El gas migró entonces de la tubería a la superficie del mar, donde reaccionó a las descargas eléctricas de la tormenta provocando el fuego
GEORGINA ZEREGA
Las imágenes de un enorme ojo de fuego en medio del mar en el golfo de México recorrieron estos días el mundo. La fuga de gas en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) derivó el pasado viernes en un incendio en las aguas del Estado de Campeche durante horas que encendieron las alarmas de los ambientalistas a lo largo y a lo ancho del mapa.
La compañía paraestatal ha informado este lunes de que el suceso fue provocado por el peligroso cóctel formado por la presencia de gas en la superficie marítima —debido a la fuga— y las tormentas eléctricas que se registraron esa madrugada en el océano. “No existió derrame de crudo y las acciones inmediatas para controlar el incendio evitaron el daño ambiental”, ha señalado Pemex en un comunicado.
El siniestro se registró sobre las cinco de la mañana, a unos 150 metros de la plataforma satélite KU-C del complejo petrolero Ku-Maloob-Zaap (KMZ), perteneciente a Pemex. El ducto que reportó la fuga es una línea submarina de bombeo neumático de 12 pulgadas que alimenta los pozos de la plataforma, actualmente deshabitada. La paraestatal ha explicado que las condiciones meteorológicas de esa madrugada ocasionaron “que salieran de operación los equipos de turbocompresión de gas de bombeo neumático necesarios para la producción de los pozos”. El gas migró entonces de la tubería a la superficie del mar, donde reaccionó a las descargas eléctricas de la tormenta provocando el fuego.
El incendio se pudo extinguir tras cinco horas de trabajos en la zona, en los que participaron tres barcos para evitar que el fuego llegase a la plataforma. “Se logró extinguir en su totalidad al cerrar la válvula submarina e inyectar nitrógeno al gasoducto”, ha explicado Pemex este lunes sobre el suceso que no dejó heridos. Aunque la petrolera ha admitido que aún desconocen la causa que originó la fuga de gas. “Pemex ha iniciado con el programa de reparación definitiva de la línea de bombeo neumático afectado y realiza el análisis para identificar la causa”, ha asegurado en el comunicado. El complejo Ku-Maloob-Zaap aporta más del 40% de los 1,68 millones de barriles de crudo que produce Pemex cada día.
La petrolera vive un momento difícil después de reportar en 2020 la peor crisis de su historia. En ese contexto, ha sido duramente criticada, incluso antes de este incendio, por tener instalaciones obsoletas. Trabajadores de la estatal han denunciado innumerables veces la falta de mantenimiento que sufrieron las estructuras durante más de tres décadas. Apenas hace dos meses, en abril pasado, Pemex sufrió otro incendio en la refinería de Minatitlán, en Veracruz. El incidente dejó siete heridos y paralizó durante varias semanas la refinería más importante de México. Los reportes sobre aquel siniestro señalaban que las llamas habían sido provocadas también por una fuga, en ese caso, en la bomba de carga de la planta denominada reformadora.
Las impactantes imágenes que se registraron en este incendio dieron la vuelta al vuelto provocando la indignación global. Greta Thunberg, la niña sueca conocida por ser defensora del medio ambiente, fue una de las más críticas. “Este es el mundo que nos dejan”, reprochó en Twitter junto a un video en el que mostraba el ojo de fuego en su peor momento.
“La gente en el poder se llama a sí misma líderes climáticos mientras abren nuevos pozos petroleros, ductos y plantas carboeléctricas, y garantizan nuevas licencias para explorar futuros sitios de extracción”, insistió. Organizaciones protectoras del medio ambiente, como Greenpeace o Azul, también se sumaron al reclamo contra el Gobierno mexicano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no es conocido precisamente por defender una política verde. Su estrategia para conseguir lo que él llama la “soberanía energética” de México ha levantado todo tipo de críticas por ser extractivista. El mandatario ha asegurado este lunes que se evaluará y atenderá el daño provocado con el incendio. “Tanto Pemex como la Secretaría del Medio Ambiente están empezando a hacer un avalúo, un análisis sobre los daños que se hayan ocasionado y desde luego que vamos a reparar todos los daños. Fue un accidente lo que sucedió”, ha dicho en su conferencia matutina diaria. Lo de reparar el daño ambiental ha sido ignorado pocas horas después, con el último comunicado de la estatal que repite dos veces en media carilla que no ha habido daño.