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31 DE OCTUBRE AL 12 DE NOVIEMBRE
Llega COP26: Qué plantean Argentina, Chile, Bolivia y Brasil
DIARIOS/MINING PRESS/ENERNEWS

Por la pandemia del coronavirus, la cumbre organizada por la agencia de la ONU para el Medio Ambiente, tuvo que ser aplazada un año y programada de nuevo para este 2021

28/10/2021

Desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre, delegaciones de casi 200 países se reunirán en Escocia, en concreto en Glasgow, para tomar acciones que frenen la emergencia climática. 

Se busca que la cita de la ONU en Escocia sea un punto de "inflexión", con medidas acordes a la emergencia ambiental que se antoja irreversible. De hecho los expertos advierten que la de Glasgow será la última oportunidad de poder salvar nuestro planeta de lo que pueden ser efectos climáticos aún más devastadores de los que hemos visto recientemente, entre sequías, inundaciones y olas extremas de calor.

La COP26 –Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático– consta de varias partes. Iniciará con el encuentro de los mandatarios del mundo, y en su segunda semana se concentrará en la negociación de los compromisos que se adquirirán individual y globalmente.

Aunque la COP es un evento anual, la COP26 es la primera reunión que se celebra desde que estalló la pandemia de COVID-19. Esto le da una importancia adicional a la conferencia, tanto desde el punto de vista de los aprendizajes de este momento sin precedentes como por la renovación de los objetivos climáticos tras la COP25, que se celebró en Madrid en diciembre de 2019.

América Latina y el Caribe arriba a una nueva cumbre climática - en Glasgow del 32 de octubre al 12 de noviembre - con un menú de medidas insuficientes para enfrentar los efectos de la crisis, en medio de los impactos de la pandemia del Covid-19.

La región más desigual del mundo, la más golpeada por los efectos del Covid y muy vulnerable a los impactos de la crisis climática, aún no toma de frente la lucha contra esa emergencia, coinciden analistas y estudios.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido a la comunidad internacional que dejen atrás “los discursos vacíos, las promesas rotas y los compromisos incumplidos”.

“Necesitamos que se aprueben leyes, que se apliquen programas y que las inversiones se financien rápida y adecuadamente, sin más demora”, dice Bachelet en un comunicado.

“Los colectivos más vulnerables, que son los que más sufren sus repercusiones, -entre los que figuran las comunidades más pobres y marginadas- deberían ser los primeros beneficiarios de esos recursos”, añade la expresidenta chilena.

Bachelet asegura que “la triple amenaza del cambio climático, la contaminación ambiental y la pérdida de la diversidad biológica” constituye “el mayor desafío que afrontan los derechos humanos en nuestra época.

 

ARGENTINA DE CARA AL COMPROMISO AMBIENTAL

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, afirmó hoy que en la Conferencia del Clima (COP26), que se realizará a partir del 31 de octubre en la ciudad escocesa de Glasgow, el Gobierno argentino ratificará los términos del Acuerdo de París ya que el "compromiso ambiental es muy fuerte y está en el centro de la agenda".

"La Argentina ratifica obviamente el Acuerdo de París. Nuestro compromiso ambiental es muy fuerte y está en el centro de la agenda y el Presidente ha asumido una postura muy firme al respecto", puntualizó esta mañana Cabandié, al retirarse de la Casa Rosada tras una reunión con el jefe de Gabinete, Juan Manzur.

El ministro anticipó que el Gobierno "hará varios pedidos" en la cumbre, y precisó que uno tiene relación con el "canje de deuda por acción climática, es decir que utilicemos los dólares que lamentablemente Argentina contrajo en la gestión anterior de (Mauricio) Macri, que fueron solo para especulación financiera".

"En vez de pagarle al Fondo Monetario lo que pretendemos es que un porcentaje sea utilizado para la transición ecológica que necesita cada país en el mundo", explicó el funcionario.

