La decisión de Evo Morales trajo como consecuencia que en 20 años el país altiplánico se quede sin gas natural por la deficiente explotación a manos del Estado, que los obligará a importar
A propósito de las declaraciones del premier Guido Bellido, que manifestó la intención de nacionalizar el yacimiento de gas de Camisea, el exministro de Hidrocarburos de Bolivia Mauricio Medinaceli Monrroy, explicó las consecuencias que sufrió su país cuando nacionalizó este recurso.
“Los operadores privados continuaron a cargo de la operación técnica de los campos, sin embargo, para fines contables la propiedad quedó para YPFB, que es la empresa estatal de Bolivia, esto ocasionó que todo el esfuerzo de inversión de los agentes privados se dedicara a la explotación y casi nada a sembrar (...) Por ese motivo, Bolivia pagó una multa de US$ 100 millones a Brasil por el incumplimiento en el envío de gas en el marco del contrato de gas”, explicó el exministro en Ampliación de Noticias de RPP.
Agregó que en 2019, Bolivia tuvo que firmar una adenda con Brasil para disminuir los volúmenes de entrega de gas y, en 2020, con el actual presidente, se firmó otra adenda con Argentina para también disminuir los volúmenes de entrega de gas.
El exministro estimó que Bolivia en 20 años se quedaría sin gas natural debido a la deficiente explotación de la empresa estatal, lo que los obligaría a importar.
“Estamos en el orden de 50 millones de m3 al día producidos. Hace algunos años llegábamos a 75 millones de m3. Cuando se nacionalizó se esperaba producir 80 millones de m3 y se propuso producir 100 millones de m3, pero en estos momentos los campos de gas están en declinación y, si esto sigue así, la capacidad exportadora de Bolivia se acaba en 10 años y, en 20 años, quizás Bolivia deba importar gas natural”, explicó.
Medinaceli Monrroy también dijo que la nacionalización del recurso dañó la imagen de Bolivia en el extranjero, pese a que no hubo expropiación, y que además generó desorden institucional.
“Pese a que no ha sido una nacionalización con expropiación, el hecho que se diga nacionalización, perturbó la imagen que tenía Bolivia en Europa y Estados Unidos (...) Luego de la nacionalización, lo más grave creo que fue un periodo de desorden institucional en el país, por lo cual, todas las reglas del juego que en la década de los 90 estaban muy claras de cómo invertir, cómo licitar, cómo operar, el marco legal es un desorden y las resoluciones y decretos están por encima de la ley”, finalizó.
Como se recuerda, a través de Twitter, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, advirtió al concesionario del gas de Camisea para renegociar los contratos, de lo contrario optarán por la “recuperación o nacionalización”.
“Convocamos a la empresa explotadora y comercializadora del gas de Camisea, para renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado, caso contrario, optaremos por la recuperación o nacionalización de nuestro yacimiento”, manifestó Bellido Ugarte mediante una publicación en Twitter.