LUIS BELDI
A pesar de que el Banco Central logró comprar USs 100 millones en la plaza mayorista de cambios, las reservas subieron poco más de la mitad de lo que adquirió: USs 54 millones, a USs 42.901 millones. Una parte, USs 7 millones, se la llevó la intervención con el bono AL30D para contener al dólar MEP que cerró en $ 176,78 (+33 centavos).
Otra pérdida fue por la suba del dólar frente a las demás monedas que integran las reservas. La divisa de Estados Unidos aumentó 0,16%, frente a las seis principales monedas del mundo y está en el nivel más alto desde el 20 de setiembre del año pasado.
Pero también cada día hay una salida importante de dólares para pagar importaciones de petróleo, gas y combustibles que están en precios récord. El crudo Brent llegó a tocar un máximo de USD 84 por barril y el gas está en USD 5,45 por BTU, el valor más alto de los últimos 8 años. La Argentina debe importar ambos productos y los revende en el mercado local a un precio inferior para subsidiar a empresas y hogares.
Esto explica la suba de los precios en las acciones de las empresas de energía, porque saben que, si hay acuerdo con el FMI, van a tener que subir las tarifas para bajar los subsidios que cada día ocupan una mayor parte del presupuesto y también atraer a inversores para permitir que Vaca Muerta pueda hacer llegar su producción de gas al mercado interno.
Pero los combustibles y la intervención en el mercado de dólares financieros no son la única pérdida, el problema es que el superávit que se genera en el mercado cambiario que le permite hacer compras diarias, se debe a la restricción de dólares a los importadores lo que afecta a la provisión de algunos insumos y bienes al mercado interno. Se está comenzando a ver desabastecimiento en diversos sectores y hay una inflación agazapada porque los empresarios comienzan a calcular sus costos a un dólar que se aproxima a $ 200 porque al valor del contado con liquidación que ayer cerró a $ 191,50, el mismo precio del viernes. En el Senebi, el mercado más libre para operar, le suman las expectativas de devaluación que cada día son más elevadas.
De hecho, en el mercado de futuros el BCRA intervino activamente vendiendo en las posiciones a partir de fin de noviembre porque el dólar a fin de año se había ubicado por encima de $ 108 y a fin de enero en $ 114. Las Letras y los Bonos dollar linked, que ajustan por el valor del dólar oficial, siguen demandados para cobertura. Los que vencen en 2022 y 2023 comprimieron sus rendimientos por la suba de precios. Buenos Aires Valores (BAVSA) señala que los fondos de inversión que tienen en su cartera estos títulos recibieron suscripciones por $ 38.000 millones el mes pasado y que los bonos redujeron sus tasas por la fuerte demanda que elevó sus precios.
El Banco Central debe cuidar varios frentes a la vez hasta las elecciones. Después, el mercado sabe que la suba del tipo de cambio, si no hay un acuerdo cercano con el FMI, será inevitable en todos los mercados al igual que una mayor inflación. El informe del FMI es el que mejor aplica: “la inflación no tiene anclaje”. Pero a pesar del fracaso de los controles de precios, se insiste en esa herramienta y en afectar las exportaciones agropecuarias.
El dólar está vinculado a la inflación y, si se afecta la venta de productos del agro al exterior como ahora sucede con el maíz que aporta USD 8.500 millones por año, se traslada a la suba de precios, a la caída de la producción y al desabastecimiento. Estas son las principales causas por las cuales las empresas se cubren más de la devaluación que de la inflación. De hecho, son más buscados los títulos atados al precio del dólar que los bonos CER que ajustan por la inflación.
A todo esto, el dólar libre o “blue” tuvo una recuperación de 50 centavos y cerró en $ 185 pero quedó firme para hoy.
El riesgo país tuvo una suba que no sorprende. Aumentó nada menos que 17 unidades (+1,1%) a 1.619 puntos básicos porque los bonos con ley extranjera que se toman para calcularlo bajaron más de 1%. Pero no es un fenómeno particular de la economía argentina.
El aumento de los hidrocarburos hizo caer las expectativas de crecimiento del mundo y provocaron subas del dólar y caídas de las bolsas en la región. De hecho, en Brasil, el Ibovespa, el principal indicador de la Bolsa de San Pablo perdió 0,60% y el dólar aumentó a 5,54 reales, el mayor precio desde el 20 de abril, en medio de un clima de estanflación.
En Buenos Aires, la Bolsa logró un buen monto de negocios de $ 1.022 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 0,48%, lejos del máximo de 2,35% que había tocado al mediodía.
Las principales alzas correspondieron a empresas de energía. Pampa Energía (+7,66%), Transportadora Gas del Norte (+4,99%) y Central Puerto (+4,21%), fueron lo mejor de la rueda.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $ 3.044 millones un volumen que resulta habitual en las últimas ruedas. Hubo mayoría de alzas, pero todas moderadas. Globant fue lo mejor con 3%, seguido por IRSA Propiedades Comerciales con 2,8%.
Para hoy las perspectivas siguen siendo similares porque los operadores y bancos no están negociando a pleno en el mercado cambiario, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional de Valores y el Banco Central. Cuando los oídos se cierren a estas sugerencias, el dólar podría tener más fuerza y requerirá de más esfuerzos para ser controlado.