El ministro, en esa dirección, explicó que "la Argentina tiene que asumir el año que viene 19.000 millones de dólares de vencimiento de deuda y lo que nosotros pretendemos es que esos dólares sean utilizados para parque eólicos, energía renovable, para cuidar el bosque nativo o para parque solares".

"De esa manera se beneficia el mundo", afirmó el titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien formará parte de la comitiva que acompañará al presidente Fernández en la cumbre de Glasgow, el lunes y martes próximos.  

Además, Argentina llevará un planteo que pasa por negar que la lucha contra el cambio climático deba hacer foco en los métodos de producción agropecuaria para cumplir con el compromiso global de limitar la temperatura media del planeta a fin de siglo en menos de 2 grados centrígrados.

La posición argentina se terminó de pulir al inicio de la semana, días antes de que Alberto Fernández emprenda otra gira internacional, que lo llevará primero a Roma para la Cumbre de Líderes del G20, y luego a Glasgow (Escocia), donde tendrá lugar la cita climática en la que se espera que todos los países muestren mayor compromiso para mitigar el calentamiento global.

También, la postura nacional tomó forma en respuesta a un informe de la cadena británica BBC donde se advierte que la Argentina puso reparos a las conclusiones de un borrador de trabajo científico que convocaba a "reducir el consumo de carne para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero".

Según ese informe, el gobierno argentino pidió al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que se eliminen o cambien pasajes del documento que se refería a "dietas basadas en plantas" como una forma de luchar contra el cambio climático, o que describían la carne vacuna como un alimento "con alto contenido de carbono". También se pidió eliminar referencias a propuestas que gravan la carne roja y a la campaña internacional "Lunes sin carne", que insta a las personas a abstenerse de proteínas animales por un día.

Serán presentando los avances del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático y de la estrategia de desarrollo resiliente con bajas emisiones a largo plazo. Los mismos serán presentados en la 26° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se realizará del 31 de octubre al 12 de noviembre, en Glasgow.

 

CHILE Y LA ESTRATEGIA CLIMÁTICA DE LARGO PLAZO

Un total de 407 metas y acciones concretas deberá emprender el país para alcanzar el carbononeutralidad y ser un país resiliente al clima. De eso se trata la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) que lanzó el gobierno, a días de que comience la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), en Glasgow, Reino Unido.



El documento será presentado de manera formal en la cita planetaria. Se trata de una hoja de ruta que establece los objetivos y metas sectoriales y calendarizadas, que deben ser cumplidas a más tardar al 2050.

De esta manera, al 2025 el país debe cumplir con el retiro del 65% de la generación a carbón de la matriz nacional, sumar entre 10.000 a 15.000 hectáreas de humedales urbanos protegidos, establecer un ecoetiquetado de reciclabilidad obligatorio o que el 100% de las áreas marinas protegidas pre 2020 cuenten con planes de manejo.

Esto último es una deuda pendiente: si bien se ha avanzado en la creación de áreas marinas protegidas, Chile tiene el 40,5% de sus aguas oceánicas bajo alguna categoría de protección- no existen planes de manejo, administración y fiscalización en varias de ellas.

La estrategia señala para 2030 metas como un 80% de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables, aumento en el 50% de la red de estaciones de glaciares, implementar flotas cero emisiones en la gran minería o que el 100% de la población urbana tenga acceso a servicios sanitarios.

Para 2040, que se retiren o reconviertan la totalidad de las centrales a carbón, que el hidrógeno verde sea el 20% de la matriz de combustibles del país, que el 100% de los buses, taxis y colectivos sean cero emisión y reducir en un 40% el ingreso de residuos en mares y playas.

Por último, al 2050 la matriz energética deberá ser en un 100% cero emisiones, reducir en 70% las emisiones de la industria y minería, que un 30% a 50% de especies amenazadas cuente con Planes de Recuperación, Conversación y Gestión, según publicó La Tercera.

