Acciones y bonos se recuperaron en las últimas semanas. Ahora la mirada está puesta en noviembre, más allá del resultado de las PASO
ANA CLARA PEDOTTI
Aunque nada parecía poder despertar el interés de los inversores internacionales, desencantados con Argentina en los últimos años, en la previa de las PASO legislativas lentamente los activos locales parecieron salir de su letargo.
Y si bien el viernes pasado (3/9) hubo una leve toma de ganancias por parte de los inversores en acciones y bonos, el Merval logró subir, medido en dólares al contado con liquidación, más de 20% en agosto.
A cinco ruedas del primer test electoral para el gobierno de Alberto Fernández, medido en dólares, el principal indicador de la Bolsa porteña cotiza a US$ 437,9, lo que implica una mejora de casi 20% desde que comenzó el año, motorizada en las últimas ruedas El riesgo país logró perforar el viernes el piso de los 1.500, al cerrar en torno a las 1.490 unidades, pero aún exhibe la alta exposición que genera Argentina para los inversores.
Los precios deprimidos de las acciones argentinas indican que aún hay margen para mejoras. Por ejemplo, si bien el papel de Edenor sube en los últimos doce meses más de 122%, aún su precio se encuentra un 63,9% por debajo del nivel que ostentaba antes de las PASO 2019. Hace dos años, las encuestas le jugaron una mala pasada a los inversores y el castigo fue alto.
"La gran mayoría del mercado, especialmente fuera de la Argentina, toma una actitud cauta frente a las elecciones porque fue muy duro el golpe que recibió en el 2019. Sin embargo, se empieza a ver a inversores que ante la posibilidad de que al gobierno le vaya mal y en este contexto de inmensa liquidez global, interés en posicionarse en Argentina", dijo Javier Timerman, fundador de Adcap.
La desconfianza inversora se ve en el precio de los bonos, más que en el repunte de las acciones. Los bonos globales, que surgieron un año atrás tras el canje de Guzmán, lograron recuperar 8% en promedio en el último mes, pero registraron en este año una pérdida promedio de 21%.
A pesar de la cautela, hay inversores que se animan a correr el riesgo y poner una fichita en el pais. "El mercado esta esperando un plan de mediano o largo plazo que apalancándose en un acuerdo con el Fondo pueda dar previsibilidad a la economía. La sensación en Wall Street es que con el status quo no alcanza", sumó Timerman.
Asi, la vista de los inversores no está puesta en lo que pueda surgir de las urnas este domingo, sino un poco más allá, en los resultados de las elecciones de noviembre. Antes y después, el Gobierno debería comenzar a dar señales de un nuevo plan económico, y el postergado acuerdo con el Fondo Monetario, podría ser la excusa para reordenar las variables.
"El mercado ve como catalizadores de las valuaciones tanto al resultado electoral como al acuerdo con el FMI. Creemos que el primero podría marcar qué tan probable será un giro en las políticas que tienda a la estabilización macroeconómica mientras que el segundo podría ser útil para anclar expectativas hacia adelante vía metas fiscales, monetarias y cambiarias", explicó Juan Manuel Franco, economista del Grupo SBS.
Por ahora, el mercado hace su apuesta en un contexto de poca certidumbre. "Sin driver del FMI con fecha cierta, todos los ojos se posan sobre las elecciones como la principal causa del reciente rally", dijo Nery Persichini, de GMA Capital.
"La posibilidad de un evento como el que ocurrió en Ecuador, donde los bonos tuvieron un upside de hasta 49% tras la inesperada victoria presidencial en abril de Guillermo Lasso, candidato promercado, comienza a volver atractiva a la golpeada renta fija local", añadió.