Los líderes de las 20 mayores economías del mundo se reúnen este fin de semana en Roma para la primera cumbre del G20 presencial tras la pandemia, con una agenda cargada que incluye covid-19, recuperación económica y cambio climático.

La 16° Cumbre del G20 se hará el sábado y domingo en el centro de convenciones La Nuvola, en la capital italiana. A diferencia de la del año pasado en Araba Saudita que fue virtual, a raíz de la pandemia de COVID-19, en esta ocasión será presencial.

 Vladimir Putin y  Xi Jinping, estarán presentes por video. Actualmente está formado por Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.

Los países del G20 representan casi el 90% del PIB global, dos tercios de la población mundial y el 80% del comercio internacional.

Entre los latinoamericanos brillará por su ausencia el mexicano Andrés Manuel López Obrador, mientras que confirmaron su presencia el argentino Alberto Fernández y el brasileño Jair Bolsonaro.

Para Argentina la cita es particularmente importante de cara a la reestructuración de la deuda con el Fondo Monetario Internacional por lo que aprovecha para reunirse con su titular, Kristalina Georgieva.

El vuelo con la comitiva argentina que incluye al canciller Santiago Cafiero, al ministro de Economía Martín Guzmán, y al embajador argentino en Washington y representante de nuestro país en el G20, Jorge Argüello, partirá esta noche desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hacia Roma.

Al respecto de la deuda externa, el presidente se verá en Roma con la directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva. Luego de su duro mensaje al FMI en el acto en homenaje a Néstor Kirchner, Alberto Fernández planteará a Georgieva que Argentina necesita un plazo extenso para pagar la deuda de capital y que pretende sumarse a cualquier otra iniciativa del FMI que permita auxiliar la situación de las reservas públicas.

El Fondo Monetario Internacional está dispuesto a otorgar un crédito de Facilidades Extendidas, pero a cambio exige un programa económico que tenga un explícito respaldo político en el Congreso, que no existe y será difícil de lograr en las próximas semanas.

Argentina tiene vencimientos de deuda con el organismo por 17.800 millones de dólares en 2022, US$ 18.800 millones en 2023 y US$ 5.000 millones en 2024. Ya el 22 del mes pasado la Argentina canceló con el FMI una deuda por US$ 1.880 millones que se cubrieron con los Derechos Especiales de Giro (DEG), los que llegaron el 23 de agosto último como parte de la asistencia del Fondo por la pandemia a sus países miembros, equivalente a US$ 4.334 millones.

Para lo que resta del año, el Gobierno debe pagar US$400 millones en intereses el mes próximo y otros US$ 1.880 millones el 22 de diciembre.

CÓMO SE ORGANIZA EL G20

Una “Troika”, representada por el país que ostenta la Presidencia, su antecesor y su sucesor, trabaja para asegurar la continuidad dentro del G20. Los países de la Troika son actualmente Arabia Saudita, Italia e Indonesia.

El foro se ha reunido todos los años desde 1999 e incluye, desde 2010, una Cumbre anual, con la participación de los respectivos Jefes de Estado y de Gobierno.

Además de la Cumbre de Líderes, se llevan a cabo reuniones ministeriales, reuniones de sherpas, grupos de trabajo, grupos de compromiso y eventos especiales durante todo el año de la presidencia. El resultado de este proceso fluye hacia el Comunicado más amplio, tradicionalmente adoptado por los Jefes de Estado y de Gobierno del G20 al final de la Cumbre.

Reuniones Sherpa

En el proceso preparatorio de cada presidencia del G20, los sherpas, diplomáticos de alto rango que representan a los gobiernos del G20, son los encargados de llevar a cabo las negociaciones y construir consensos entre los miembros, discutir los puntos de la agenda de la Cumbre y coordinar el trabajo del G20. Redactan el Comunicado final que será suscrito en la Cumbre de Líderes.

Los grupos de trabajo están a cargo de liderar la discusión en profundidad de una variedad de temas de relevancia internacional. Los miembros son expertos de los países del G20, que abordan temas específicos vinculados a la agenda más amplia del G20. Cada grupo está coordinado por un representante del Ministerio competente del país que ocupa la Presidencia del G20.

Durante la Presidencia italiana de 2021, los grupos de trabajo abordaron los siguientes temas importantes: agricultura, lucha contra la corrupción, cultura, desarrollo, economía digital, educación, empleo, transición energética y sostenibilidad climática, medio ambiente, salud, investigación y educación superior, turismo, comercio. e Inversión.

Si bien los temas abordados por el G20 se han ampliado significativamente a lo largo de los años, los temas económicos han mantenido una especial importancia en el proceso.

Dentro del proceso del G20, el término “Vía Financiera” se refiere a las reuniones coordinadas por el Ministerio de Economía y Finanzas, orientadas a investigar los diversos aspectos relacionados con temas económicos, financieros, monetarios y tributarios. Este marco está estructurado en cinco grupos de trabajo separados, dedicados al crecimiento sostenible e inclusivo, la arquitectura financiera internacional, la infraestructura, la inclusión financiera y África. Finance Track también incluye grupos sobre regulación financiera e impuestos.

