China ha sido tradicionalmente el principal impulsor de las ventas mundiales de vehículos eléctricos
China es líder mundial y el principal impulsor de las ventas de vehículos de nueva energía, lo más relevante es que mantendrá este lugar debido a que durante la próxima década el mercado chino representará la mitad de todos los vehículos eléctricos vendidos mundialmente.
Esto crea unas condiciones muy favorables para que los fabricantes de China puedan incursionar a gran escala en los mercados occidentales de vehículos de nueva energía (New Energy Vehicles-NEV).
Desde que se comercializan los vehículos eléctricos, el mercado ha estado dominado por China. En los últimos 5 años, el país ha representado más del 40% de las ventas mundiales de vehículos de nueva energía, impulsado por unos planes de subsidios muy generosos y la disponibilidad de una amplia gama de modelos asequibles.
China está reduciendo progresivamente su generosa política de subsidios, y se espera que las subvenciones a nivel nacional se eliminen por completo en los próximos dos años.
Sin embargo, se espera que China siga dominando las ventas mundiales de vehículos eléctricos, y que la mitad de las ventas globales de vehículos eléctricos nuevos se produzcan en China durante la próxima década.
Esto se debe en parte a la política gubernamental, pero también al aumento de la demanda de los consumidores a medida que los precios de los NEV sigan bajando y aumente la disponibilidad de modelos de alta calidad.
El gobierno chino ha anunciado planes claros para elevar las ventas de estos vehículos al 20% del mercado automovilístico en 2025, y al 50% en 2035, y a medida que pasa el tiempo, parecen cada vez más alcanzables.
El impacto en las materias primas
La firma con sede en Londres, CRU International, que se especializa en análisis de mercado de commodities, afirma en un reciente informe que, si los fabricantes chinos de vehículos eléctricos consiguen comercializar sus productos en el extranjero, esto tendría enormes repercusiones en la demanda de materias primas.
A medida que los vehículos de nueva energía se conviertan en una fracción mayor de las ventas mundiales de automóviles, esto aceleraría el cambio de la demanda de materiales clave para la automoción como el acero, el aluminio y el cobre de Europa a Asia.
Dado que es mucho más probable que los vehículos eléctricos chinos utilicen baterías LFP (Lithium iron phosphate battery) más baratas y de menor autonomía que sus homólogos occidentales, se prevé que un aumento de las ventas de los fabricantes chinos de NEV en todo el mundo tendría fuertes implicaciones a largo plazo para la demanda de níquel y cobalto.
Sin embargo, no hay garantía de que los consumidores de Occidente acepten a gran escala los vehículos eléctricos chinos.
También hay que tener en cuenta la geopolítica, que puede conducir a algunos países de Occidente a aplicar cambios en los aranceles como medidas proteccionistas a la producción nacional.
De igual modo, hay que considerar que el liderazgo de marca de los vehículos eléctricos no es sólo una cuestión de capacidad de producción, precios bajos o calidad. Al incursionar en nuevos mercados, las barreras culturales y la lealtad a la marca juegan un papel decisivo para que los compradores cambien de una marca a otra, lo cual es un reto importante al que se enfrentarán los fabricantes chinos en Europa y Norteamérica.
El objetivo es expandirse a otros mercados
CRU International también afirma que el gigante asiático podría empezar a dirigirse a los compradores en mercados internacionales en los próximos años, dado que ya lleva ventaja en la escala de fabricación respecto a Occidente y que las subvenciones gubernamentales a la industria están empezando a disminuir.
El informe señala que, aunque es factible, la exportación de vehículos eléctricos puede no ser algo fácil para los fabricantes chinos porque, al menos en Europa y Estados Unidos, no hay una sola marca de vehículos chinos ampliamente aceptada que se comercialice y venda, e incluso en China, las ventas de automóviles occidentales son mayores que las de las marcas chinas.
"Pero si los vehículos eléctricos chinos fueran competitivos en precio, estuvieran ampliamente disponibles y se comercializaran adecuadamente, creemos que no hay razón para que no puedan tener éxito a nivel mundial en la próxima década", afirma el informe.
Ciertamente existe un precedente histórico de esto en otros países. Aunque ahora es una potencia de la industria automovilística mundial, los vehículos japoneses eran extremadamente raros fuera de Japón hasta finales de los años 60. Esto cambió rápidamente tras el lanzamiento del Toyota Corolla, que arrasó en el mercado. Esto volvió a ocurrir en menor medida con los vehículos de Corea en los años 90, como por ejemplo la marca Hyundai.
Ya se han dado pasos importantes con Tesla y Dacia fabricando vehículos eléctricos baratos de gama baja en China y comercializándolos en el extranjero.
En opinión de CRU, si otro fabricante chino de vehículos eléctricos consigue aumentar la producción para hacerlos asequibles y que sean aceptados por el mercado europeo, el panorama mundial de los EVs podría experimentar una importante transformación.
Occidente se pone al día rápidamente
Las ventas en Europa de vehículos eléctricos fabricados en el viejo continente crecieron un asombroso 144% interanual en 2020. Gran parte de este crecimiento se produjo en la segunda mitad de este año, ya que cinco de los seis mayores mercados de vehículos eléctricos de Europa (Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia y Países Bajos) aumentaron sus subvenciones a los vehículos eléctricos tras la directiva de "recuperación verde" adoptada por los responsables políticos de todo el mundo en respuesta a la crisis del COVID.
Aunque hay indicios que sugieren que este crecimiento puede haberse ralentizado ligeramente en el primer semestre de 2021, se espera que el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos siendo fuerte a medio plazo.
Aunque la capacidad de fabricación de NEVs en Europa sigue creciendo, continúa siendo superada por la demanda.
Esto puede llevar a que China también podría aprovechar la gran demanda observada en Europa, que está superando la capacidad de fabricación en la región debido a que se apoya en la prisa de los consumidores por beneficiarse de una mayor disponibilidad de modelos de mejor calidad y de mayores subsidios.