Según informó el Ministerio de Medio Ambiente, esta estrategia se elaboró a partir de un proceso participativo, con más de cuatro mil personas en más de 100 talleres a lo largo del país, lo que fue complementado con el apoyo y asesoría del Comité Científico.

La ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó que “Chile llegará a la COP26 como el primer país de América del Sur que cumple con lo establecido en el Acuerdo de París y presenta la Estrategia Climática de Largo Plazo, lo que se suma a la aprobación en el Senado de la ley marco de cambio climático”.

El ministro de Ciencia, Andrés Couve, comentó que desde su cartera “hemos trabajado desde el comienzo para poner la evidencia científica en la base de las decisiones climáticas. En esa tarea ha sido clave nuestro Comité Científico de Cambio Climático, que ha establecido un vínculo permanente con el Ministerio de Medio Ambiente y que colaboró activamente en la realización de esta política”.

Desde la sociedad civil, Felipe Pino, abogado de ONG FIMA, explica que la ECLP representa un importante avance respecto al camino de mitigación y adaptación que debe tomar el país de cara a la crisis climática y ecológica que vivimos.

“Sin embargo, nos preocupa que el plazo contemplado para la descarbonización total de la matriz energética sigue siendo el 2040, en concordancia con el Plan del Ministerio de Energía, el cual ha sido calificado como insuficiente por académicos y diversas organizaciones de la sociedad civil, sobre todo quienes viven en comunas como Huasco, donde no hay novedades antes de ese plazo”.

Pino agrega que, si bien se consagra una meta de carbono neutralidad a 2050, en concordancia con las negociaciones internacionales, “para alcanzar dicha meta de forma satisfactoria se requiere de metas intermedias vinculantes y ambiciosas”.

Pino añade que, para avanzar a paso firme hacia una sociedad más resiliente, resulta imperativo ser consecuente con los principios de participación a los cuales aspira este instrumento. “Es evidente la firma del Acuerdo de Escazú, y reforzar mecanismos de gobernanza que permitan recoger los saberes ancestrales de los pueblos originarios, hasta el momento olvidados en esta nueva hoja de ruta de acción climática a nivel nacional”, dice.

 

BOLIVIA: CON LAS MANOS CLIMÁTICAS SEMIVACIASsemivacías

ElPaís.bo

El Gobierno de Luis Arce Catacora en Bolivia ha ido perdiendo la retórica de la “Madre Tierra” que en su momento catapultó a Evo Morales a la popularidad mundial. Ni siquiera la cohabitación vicepresidencial de David Choquehuanca logra rescatar la impronta medioambientalista que ya perdió Morales en sus últimas gestiones merced a una serie de leyes y decretos que impulsaron la utilización de áreas protegidas y, sobre todo, una ampliación de frontera agrícola condicionada por los grandes intereses agroindustriales.



Bolivia ha hecho compromisos energéticos de difícil cumplimiento, como sustituir el 50 por ciento de la generación de su energía eléctrica por fuentes limpias, cuando los proyectos de energía eólica, solar y también hidroeléctrica se encuentran trabadas.

Es verdad que Yacimientos quiere reducir el destino de gas a las plantas termoeléctricas, pero por el momento se ven difíciles las alternativas. Los proyectos de grandes hidroeléctricas, como El Bala y Chepete en La Paz o Carrizal en Tarija han chocado con la oposición frontal de los ecologistas y las dificultades de mantenimiento por la alta erosión que arrastran los ríos de alta montaña.

El otro gran asunto es el de la política agroambiental. En Bolivia siguen vigentes un paquete de leyes que por un lado impulsan el desarrollo transgénico y por otro, permiten quemas “controladas” para la ampliación de la frontera agrícola, fundamentalmente en el oriente boliviano en tierras que se destinan casi exclusivamente a la soya.

 

Por otro lado, los proyectos de conversión de vehículos a Gas Natural están prácticamente detenidos, el control del parque automotor es limitado, el transporte masivo no logra implantarse en las ciudades y la experiencia de vehículos eléctricos ha quedado prácticamente en anécdota.