En una perspectiva de mayor inclusión y participación, el proceso de toma de decisiones del G20 se ha enriquecido, a lo largo de los años, con la participación de actores sociales que se reúnen regularmente como Grupos de Compromiso del G20.

Los Grupos de Compromiso trabajan independientemente de los gobiernos e involucran a varias partes interesadas de la comunidad internacional, que representan a la comunidad empresarial (B20), la sociedad civil (C20), los sindicatos (L20), las Academias de Ciencias (S20), los think tanks y los centros de investigación (T20). , Grandes ciudades (U20), Mujeres (W20) y Asociaciones de jóvenes (Y20).

Desafíos complejos

El foco central de la cumbre en Roma será sobre todo el cambio climático, ya que se celebra la víspera de la crucial conferencia COP26 que inicia el lunes en Glasgow, Escocia, y que pretende tomar decisiones históricas para detener el aumento de la temperatura del planeta.

Para Antony Froggatt, investigador del instituto Chatham House, si el G20 no se compromete a limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados y a ser neutros en emisiones de carbono antes del 2050, "no queda alguna esperanza" de cumplir el Acuerdo de París de 2015 para la reducción del efecto invernadero.

Los países del G20 son responsables del 80 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y varios de ellos se resisten a reducir las emisiones.

China se ha fijado como meta 2060, pero India, que insiste sobre su condición de país en desarrollo y cuyo primer ministro Narendra Modi viaja a Roma, no ha asumido un compromiso preciso.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, considera que la cumbre "marca el regreso del multilateralismo, después de los años oscuros de aislacionismo y del confinamiento ligado a la crisis sanitaria", dijo.

"Vamos a discutir de los desafíos más complejos de nuestros tiempos con el objetivo de hallar soluciones ambiciosas y compartidas", resumió.

Los líderes deberán firmar un acuerdo para imponer un impuesto mínimo del 15 por ciento a las multinacionales y deberán discutir sobre la recuperación pospandemia y sus riesgos, incluido la repartición desigual de las vacunas contra el covid-19.

Pese a que no se esperan nuevos compromisos sobre las vacunas contra el covid-19, Italia lucha por otorgar más ayuda a los países de bajos ingresos a través de la distribución de vacunas.

"La solidaridad global para enfrentar esta pandemia ha sido muy escasa", subrayó Emma Ross, investigadora del grupo de expertos de Chatham House.

"El G7 no estuvo a la altura de las circunstancias, por lo que todos tienen la mirada hacia el G20", recalcó.

EL PEDIDO DE LA OMS

La Organización Mundial de la Salud pide a los líderes del G20 que se reunirán en Roma este fin de semana que utilicen su poder financiero y político para terminar con la pandemia de COVID-19

 El director general de la Organización solicitó que financien el último plan de 23.400 millones del Acelerador ACT para llevar vacunas, pruebas, tratamientos y equipos de protección a los países en desarrollo.

“Estas inversiones podrían salvar más de cinco millones de vidas sobre todo en países en desarrollo. Y son una gota en el océano comparadas con el coste de no acabar con la pandemia. Si no se controla, el FMI advierte que el PIB mundial se reducirá en más de cinco billones de dólares en los próximos cinco años”, sostuvo.

Los especialistas de la Organización insistieron en que la pandemia persiste en gran parte porque persiste el acceso desigual a las herramientas para combatirla. No es una cuestión de falta de suministro, sino de voluntad política. Para ilustrarlo, explicaron que el número de dosis de refuerzos que se están administrando actualmente, aproximadamente un millón al día, es tres veces la cantidad de vacunas, unas 330.000, que se ponen diariamente en países en desarrollo.

Ante esta situación, 82 países corren el riesgo de no alcanzar el objetivo de vacunar al 40% de su población a finales de año.

"La gran pregunta para el G20 es si van a decir 'tomen aquí están los 550 millones de dosis que necesitan', porque esos 20 países controlan la producción. Y siento ser tan franco. Recuerden que hasta finales de año se van a producir 3000 millones de dosis. ¿Podemos usar unos 550 millones, la producción de unos 10 días, para COVAX y otros mecanismos para ver cómo se salvan más vidas y acabar con esta pandemia? se preguntó el doctor Bruce Aylward.

LA DIPLOMACIA DE FRANCISCO

Muchos líderes se han citado el viernes en Roma para una serie de encuentros bilaterales y audiencias con el papa Francisco.

El presidente Biden, católico practicante, será recibido el viernes por el pontífice, entre las audiencias papales confirmadas junto con la del presidente de Corea de Sur, mientras recibirá al líder indio el sábado.

Con un barrio declarado "zona roja" de máxima seguridad y un imponente despliegue de fuerzas de seguridad, Roma estará blindada.

Unos 500 soldados han sido movilizados para la cumbre, que se celebra en un barrio periférico ultramoderno, el llamado EUR, que el dictador Benito Mussolini ideó como capital del imperio.

Paralelamente han sido convocadas marchas de trabajadores en conflicto, se han dispuesto francotiradores en las zonas sensibles y se han dispuesto especiales controles sanitarios por el coronavirus.