Chevron había anunciado previamente un compromiso de US$ 3.000 millones para producir energías verdes
La petrolera Chevron, la segunda más grande de EE.UU., anunció que invertirá US$ 10.000 millones , más del triple de lo divulgado anteriormente, para reducir la emisión de carbono en sus operaciones y producir energías menos contaminantes.
En un comunicado, la empresa integrante del grupo corporativo de las "Big Oil" explicó que planea desplegar esa inversión desde este año hasta 2028 para apoyar sus nuevos negocios de gas natural y diésel renovables, combustible para aviación sostenible, hidrógeno y captura de carbono.
Chevron señaló que destinará una quinta parte de esa inversión, 2.000 millones, a "reducir la intensidad de carbono" de sus operaciones y tiene como meta para 2030 capturar o "neutralizar" 25 millones de toneladas de carbono "desarrollando centros regionales en colaboración" con otras firmas.
"Los combustibles renovables, el hidrógeno y la captura de carbono se enfocan en clientes como aerolíneas, compañías de transporte y productores industriales", explicó en la nota el presidente de Nuevas Energías de Chevron, Jeff Gustavson.
"Estos sectores de la economía no son fáciles de electrificar y los clientes buscan combustibles más bajos en carbono y otras soluciones para reducir las emisiones de carbono", agregó.
Chevron había anunciado previamente un compromiso de 3.000 millones de dólares para producir energías verdes y el incremento anunciado hoy es notable, pero esa inversión sigue representando una pequeña parte respecto al montante que destina a los combustibles fósiles.
El pasado diciembre, al reportar un año de pérdidas coincidiendo con la pandemia, Chevron dijo que reduciría su gasto de capital a entre 14 y 16.000 millones anuales hasta 2025, por lo que ese compromiso de 10.000 millones a siete años representa en torno a un 10 % del total.
No obstante, la empresa parece estar escuchando el clamor de los inversores por una mayor diversificación de sus negocios, como ya ha ocurrido con su rival Exxon Mobil, la mayor petrolera de EE.UU., que ahora tiene en su junta directiva a una firme activista por la justicia climática.