En el gobierno sanjuanino no están conformes con la forma de trabajo con las poblaciones aledañas al proyecto
CLAUDIO LEIVA
En medio de los planteos del gobierno riojano que apuntan a sacar alguna tajada del proyecto de cobre Josemaría, ubicado en Iglesia, fuentes oficiales confirmaron ayer que en las autoridades sanjuaninas hay malestar con la empresa que maneja el emprendimiento.
Es porque consideran que no ha habido buen manejo con las poblaciones aledañas a la futura mina ubicada en la vecina provincia, por ejemplo haberles ofrecido participación en las futuras obras, como así también que puedan ser proveedores de algunos servicios porque, en la actualidad, para llegar a la zona, se debe transitar por suelo riojano. Y así se hubiera moderado el reclamo que encabeza el gobernador Ricardo Quintela.
El mandatario, después incluso de un freno que le puso el presidente Alberto Fernández el lunes en San Juan, parece que ayer bajó el tono porque luego de amagar con ir a la Corte Suprema de Justicia por una cuestión de límites interprovinciales, pidió trabajo para las poblaciones aledañas a la futura mina y poder ser proveedores.
El mandatario riojano venía insistiendo con un pedido de participación en las ganancias de las regalías de la futura mina, al punto que fue el propio presidente Alberto Fernández, en su visita del lunes a San Juan, el que salió a ponerle freno.
Dijo, en declaraciones a DIARIO DE CUYO, que "la Constitución dice que las provincias son dueñas de sus recursos naturales y éste (el proyecto) es uno que está en San Juan. No hay más que hablar". Además, fue más allá al expresar que la Carta Magna "es muy clara en ese sentido y es claro que el proyecto está en territorio sanjuanino".
Incluso ayer, por nuevas declaraciones del mandatario riojano, parece que las palabras del presidente Fernández surtieron efecto. Fue porque incluso Quintela, quien hasta había amenazado con recurrir a la Corte Suprema de Justicia por un reclamo de límites interprovinciales, manifestó en declaraciones a medios riojanos que lo que ahora pide para los habitantes de las localidades aledañas a la futura mina, como las de Villa Unión, Guandacol y Vinchina, es "oportunidades laborales" y poder "brindar servicios" en el futuro.
Cuando está en pleno debate el proceso para la Declaración de Impacto Ambiental, un paso fundamental para que avance el proyecto. Y lo que menos quieren en el gobierno sanjuanino es que puedan surgir planteos, como los del gobierno riojano, que puedan frenar la construcción de la mina y la explotación del yacimiento.
Si todo avanza y no surgen nubarrones en el horizonte, la empresa Deprominsa, a cargo del proyecto, tiene previsto iniciar la construcción el próximo año. Se trata de un yacimiento de cobre, oro y plata, que contempla una inversión superior a los 3.000 millones de dólares y que demandará unos 4.000 trabajadores en los trabajos para levantar la mina y 800 en la operación, con una vida útil estimada en 19 años.
En medio de los tironeos, desde la empresa prefirieron no expresarse oficialmente porque, según entienden, se trata de cruces entre gobiernos provinciales, hasta con la intervención presidencial, y todo se debe dirimir en ámbitos oficiales. De todos modos, desde hace rato que en el gobierno sanjuanino también le vienen reclamando la necesidad de que haya más comunicación para evitar malas interpretaciones.
Hasta ahora, para llegar a la zona del campamento Batidero, donde se aloja el personal que trabaja en el emprendimiento minero, hay que pasar por suelo riojano, aunque está proyectado construir un camino que transitará en su totalidad por territorio sanjuanino.
El proyecto está al Norte de San Juan. Limita hacia el Oeste con Chile y al Norte con el departamento de General Lamadrid, en La Rioja. Todas las instalaciones se van a desarrollar en San Juan, con una altitud comprendida entre los 3.700 y los 5.300 msnm.
Impacto ambiental
Para que sea posible la construcción de la mina hace falta la aprobación del informe de impacto ambiental. Se trata de un documento, presentado por la operadora del proyecto, con la descripción pormenorizada de cómo se hará y qué cuidados tendrán para el procesamiento de los metales, como cobre, oro y plata. Y también contiene los detalles para el cierre de la mina y que no quede un pasivo ambiental.
En el proceso se abrió a la población una consulta pública, es decir que cualquier persona o institución puede pedir aclaraciones. De los planteos, la mayor parte ha tenido que ver con el uso del agua y el resto son cuestiones relacionadas, por ejemplo, con el impacto social y económico del emprendimiento. En la tarea trabaja una comisión de evaluación, pero todavía no hay fecha para terminar con la tarea.
