“La demanda de refugio seguro debería disminuir aún más a medida que se recupere el crecimiento global y la inflación resulte ser temporal”, dijo Carsten Menke, analista de Julius Baer.

Los bancos centrales también pueden avanzar hacia el aumento de las tasas de interés, elevando los rendimientos de los bonos del gobierno desde sus niveles mínimos actuales y haciendo que el oro, que no ofrece rendimiento, sea menos atractivo.

Sin embargo, a corto plazo, los precios están respaldados por factores que incluyen una recuperación de la demanda de joyas de oro y la posibilidad de que el dólar se debilite a medida que los mercados emergentes se recuperen. Un dólar más débil hace que los lingotes cotizados en dólares sean más asequibles.

Un repunte reciente de la inflación también podría alentar a los inversores a comprar oro, a menudo visto como una cobertura contra la inflación.

El oro promediará US$ 1.835 la onza en el tercer trimestre del año y US$ 1.841 en el cuarto trimestre, según la mediana de las respuestas de una encuesta de 38 analistas y comerciantes. 

Para todo el año, los precios promediarán US$ 1,812, según la encuesta, mientras que en 2022 promediarán US$ 1,785.

Esas predicciones son ligeramente más altas que las encontradas por una encuesta similar realizada en abril.

Para la plata, la encuesta pronostica un precio promedio de US$ 26,50 la onza este año, un poco por encima de su nivel actual de US$ 25,50, y US$ 25 en 2022.

La plata es un activo de 'refugio seguro' como el oro, pero también se utiliza ampliamente en la industria.