La demanda podría estar superando a la oferta en más de un millón de barriles Natixis. El nivel de inventarios de la OCDE está por debajo de la media previa al Covid
VICENTE NIEVES Y JAVIER BARRIOCANAL
El petróleo está al borde de cerrar su séptima semana consecutiva de subidas. El barril de Brent, petróleo de referencia global, ha superado los 85 dólares, niveles máximos de más de tres años.
La demanda está superando a la oferta, una tendencia que se mantendrá en lo que resta de 2021, drenando el exceso de inventarios que se habían acumulado durante la crisis del covid. Ahora, el petróleo está entrando en una "fase de ansiedad de oferta", según los expertos de Natixis.
Todas las firmas e instituciones están elevando sus previsiones para el precio del crudo. El Brent cotiza esta jornada por encima de los 85 dólares, mientras que el West Texas, índice de referencia en EE.UU., supera los 83 dólares por barril.
El crudo se encuentra en niveles 'históricamente' altos desde que el fracking y el shale oil (petróleo de esquisto) hicieran su aparición en el mercado de una forma amplia (allá por 2014), cambiando por completo el marco de este mercado que había estado dominado por el cártel de la OPEP durante años.
Entonces, la industria petrolera de EE.UU. y Canadá comenzó a comerse buena parte de la cuota de mercado de la OPEP, rebajando el precio del crudo al coste marginal de producir cada barril con la técnica de la fracturación hidráulica.
La OPEP recupera el poder
Ahora, el cártel está recuperando parte del poder ante la incertidumbre que tiene que soportar la industria petrolera en los países desarrollados, donde la generación de energía a través de fuentes renovables se ha convertido en la gran prioridad. Esto deja el crudo de nuevo en manos de la OPEP y Rusia, por resumirlo de alguna forma.
En los últimos meses, "el principal impulsor de los precios del crudo ha sido el repunte de todo el complejo energético mundial, en particular el gas natural, que está generando un cambio de gas a petróleo en los sectores industrial y energético, lo que podría generar un nuevo impulso para el crecimiento del consumo de petróleo durante el cuarto trimestre", aseguran desde Natixis.
La Agencia Internacional de la Energía explicaba en su último informe que "la aguda escasez de suministros de gas natural, GNL (gas natural licuado) y carbón ha provocado un aumento vertiginoso de los precios de los suministros de energía, lo que está provocando un cambio masivo hacia los productos derivados del petróleo y el uso directo del crudo para la generación de energía".
El problema es que la quema de crudo y derivados es extremadamente contaminante, lo que debería poner límite a esta práctica en los países avanzados.
Esta tendencia podría incrementar la demanda de petróleo en unos 500.000 barriles adicionales por día entre septiembre y el primer trimestre de 2022. El resultado de esta demanda inesperada se está viendo ya en los precios de los futuros del crudo.
"Aunque la magnitud del cambio es incierta, el aumento de los precios del gas natural ha tenido implicaciones más amplias, lo que hace surgir la idea de que el mercado del petróleo tendrá una crisis de suministro propia en el próximo año, una fase de 'ansiedad de oferta'", aseguran desde Natixis.
En términos generales, 2021 puede considerarse un año de normalización de la demanda de petróleo, mientras que la oferta se podría quedar atascada en parte del mundo: "Existen dudas significativas con respecto a la capacidad de normalización del lado de la oferta hasta 2022", según los expertos del banco de inversión francés.
Los analistas de UBS advertían en un informe esta semana sobre los riesgos que entraña la llegada del invierno, que puede acelerar la demanda de petróleo (sus derivados) para generar electricidad en la industria y poner en marcha las calefacciones de parte del hemisferio norte.
En el lado de la OPEP + es muy probable que el grupo tenga dificultades colectivas para devolver al mercado los 5,8 millones de barriles diarios de recortes de producción. Ya está claro que el nivel de referencia del 18 de octubre utilizado para calcular las cuotas del grupo está exagerado para algunos miembros.
Desde Natixis esperan que solo cinco productores (Arabia Saudí, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Azerbaiyán) puedan utilizar plenamente su parte proporcional del aumento de la cuota de 5,8 millones de barriles diarios.
Pero el resultado final está por ver. Sin inversión en EEUU y Canadá, junto a una OPEP reacia a bombear más crudo, la crisis de suministro y la ansiedad en el mercado estarán servidas. Esta misma semana, los inventarios de petróleo cayeron en 2,3 millones de barriles en EE.UU. y las de destilados en 3 millones de barriles.
Caída de los inventarios
Desde Bank of America Merrill Lynch (BofAML) aseguraban hace unas semanas que su pronóstico sobre el petróleo entrañaba serios y "crecientes riesgos al alza". Todo dependerá del clima y de la reacción de la oferta, es decir, de los grandes productores de petróleo. Un invierno frío con unos niveles de inventarios de gas bajos puede provocar un cambio masivo al petróleo para producir energía, lo que a su vez tendrá un impacto notable sobre los precios del propio crudo.
"En línea con esta visión, proyectamos déficits en los próximos meses que deberían respaldar los precios del petróleo hasta fin de año. No obstante, una nueva ola de covid-19, una rabieta en los mercados, una crisis de deuda de China o el regreso de los barriles de crudo iraníes podrían hacer que el petróleo caiga", explican estos expertos de BofaML.
La nota de UBS destacaba que los inventarios de la OCDE habían caído hasta los 2.824 millones de barriles, según el último dato publicado. Esto deja el nivel de reservas en los países desarrollados unos 162 millones de barriles por debajo de la media móvil de los cinco años anteriores al covid. Unos inventarios por debajo de la media suelen ser otro factor que presiona al alza el precio del 'oro negro'. Las reservas de crudo actúan como una red de protección cuando el mercado es incapaz de generar todo el crudo que se demanda.
"Además, el clima se está convirtiendo rápidamente en el impulsor más importante de los mercados energéticos. Si el invierno resulta ser mucho más frío de lo normal, la demanda mundial de petróleo podría aumentar de 1 a 2 millones de barriles por día más. Bajo este escenario, el déficit del mercado petrolero este invierno podría superar fácilmente los 2 millones de barriles por día y alcanzar nuestro objetivo de 100 dólares el barril", sentencian los analistas de BofAML.