde junio.
“Desde julio del 2020 las condiciones internacionales están en zona de confort”, destacó.
El análisis precisó que “siete variables que contribuyeron negativamente” al subíndice de condiciones locales “que continúa cómodamente en zona de stress”
Según enumeró, “las más significativas” fueron la brecha cambiaria y la depreciación esperada
“También registró una caída leve el stock de depósitos en dólares en donde produjimos un cambio metodológico para capturar mejor las variaciones mensuales”, explicó.
El informe puntualizó que hubo “dos variables sin cambios (la tasa Badlar y el spread entre Badlar y el mercado interbancario)” y “una sola que jugó a favor y fue el índice Merval”.
En ese sentido, el IAEF consideró que “la mejora del Merval puede ser ambigua porque la suba de la brecha juega a favor de los precios de los activos que cotizan localmente incluyendo a las acciones”.
En esta coyuntura, el informe arrojó que “la economía argentina lleva 37 meses operando en zona de stress financiero”, y puntualizó que “la última vez que el ICF local estuvo en terreno positivo fue en agosto de 2018”.
“Los primeros 12 de estos 37 meses de sufrimiento, el stress era moderado, mientras que ahora llevamos 25 meses de stress severo” advirtió.
No obstante, el documento sostuvo que “desde el pico de stress de abril 2020 con el surgimiento del Covid-19, la malaria se redujo considerablemente desde -139 a -75 puntos”.
Según detalló, dos de los componentes del ICF local están en zona de confort: la liquidez de largo plazo y el spread por legislación.
“Ambas redujeron su valor en el último mes y no necesariamente son malas noticias. La baja en la liquidez viene dada por una reactivación del crédito. La mayor prima por legislación está asociada mayormente a la implementación de una nueva versión de las restricciones cambiarias”, evaluó.
El análisis estimó que en 2021 el rebote de la economía argentina “sea posiblemente cerca del 9%” pero el país “no puede aprovechar esa bonanza del lado financiero porque no tiene abierto el mercado de capitales internacional”.
“De todas maneras, la correlación entre variación del ICF y variación del EMAE sigue siendo bastante razonable, es decir que es un predictor respetable del nivel de actividad. En la medida que este viento favorable continúe, se puede pensar en mejores escenarios para el 2022”, planteó.
Según su visión, el gran riesgo para la Argentina “es que una vez que se ponga más atractiva para los mercados del mundo, con un programa del FMI que reduzca la incertidumbre, las condiciones globales no sean tan auspiciosas como en la actualidad”.
“El otro gran riesgo es que aún haciendo alguna reforma y luego de un programa con el FMI, el mundo se mueva a condiciones financieras más duras dado el alza de la inflación en varios de los principales mercados desarrollados y emergentes como es el caso de Brasil", previno.
Al respecto, sostuvo que actualmente “uno de los riesgos que se ven son monedas emergentes más débiles como es el caso del real brasileño y niveles de actividad con crecimiento exiguo en dos socios comerciales importantes como son los casos de Chile y Brasil”, y acotó que “si bien los precios de las materias primas no son malos, ya no vemos los promedios del 2021”.