Este tipo de proyectos tienen que ser evaluados respecto al costo de oportunidad de invertir recursos y la factibilidad de la ejecución en las zonas de influencia, según el presidente del COES
JONATHAN TERRANOVA
Parte de la agenda establecida por el primer ministro de Perú, Guido Bellido, hizo referencia a la incursión en proyectos de centrales hidroeléctricas. César Butrón Fernández, presidente del directorio del Comité de Operaciones del Sistema Interconectado Nacional (COES), nos comenta sobre los puntos a tener en cuenta alrededor de este propuesta.
Rentabilidad
Si bien, según Butrón, proyectos de este tipo son ideales desde el punto de vista del sistema eléctrico interconectado, lamentablemente son muy caros.
En principio, la inversión que se necesitan para este tipo de proyectos están muy por encima de otros con la misma capacidad de producción que tienen otras tecnologías como, por ejemplo, gas y otras energías renovables.
Ante ello, para que una central hidroeléctrica pueda ser rentable debe vender su energía a un mínimo de US$ 55 el megavatio-hora (MWh).
“Como contraste, se tiene que una (central) solar o una eólica puede vender por debajo de US$ 35 el MWh, y una de gas natural incluso por US$ 24 o US$ 32. En un mundo donde prime la rentabilidad de la inversión, las hidroeléctricas ya no tienen cómo competir con estas otras energías”, señaló.
En ese sentido, Butrón indicó que si el Estado quiere enfocarse solo en proveer este tipo de energía motivado porque es limpia y renovable, entonces tendría que obviar el sentido financiero del proyecto.
“En este caso, el Estado tendría que invertir sin esperar alguna retribución o esperarla en un horizonte de muy largo plazo. Es una decisión que desde el punto de vista económico no es recomendable, aunque nos guste mucho las hidroeléctricas, se tienen que evaluar los costos de oportunidad”, afirmó.
¿Habría sobreoferta?
Según el presidente del COES, dado que las centrales hidroeléctricas toman entre siete a ocho años en concretarse, no habría peligro de generar sobreoferta.
“Actualmente hay sobreoferta, pero que se ejecute un proyecto de este tipo no aumentaría la misma, pues demoran, por lo que estarían listas para el 2027 o 2028. En este sentido, y dado también nuestro potencial hidroeléctrico, sería una propuesta interesante”, indicó.
Cuestión social y ambiental
Otro punto a analizar, según Butrón, es el tema relacionado al entorno de la zona de influencia en donde se ejecuten los proyectos, específicamente cuestiones sociales y ambientales.
Respecto al análisis de este criterio, es cada vez más difícil realizar una central hidroeléctrica por la oposición principalmente debido a las inundaciones que muchas veces se generan.
“Esto incrementa los costos y paraliza el trabajo (por las posibles órdenes judiciales), e incentiva más la oposición a proyectos de este tipo. En Chile ya no se pueden construir hidroeléctricas por la oposición social, y en Perú es cada vez más complicado”, afirmó.