 

BOLSONARO Y EL PLAN PARA PRESEVAR LA AMAZONIA

Brasil acudirá a la COP26 con la renovada promesa en una mano de eliminar hasta 2030 la deforestación amazónica y con un pedido en la otra para que las potencias paguen por el mantenimiento de la selva y la reducción de gases.



Además, la comitiva brasileña -que no integrará Bolsonaro, sino que estará encabezada por el ministro de Medio Ambiente Joaquim Leite- llegará a la conferencia climática apenas una semana después de que el Senado imputara al Presidente por delitos contra la humanidad en el manejo de la pandemia, un escenario inédito que va acompañado por un fuerte discurso ruralista del jefe del Estado de ultraderecha, que presentó un proyecto para permitir la ganadería, el cultivo de soja y la minería en las reservas indígenas.

"Hemos reducido la deforestación, hubiéramos querido más", dijo el ultraderechista, que culpó al Congreso por no haber impulsado planes de regulación de la propiedad de las tierras para identificar a los autores de los incendios de los pastizales para plantaciones que en 2019 y 2020 tuvieron récord y fueron centro de la discusión ambiental mundial.

Bolsonaro admitió que existen "acciones criminales" pero sostuvo que es difícil la fiscalización de una región mayor que toda Europa Occidental.

En cambio, el presidente se prepara para participar en Roma de la cumbre del G20, pero en lugar de viajar a Glasgow el 1 de noviembre estará en la ciudad norteña italiana de Anguilana Veneta, desde donde sus antepasados emigraron en 1870 hacia Brasil. Allí, la intendenta lo declarará ciudadano ilustre.

El martes, según la prensa local, Bolsonaro visitará el cementerio y memorial de Pistoia, norte de Italia, donde están enterrados 425 soldados brasileños muertos en combate a favor de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

La delegación brasileña en Glasgow la integrarán también el ministro de Minas y energía, Bento Albuquerque, y el titular del Banco Central, Roberto Camppos Neto, en el marco de la política brasileña para exigir compensaciones del mundo desarrollado para trazar acciones hacia la deforestación ilegal cero en 2030.

La deforestación para la ganadería es el principal villano del cambio climático en la selva amazónica de Brasil. El país posee el 60% de la selva sudamericana, a la cual comenzó a "colonizar" en forma masiva en 1971, con la dictadura militar.

El Estado llevó a los ruralistas del sur cercanos a la frontera con la Argentina y Uruguay a ocupar tierras para desarrollar la agricultura y la ganadería a pura motosierra. Unos 8.000 indígenas murieron en esta avanzada en los años setenta, según la Comisión Nacional de la Verdad divulgó en 2014.

Desde que asumió Bolsonaro, la deforestación amazónica bate récords todos los años. Avanzó, según datos oficiales del Instituto Nacional de Pesquisa Espacial, 74% en los primeros mil días de Gobierno, comparado con los mil días anteriores a su asunción el 1 de enero de 2019.En Brasil e Indonesia, la mayoría de las emisiones se debe a la tala de bosques y el uso de la tierra para la ganadería y la agricultura, no a la quema de combustibles fósiles, como ocurre con otros países contaminadores importantes.

Por lo tanto, según ambientalistas, los estudios que no consideran las emisiones relacionadas con la deforestación ignoran las peculiaridades de la contaminación brasileña.

Ganadería en Brasil

Según Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una organización que calcula anualmente las emisiones en Brasil, en las últimas tres décadas alrededor del 80% se debieron a la deforestación y el uso de la tierra para la ganadería.

"Si se toman los últimos 30 años, el 73% de las emisiones del planeta están en el área energética. Si se toman los últimos 30 años en Brasil, el 55% de las emisiones son por deforestación. Si incluimos las emisiones provenientes de la ganadería brasileña, estamos cerca del 80%", le dice Astrini a BBC News Brasil.


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