La recuperación económica del mundo tras la caída provocada por la pandemia de covid-19 se ha topado con un enorme obstáculo: las tensiones crecientes en la cadena de suministros global.
Lo que sigue: aumento de precios, escasez de ciertos productos, congestión en los puertos y un crecimiento decepcionante del empleo luego de su caída como consecuencia de las restricciones en 2020.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya rebajó el martes su pronóstico de crecimiento de Estados Unidos para 2021 en un punto porcentual, el máximo para cualquier economía del G7.
Los cuellos de botella en la cadena de suministro han provocado la escasez de toda una serie de bienes y un aumento astronómico de los costes de envío, que están haciendo subir los precios al consumidor, resaltó el FMI.
En tanto la inflación en fábricas en China llegó a niveles récord, mientras la segunda economía del mundo lidia con una crisis energética y crecientes problemas de deuda.
Las empresas que se abastecen de mercancías en China ya están luchando con la congestión de los puertos, el aumento de las tarifas de los fletes y los retrasos. El aumento de los precios y la reducción de la producción podrían suponer más problemas para las cadenas de suministro mundiales, que se encuentran en tensión extrema.
Interrupciones en la cadena de suministros
"A medida que la recuperación económica mundial continúa cobrando fuerza, lo que es cada vez más evidente es cómo se verá obstaculizada por las interrupciones de la cadena de suministro que ahora están apareciendo en cada esquina", escribió Moody's Analytics en un informe del lunes.
"Los controles fronterizos y las restricciones de movilidad, la falta de disponibilidad de un certificado de vacunación global y la demanda reprimida por estar estancada en casa se han combinado para una tormenta perfecta en la que la producción mundial se verá obstaculizada porque las entregas no se realizan a tiempo, los costos y los precios aumentarán y el crecimiento del PIB en todo el mundo no será tan sólido como resultado", escribió Moody's en el informe.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la economía global se contrajo un 3,59% durante 2020 y como consecuencia de las restricciones impuestas para hacer frente al covid-19. El FMI proyecta un rebote del 6% para 2021, en un contexto de ralentización del crecimiento.
Algunos efectos de la crisis en la cadena de suministros global ya se están percibiendo: escasez de chips de computadora, congestión portuaria, una grave escasez de camioneros.
Pero pronto podría haber dificultades para acceder a un número mayor de bienes, especialmente ante la temporada de compras navideñas que se aproxima.
Elementos disruptivos
"Las cadenas de abastecimiento son como la luz, cuando la prendes y apagas no te pones a pensar en qué pasó para que la luz llegara a tu oficina. Solo te preocupas cuando un día vas a prender la luz y no funciona", dijo a CNN Ricardo Ernst, profesor de logística y operaciones globales en la Universidad de Georgetown.
"Ha habido una serie de elementos que han creado disrupción en las cadenas de distribución, y el más grande es el covid", agregó.
Ernst destacó que el 90% de los productos en el mundo se mueven por barco y que gran parte de ellos provienen de China. Señaló que los contagios y restricciones impuestas por la pandemia afectaron a los trabajadores en las terminales portuaria "rompiendo" la cadena numerosas veces
"Cada día el mundo está más interrelacionado y más interconectado, agrégale a eso lo que pasó en el Canal de Suez", dijo, en referencia al buque Ever Given que se atascó en marzo en el paso, afectando al comercio global.
La fragilidad de las cadenas de suministro
"La cadena de suministro mundial es muy frágil y depende tanto de un marinero como de un camionero para entregar mercancías", dijo Stephen Cotton, secretario general de la ITF. "Ha llegado el momento de que los jefes de gobierno respondan a las necesidades de estos trabajadores".
En septiembre la Cámara Naviera Internacional (ICS, por sus siglas en inglés) y otros grupos de la industria advirtieron sobre un "colapso del sistema de transporte global" si los gobiernos no restablecen la libertad de movimiento a los trabajadores del transporte y les dan prioridad para recibir las vacunas contra el covid-19 reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Lo hicieron en una carta abierta a los jefes de Estado que asistieron a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En el pico de la crisis en 2020, 400.000 marineros no pudieron dejar sus barcos para realizar los cambios de rutina, algunos trabajaron hasta 18 meses después del final de sus contratos iniciales, según el ICS.
Si bien estos números han mejorado, los cambios de tripulación siguen siendo un desafío importante. Algunas restricciones de viaje se volvieron a imponer como resultado de la variante delta del coronavirus y los transportistas continúan enfrentando una gran cantidad de requisitos de vacunación y pruebas solo para hacer su trabajo. A menudo, estos se imponen sin previo aviso, dijo Guy Platten, secretario general de ICS.
Crisis energética genera más presión sobre la economía global
En este contexto de tensión sobre las cadenas de suministro globales aparece otro elemento de preocupación: las crisis energética que ya está golpeando en diferentes partes del mundo y que puede tener efectos en al economía.
El costo del gas natural al por mayor se ha disparado hasta alcanzar máximos históricos en el Reino Unido, Francia, España, Alemania e Italia. Las facturas de los hogares y las empresas ya se han disparado, y podrían subir aún más a medida que se acerque el frío y se necesite más combustible para la generación de electricidad y los sistemas de calefacción.
