Gridspertise pretende impulsar los contadores de última generación y la digitalización de las infraestructuras y operaciones de campo
MIGUEL ÁNGEL NOCEDA
La transición energética se define por dos grandes tendencias, la descarbonización y la electrificación, y para 2050 el escenario apunta a que el 90% de generación global de electricidad procederá de energías renovables.
Para hacer frente a esa transformación, las redes de distribución se convierten en los principales vehículos para garantizar la máxima calidad de servicio del suministro eléctrico y gestionar adecuadamente la creciente generación variable procedente de fuentes renovables.
Con ese mandamiento, el grupo italiano Enel, que dirige Francesco Starace y es propietario de la compañía española Endesa, ha creado Gridspertise, firma pionera en el sector, a través de su filial Enel Global Infraestructure (la línea dedicada a la gestión de infraestructuras de distribución eléctrica del grupo) para acelerar el desarrollo de redes inteligentes con soluciones a distribuidores de cualquier tamaño y geografía.
“El objetivo es suministrar a los mercados tecnologías innovadoras y eficaces diseñadas por distribuidores de electricidad para distribuidores de electricidad”, según explica Robert Denda, consejero delegado de la nueva entidad. La empresa aspira a alcanzar antes de 2030 el 10% de las necesidades mundiales de la distribución en un mercado de referencia de unos 20.000 millones de euros.
Gridspertise se centrará en tres áreas principales: medición mediante contadores inteligentes, digitalización de la infraestructura de la red y digitalización de las operaciones de campo. Para ello, asegura contar con la experiencia de 74 millones de clientes; 44 millones de contadores inteligentes activos; 2,2 millones de kilómetros de redes de transporte y distribución de electricidad; cientos de miles de puntos de control remoto; más de 30 millones de operaciones de campo ejecutadas cada año en 13 empresas de distribución en ocho países, entre ellos España.
Sobre la digitalización de las infraestructuras de red, incluye el desarrollo masivo de sistemas de automatización y control remoto y de sensores conectados con infraestructuras de comunicaciones avanzadas; mientras la digitalización de la gestión del personal y operaciones en campo aporta mejoras de productividad simplificando el trabajo del personal sobre el terreno, garantizando un alto nivel de seguridad y reduciendo los costes operativos.
Según Denda, que coordinó el proyecto de despliegue de contadores inteligentes de Endesa en España, diseñará sus productos para que sean circulares a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción hasta la fase de fin de vida. La empresa persigue el despliegue masivo entre las empresas de distribución y en los mercados de todo el mundo, comenzando por Europa y Latinoamérica y los países en los que Enel ya tiene una fuerte presencia, para luego expandirse a América del Norte y Asia-Pacífico.
Para el ejecutivo de origen alemán, “los clientes finales se benefician de un suministro eléctrico más fiable, facilitando la plena electrificación de sus consumos energéticos, fomentando la eficiencia energética a través de un mejor control de los datos, y permitiéndoles participar en los mercados energéticos facilitando su conversión en prosumidores, integrando el almacenamiento estacionario individual o participando en esquemas de agregación con sus vehículos eléctricos”.