YPF tiene pensado invertir US$ 200 millones en el Complejo Industrial de Plaza Huincul durante 2022-2024. El objetivo es darle flexibilidad a los crudos no convencionales, cuya producción es creciente en el yacimiento Vaca Muerta.
Previo al anuncio, YPF recibió varias críticas por las inversiones en Lujan de Cuyo y no en Plaza Huincul. El cuerpo deliberativo manifestó su preocupación por las inversiones en esa refinería y haciéndose eco de las noticias de inversiones para ampliar la capacidad de procesamiento de petróleo de Vaca Muerta en otras refinerías.
En 2022, YPF realizará un paro de planta en todo el Complejo de Plaza Huincul, tanto las unidades de combustibles como la de metanol, para fortalecer este perfil cada vez "más shale" de la producción argentina de petróleo.
En 2014 sólo un 20% de la producción no convencional podía ser procesada en Plaza Huincul y actualmente es posible procesar más de un 60%, con el objetivo de llegar al 100% en los próximos tres años, indica la compañía.
Adecuará la refinería y para ello realizará paradas de planta de todas las unidades del complejo. Este proyecto de inversión de YPF tienen sustento en los niveles de demanda, precios y disponibilidad de petróleo crudo, de acuerdo a los comentarios y datos expuestos en la carta enviada por la compañía al Concejo Deliberante.
YPF realiza inversiones sostenidas en el complejo de Huincul desde el 2014 de más de US$ 90 millones, adicional a los US$ 40 millones por año que se necesitan para cubrir los costos operativos y logísticos relacionados a la actividad, completando una erogación en 8 años superior a los US$ 400 millones.
En especial porque la producción de shale oil está creciendo -es el el 30% del total del petróleo argentino- e YPF alcanzó los 104.000 barriles por día en septiembre, según la Secretaría de Energía.
"La zona de mayor consumo de combustibles y derivados se concentra en la franja de Mendoza, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe. Esto se produce porque estas provincias tienen mayor densidad poblacional e industrial. Para poder abastecer estos centros de consumos es que la refinería de YPF en Mendoza y la refinería de YPF en La Plata cuentan con un sistema de poliductos para transportar los diversos productos", dice la nota.
"Ampliar aún más la refinería de Plaza Huincul y construir un nuevo sistema de transporte por ductos hoy demandaría inversiones altísimas que no son necesarias para el abastecimiento del mercado", señala la comunicación de YPF.
Las obras en La Plata
YPF inició obras por casi u$s150 millones en su refinería de La Plata y prevé desembolsos por otros u$s360 millones en los próximos años para aumentar el procesamiento del petróleo de Vaca Muerta.
Hay que centrar la vista en el crudo de Neuquén-Río Negro, que en La Plata se le llama Medanito, al que se le suma el shale de Vaca Muerta, y se lo procesa en los Toping para hacer lubricantes. Según comentó Manuel Alardi, gerente de lubricantes de la refinería, el crudo neuquino tiene un rendimiento más bajo en fondo, con un poco más de azufre, y mejor rendimiento en naftas, gasoil y destilados, con una composición más parafínica, de enlaces simples, que sirve para hacer bases lubricante.
La refinería de YPF de La Plata posee un índice de complejidad Solomon de 8,3 y, conjuntamente, con la refinería de Luján de Cuyo (índice 10,7) son las más complejas del país. En Mendoza hay una capacidad para refinar más de 105.000 barriles de crudo por día. La refinería de Plaza Huincul puede refinar 25.000 barriles por día y tiene un índice de complejidad Solomon de 1,9. No tiene coke ni catalítico: el crudo ingresa al Toping por ductos y se procesa. El fondo, lo que no se destila, lo inyectan nuevamente en el oleoducto y viaja a La Plata.
Con el incremento del procesamiento del shale el diseño de la planta encuentra “cuellos de botella”. Por ejemplo, con el crudo de Vaca Muerta, que aporta mucho caudal de naftas, se reduce la capacidad de condensarla y se tienen que adecuar las plantas. “Ahora la obra que se está haciendo en el Toping D es agregar intercambiadores de calor y una torre denaftadora, que va a eliminar los componentes livianos antes de entrar al horno, y se va a poder aumentar el procesamiento de la planta y eliminar los cuellos de botella en el horno y en el sistema de condensación de cabeza”, detalló Alardi.
Las obras en el Toping D están en la etapa civil, con la ejecución de pilotes, a cargo de la empresa AESA, la constructora de YPF. La inversión total es de casi u$s150 millones. Para fines del 2023 estará en marcha y permitirá aumentar el tratamiento de 420.000 m3/hora de shale oil a 560.000 m3/hora. Eso equivale a casi un 25% más de procesamiento del crudo de Vaca Muerta.
También se anunciaron inversiones complementarias por u$s360 millones más para obras menores de renovación de una planta de hidrotratamiento de naftas (HTNFCC), la construcción de una nueva (HTNC B) y para poner a punto una unidad en desuso (magnaforming).