Matías Kulfas le baja el pulgar al planteo riojano y sugiere que sean proveedores
Cuando todavía no se acallan los ecos de las palabras del presidente Alberto Fernández en San Juan, cuando dijo que "las provincias son dueñas de sus recursos naturales", fue ahora el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, el que sostuvo que "los proyectos mineros corresponden a las provincias donde están radicados", con referencia a la polémica generada a partir de la intención del gobierno riojano de tener participación en el reparto de ganancias de las regalías del proyecto de oro y cobre Josemaría, en Iglesia.
El funcionario nacional mantuvo un contacto en exclusiva con DIARIO DE CUYO en el que manifestó que "la realidad es que Josemaría hace años que está en proceso de exploración dentro de los límites de San Juan y lo que hemos conversado con el gobierno de La Rioja, con el que tenemos diálogo cotidiano, y así se lo hemos manifestado, es la posibilidad de desarrollar proveedores en esa provincia".
El planteo del ministro Kulfas parece estar a tono con las últimas declaraciones del gobernador riojano Ricardo Quintela, quien ahora parece haberle bajado el tono a la disputa porque en expresiones a medios riojanos pidió para los habitantes de las localidades aledañas a la futura mina, como las de Villa Unión, Guandacol y Vinchina, "oportunidades laborales" y poder "brindar servicios" en el futuro.
La inquietud riojana surgió cuando está en pleno debate el proceso para la Declaración de Impacto Ambiental de Josemaría, un paso fundamental para que avance el proyecto. Y lo que menos quieren en el gobierno sanjuanino es que puedan surgir planteos, como los del gobierno riojano, que puedan frenar la construcción de la mina y la explotación del yacimiento.
"Nuestra posición es muy clara y ya la expresó el Presidente cuando estuvo en San Juan. Los proyectos mineros corresponden a las provincias donde están radicados y en el caso de Josemaría está radicado en San Juan, sin ninguna duda", sostuvo Kulfas. Y agregó que "nuestra vocación de diálogo y de trabajo es que La Rioja desarrolle un polo productivo que también pueda servir de apoyo a Josemaría y que sirva también para los riojanos y riojanas. Y si La Rioja desea, con todos los cuidados necesarios, iniciar la actividad minera, acá estamos para acompañar. Allí tiene un potencial minero importante y si ellos lo quieren empezar a trabajar estamos para acompañar, con todos los cuidados ambientales y con desarrollo de proveedores".
Esta última parte de la frase fue un tiro por elevación a la postura del gobierno riojano, que se ha mostrado reticente a acompañar la actividad minera en esa provincia pero que, sin embargo, salió a reclamar por una porción de las ganancias de un proyecto minero ubicado en San Juan.
Kulfas también destacó el crecimiento de la actividad industrial en el país al manifestar que "es fruto fundamentalmente del cambio de política industrial. El contraste en notable. Argentina entre el 2015 y el 2019 fue el país que más se desindustrializó en el mundo. Hubo una caída constante de la producción y, por ejemplo, de los 48 meses que gobernó Mauricio Macri, en 46 hubo caída del empleo industrial".
Y agregó que "nosotros cambiamos de cuajo la política que le daba la espalda al sector industrial. Cuando solicitaban apoyo la respuesta que le daban era que no era necesario producir en el país, que era mejor quedarse con la marca e importar productos de otros países del mundo".
Frente a ese panorama expresó que "a esa situación la hemos revertido completamente porque se ha recuperado el crédito productivo, hay política de desarrollo de proveedores y se han generado planes sectoriales para fomentar las exportaciones".
Cuatro frases: Matías Kulfas
+ "El problema de las botellas con Cattorini es una situación puntual que tiene que ver con una cuestión de paradas técnicas y de mantenimiento. Nosotros estamos preocupados para que esté debidamente abastecido el sector interno como el internacional y por eso creemos que se trata de una situación que se va a normalizar".
+ "Estamos trabajando para aumentar la oferta de botellas para vinos en toda la región porque estamos frente a un escenario de reactivación y en un año muy bueno para las industrias, incluidas las que están en San Juan, como por ejemplo las relacionadas con una industria como la vitivinícola".
+ "El nivel de importaciones en el país ha mostrado un crecimiento importante y sobre todo se nota en la compra de maquinarias y de insumos intermedios. Y es porque hoy en la Argentina se está produciendo a niveles previos a la pandemia y es porque hay un nuevo esquema de política industrial".
+ "Estamos convencidos de que la reactivación industrial ha llegado para quedarse fruto de una nueva política que estimula la producción nacional. A esto hay que sumarle lo que ocurre, por ejemplo, con la economía del conocimiento, con una ley que va a potenciar y duplicar el empleo con fuertes inversiones".