Las zonas afectadas por el huracán ya han recibido una exención de la EPA para utilizar combustible de mezcla de invierno antes del 15 de septiembre con el fin de aliviar cualquier escasez
ELLEN R. WALD
El huracán Ida pasó por Luisiana a principios de esta semana provocando importantes trastornos a la industria petrolera y de refinado de Estados Unidos. Tocó tierra como un huracán de categoría 4, causando importantes estragos en Nueva Orleans, así como en otras comunidades de la costa del Golfo.
A continuación se describe la situación desde el punto de vista del mercado energético y cómo pueden esperar los traders que afecte a la producción y a las existencias:
Producción de petróleo en alta mar
Casi toda la producción de crudo de Estados Unidos en el Golfo de México (1,74 millones de barriles al día o el 17% de la producción de Estados Unidos) se suspendió al acercarse el huracán Ida. Hasta el miércoles por la tarde, 1,45 millones de barriles al día seguían fuera de circulación, aunque parece que las plataformas terrestres y marinas apenas sufrieron daños.
La producción sigue interrumpida en parte porque el personal que fue evacuado no ha podido regresar a las plataformas marinas. Los helipuertos de la instalación principal que transporta a los trabajadores a estas plataformas sufrieron daños y aún no se puede acceder.
Las interrupciones de la producción en alta mar se reflejarán en los datos de la Administración de Información Energética de la próxima semana y también afectarán a los datos de producción y exportación de Estados Unidos.
Estados Unidos ha estado produciendo alrededor de 11,3 millones de barriles al día, por lo que los traders deberían esperar que la producción se reduzca en alrededor de 1,7 millones de barriles al día a partir de los datos de la semana que viene, y que continúe reduciéndose mientras las plataformas permanezcan fuera de servicio.
Puertos
Otro problema que impide la reanudación de la producción de petróleo es que los principales puertos de Luisiana han sufrido daños a causa del huracán. El petróleo procedente de la producción en alta mar fluye hacia las instalaciones de almacenamiento en puertos como el de Port Furchon, que suele tener unos 270 grandes buques de suministro y 1.200 camiones que pasan cada día para abastecer a más de 250 empresas.
El huracán Ida tocó tierra en esta zona y el puerto experimentó marejadas de 3,5 a 4,5 metros, lo que provocó graves inundaciones. Las carreteras que conducen al puerto siguen bloqueadas, por lo que aún no se ha evaluado el alcance total de los daños.
Los cierres de los puertos han provocado una acumulación de barcos en el Golfo de México. Unos 30 petroleros permanecen amarrados frente a la costa de Luisiana a la espera de cargar o descargar mercancías. Los mayores cuellos de botella se encuentran cerca de Baton Rouge y Lake Charles. El puerto de Lake Charles ha reabierto y hay esperanzas de que pronto se alivie parte del atasco. No se sabe si estos barcos podrán ser desviados a los puertos de Texas.
Debido a estos atascos, los traders deberían prepararse para que las exportaciones de crudo de Estados Unidos sean inferiores a la media, así como las importaciones de crudo de otros países.
Refinerías
En preparación para el huracán, las refinerías de Luisiana cancelaron aproximadamente 2,7 millones de barriles al día de capacidad de refinado. Esto refleja alrededor del 14% de dicha capacidad en Estados Unidos.
Se está llevando a cabo la evaluación de los daños y la mayoría de las refinerías siguen sin energía ni acceso a la materia prima, aunque no hayan sufrido daños a causa del huracán o las inundaciones.
La refinería de Baton Rouge de ExxonMobil (NYSE:XOM), que procesa 500.000 barriles al día de crudo, y la refinería de 565.000 barriles al día de Marathon Petroleum (NYSE:MPC), en Garyville no han sufrido daños. ExxonMobil ha informado de la reanudación de la actividad en su refinería y se espera que Marathon reanude su funcionamiento tan pronto como la energía y las materias primas estén disponibles. Al parecer, deberían recuperarse 2 millones de barriles al día de capacidad de refinado en el transcurso de tres semanas.
Los anormales datos de crudo y gasolina de la Administración de Información Energética podrían persistir durante 3 o 4 semanas, dependiendo de lo que tarden las refinerías en volver a funcionar.
Precios de la gasolina
Los precios de la gasolina habían empezado a bajar en Estados Unidos antes del paso del huracán Ida, pero esa tendencia se ha invertido.
Según los datos de la Administración de Información Energética publicados el miércoles, la cantidad total de productos petrolíferos suministrados en Estados Unidos (utilizados para estimar la demanda implícita) la semana pasada fue de un promedio de 21,4 millones de barriles al día, su cota más alta desde septiembre de 2019.
Este dato podría estar ligeramente distorsionado por los preparativos para el huracán de la semana pasada, que normalmente producen un pico en la demanda de gasolina en las regiones que se preparan para el impacto.
Sin embargo, el 15 de septiembre, la mayoría de las estaciones de servicio de Estados Unidos podrían comenzar a vender combustible de mezcla de invierno, que es más barata de producir (y generalmente le cuesta menos al consumidor).
Las zonas afectadas por el huracán ya han recibido una exención de la EPA para utilizar combustible de mezcla de invierno antes del 15 de septiembre con el fin de aliviar cualquier escasez. Este cambio —junto con la vuelta al funcionamiento de las refinerías— podría ayudar a bajar los precios de la gasolina en unas semanas.