Franco Mignacco, el nuevo presidente de la CAEM, expone la oportunidad que tiene la argentina para desarrollar una industria con un potencial ineludible
“La minería es una industria que tiene una madurez y un desarrollo importantes y que, para que siga creciendo, son fundamentales los ejes social y ambiental”, señala Franco Mignacco, flamante presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), en una entrevista con LLYC.
Quien en septiembre sucedió en el cargo a Alberto Carlocchia, destaca que “Argentina tiene hoy una gran oportunidad” de potenciar a la industria minera y posicionarse de cara a las posibles inversiones que podría atraer.
En cuanto a la factibilización de proyectos, estimación de recursos y el marco regulatorio, hoy el país se encuentra en una posición de clara ventaja competitiva en relación a los vecinos que integran el llamado triángulo del litio. Las razones son geopolíticas y económicas porque países referentes en la materia, como Chile y Perú, “tienen cambios importantes de gobierno que ponen en riesgo inversiones mineras que, a su vez, son las principales generadoras de PBI de ambos países”, indica.
Por su parte, en Argentina, durante los últimos años se invirtieron grandes sumas de dinero para el desarrollo de proyectos de exploración de litio y se pudieron cuantificar reservas dentro de Salta, Jujuy y Catamarca con un gran potencial para generar inversiones por más de US$ 4.000 millones en los próximos cinco o seis años.
Mignacco también destaca la explotación del cobre que, por ser fundamental para la transición energética y la electrificación del transporte, también constituye un polo de inversiones en Salta, Catamarca y San Juan. Cada proyecto vinculado a este mineral supera los US$ 2.000 millones.
“Si sumamos el paquete de inversión en cobre y en litio, la ampliación en proyectos de oro y plata, y todo lo que tiene que ver con la tercera categoría (áridos, carbonatos y yesos), podemos ver a la Argentina como una gran inversión de más de US$ 20.000 millones”, calcula el titular de la CAEM.
Y explica que esta situación motoriza la economía. Asimismo, destaca que la minería es el séptimo complejo exportador del país y que, si todas las iniciativas mencionadas se pusieran en marcha, se podría escalar hasta los principales complejos exportadores, con cerca de US$ 10.000 millones. “Un flujo de esa dimensión representa más del 10 % de lo exportado anualmente por el país. Tenemos que apuntar a eso; el potencial geológico está”, asegura.
También subraya que el actual alto precio de los commodities se va a mantener, lo que hace que algunos proyectos que antes no eran viables, ahora sí lo sean.
Es clave entender cómo se traducen esas cifras y expectativas en beneficios para las poblaciones aledañas a las posibles operaciones mineras. Frente a esa inquietud, Mignacco señala que el sector tiene la vocación de integrar a la comunidad en los proyectos, no sólo con la generación de empleo, sino también a partir del compromiso con el desarrollo de proveedores locales.
Además, “el 80% de lo que las empresas mineras gastan, queda en el país”, asegura el ejecutivo quien también indica que, desde la CAEM se impulsa el programa Hacia una Minería Sustentable (HSM). Este fija estándares internacionales de calidad y plantea parámetros e instancias de control externo para las compañías mineras.
Desafíos en agenda
Ante tanto potencial de desarrollo y perspectivas de éxito, la CAEM y demás actores implicados en la industria tienen mucho por hacer. Por eso Mignacco celebra que tanto la Comisión Directiva como el Comité Ejecutivo, “están muy balanceados respecto a la representatividad de las provincias y de los distintos sectores mineros”.
Esta fortaleza, agregó, va a repercutir a la hora de llevar adelante las transformaciones necesarias para que la actividad tenga una mejor percepción en la opinión pública. En este sentido, el entrevistado mencionó su interés por concretar un plan de comunicación estratégico y federal ya que, si bien considera que hoy la industria comunica mejor, también cree que tiene “un largo recorrido para seguir aprendiendo” y que las compañías comenzaron a tomar conciencia de la necesidad de evolucionar en este sentido.
Asimismo, opina que es clave involucrar y exponer la mirada de las comunidades del interior del país y de las cámaras y organizaciones de localidades mineras para equilibrar las voces que se pronuncian sobre esta industria.
Por otra parte, el presidente de la CAEM anuncia que quiere federalizar más a la institución y señala que, para tal fin, ya se conformó el Consejo de Cámaras Provinciales (CCP). La intención es que éste recabe las problemáticas de las provincias y fortalezca a sus cámaras, sobre todo en lugares como Chubut y Mendoza donde existen normas que restringen la actividad.
- ¿Considera que, además, hacen falta más especialistas para desarrollarse en la industria y hacerla crecer?
- El crecimiento y el potencial que tiene la minería va a significar un cuello de botella en este sentido. San Juan y Jujuy, con gran trayectoria minera, tienen universidades con carreras afines. También colegios secundarios de los que los jóvenes salen con tecnicaturas en minas y química. Estos son flujos importantes de recursos calificados. Creo que vamos a necesitar trabajar en un plan a nivel nacional porque no se va a dar abasto. Esto se habló en el CCP ya que Santa Cruz, por ejemplo, con producción de oro, tiene un gran déficit de recursos.
Entonces hay personas de otras provincias que van hacia el sur para complementar la mano de obra calificada y de profesionales que se necesitan. Hace unos años estuve en Chile: tenía un plan a 10 años donde se preveía una inversión de US$ 31.000 millones y se hablaba de que se necesitaban 2.800 ingenieros. Nosotros no estaríamos preparados para un shock de ese nivel. Es crítico y fundamental y, además, le cambia la realidad a la gente ya que le permite capacitarse y seguir viviendo en su lugar de origen para tener un estándar de vida distinto.
- En cuanto a la brecha de género, ¿qué acciones han tomado para ampliar la presencia de las mujeres en la industria?
- Las empresas mineras están trabajando en temas de capacitación, concientización y generación de oportunidades para las mujeres. Y de hecho, en el país se viene dando un crecimiento sostenido de la participación femenina en el sector durante los últimos 5 años. En la CAEM hay una comisión de género y estamos trabajando activamente en impulsar la participación de las mujeres en toda la cadena productiva de la minería.
- ¿Cómo podría impactar, la mesa minera creada en la UIA, en el desarrollo de esta actividad?
- La creación de la mesa es un logro de varios años que arrancó en 2010, luego de una declaración conjunta en Jujuy. Que ahora la UIA - institución madre por su peso y su trayectoria, como también por sus socios y afiliados- haya armado esta mesa coordinada por la CAEM -con la participación de las provincias mineras por excelencia como Jujuy, Salta, Catamarca y San Juan; de algunas cámaras de proveedores y la Unión Industrial de Córdoba- le da otra relevancia.
Que ponga al sector minero como uno importante, va a repercutir en que la actividad pueda estar en las mesas de discusión a la hora de definir la matriz productiva del país. La UIA está trabajando en un plan de desarrollo a 10 años y que esté incluida la actividad minera es un paso importante. Con la CAEM estaremos trabajando fuertemente para que cada día haya más participación en la mesa y en la junta de la UIA. En un sector como este es imposible traccionar solos. Hay un gran trabajo por hacer.