Hay una compleja red de factores que explican la situación. Una primavera fría agotó los inventarios de gas natural. Reconstruir las existencias ha sido difícil, gracias a un salto inesperado de la demanda a medida que la economía se recupera de covid-19 y a un creciente apetito por el gas natural licuado en China. Rusia también está suministrando menos gas natural al mercado que antes de la pandemia.
China e India, dos de las mayores economías de Asia y del mundo, se enfrentan también a su propia crisis energética que se agrava por la incapacidad de hacer frente a la alta demanda de carbón.
El precio del carbón térmico, que se utiliza principalmente para generar energía, ha estado subiendo en consecuencia. Los futuros treparon un 11% el martes en la bolsa de materias primas de Zhengzhou hasta alcanzar un nuevo récord de casi 1.508 yuanes (US$ 234) por tonelada métrica. Esta subida se produjo después de un aumento del 8% el lunes.
Mientras tanto los altos precios del petróleo en Estados Unidos vuelven a estar por encima de los US$ 80 por barril -no llegaba estos valores desde 2014-, una bendición para la industria energética, golpeada durante la pandemia, pero una mala noticia para la recuperación económica a medida que se acerca el invierno boreal.
¿Dónde están los insumos que faltan?
FRANCE 24
La cadena de suministro global de insumos y materias primas está estancada, lo cual obliga a cerrar fábricas y causa problemas de funcionamiento en los puertos. La escasez castiga el crecimiento mundial, como recordó el FMI esta semana. Pero ¿dónde están los productos que faltan y por qué?
Escasez de materias primas
"Las materias primas todavía proceden principalmente de países emergentes donde la gestión de la pandemia ha sido complicada", explica la economista Isabelle Méjean.
Estos países se han enfrentado a aumentos repentinos de la demanda, primero con la recuperación económica después de la recesión provocada en 2020 por la crisis sanitaria. La explosión del teletrabajo y el comercio electrónico también han aumentado la demanda de cartón y las tensiones en el sector maderero.
La construcción acusa el golpe, al igual que las compañías de muebles, con agotamiento de existencias persistentes como, por ejemplo, en Ikea.
Las editoriales no tienen papel para imprimir los libros.
Otro factor lo agrava: muy pocas fábricas suministran la mayor parte de las materias primas procesadas. Este verano la detención de una compañía en Estados Unidos especializada en un plástico raro utilizado en perfumería ha tenido efectos en toda la cadena.
Algunos fabricantes podrían resolverlo recurriendo a otras materias, pero esto implica ajustes en las fábricas, explica Yann De Feraudy, presidente de France Supply Chain y director de operaciones del grupo Rocher (marcas Petit Bateau, Yves Rocher). "Ahora hay que hacer pedidos con tres meses de antelación (...) Los precios suben hasta el momento en que ya no hay más" materias disponibles.
Parones en las fábricas
La pandemia ha sacado a la luz los límites de la "dependencia" global de las fábricas del sudeste asiático, según Jonathan Owens, experto en logística de la universidad británica de Salford y partidario de repatriar algunas producciones "aunque la mayoría de las materias primas sigan viniendo principalmente del Extremo Oriente".
Los confinamientos han provocado el cierre de fábricas, bloqueando sectores como el textil en Vietnam o el electrónico y el automotriz en China.
En productos como los semiconductores, estos cierres han tenido un efecto de bola de nieve en las plantas de ensamblaje de automóviles. Se espera que el sector automotriz mundial pierda 210.000 millones de dólares (180.800 millones de euros) en 2021, según el gabinete Alix Partners.
También preocupan los ciberataques, las catástrofes naturales o los cortes de electricidad en China, por falta de carbón o para ponerse al día con las emisiones de carbono.
Atascos en puertos
"Los puertos secundarios europeos tardaron dos meses en recuperarse del bloqueo del Canal de Suez" por un portacontenedores que quedó inmovilizado durante seis días en marzo en esta ruta crucial para el comercio marítimo internacional, recuerda Jonathan Owens.
El puerto chino de Ningbo-Zhoushan, a 250 km de Shanghái, tercero en el mundo en términos de envíos, cerró durante dos semanas en agosto debido a un brote de Covid-19. "Como consecuencia, los contenedores que deberían estar en Egipto en ese momento estaban bloqueados en China", añade. Lo mismo sucedió en mayo con el cierre del puerto chino de Yantian.
Hay que añadir los tifones cada vez más violentos, los controles aduaneros adicionales en el Reino Unido con el Brexit y las nuevas medidas sanitarias para las tripulaciones y mercancías.
Además en los puertos de importación se acumulan los contenedores que no pueden partir por falta de cargamento. De resultas de ello hay escasez en los puertos de exportación en China. "Usar el transporte aéreo costaría miles de millones", afirma Owens.
El puerto de Los Ángeles (en Estados Unidos), adonde llega el 40% de los contenedores destinados a Estados Unidos, se ve obligado a funcionar las 24 horas del día para reducir las filas de espera.
En Europa, varios portacontenedores gigantes con artículos navideños no han podido descargar en el puerto británico de Felixstowe y han sido desviados hacia Rotterdam o Amsterdam.
Almacenes saturados
"Estamos llegando al pico de la temporada de Navidad, pero los productos que deberían haber llegado hace dos meses están siendo descargados" ahora, detalla Jonathan Owens.
La escasez de camioneros lo complica más. En el Reino Unido, el gobierno ha decidido conceder visados temporales pero los candidatos escasean.